El Ayuntamiento de Sevilla, forzado a buscar salida al conflicto enconado del taxi

Espadas anuncia que va a convocar después de Feria al sector tradicional y a las empresas de VTC a una mesa de diálogo

Los especialistas de incendios de la Guardia Civil analizó ayer losvehículos en el escenario del incendio Vanessa Gómez

SILVIA TUBIO

El conflicto del taxi ha estallado en el peor escenario posible para los intereses de la ciudad, durante una Feria de Abril que está destacando por un desarrollo sin incidentes y una masiva afluencia durante los primeros días. La quema intencionada de nueve vehículos que dan servicio a Cabify ha empañado esa imagen ideal y ha forzado al Ayuntamiento a tomar cartas en el asunto dada la gravedad de los hechos ocurridos en Castilblanco , donde el fuego no sólo arrasó nueve coches sino que puso en riesgo la vida de una veintena de personas.

El alcalde, Juan Espadas , confirmaba ayer que tiene la intención de sentarse «después de la Feria» con «todas las partes» ; es decir el sector tradicional del taxi y las empresas de VTC «para analizar bien cómo se va a evolucionar en los próximos años, porque la evolución natural es la que se está viendo en Madrid y Barcelona, entre otras».

En Madrid están paralizadas las autorizaciones de licencias para los vehículos con chófer donde ya operan más de 2.000 frente a las 15.000 licencias del taxi . El Gobierno madrileño está a la espera de que el Tribunal Supremo se pronuncie y unifique el criterio debido a la disparidad de sentencias que están dictando los tribunales superiores de justicia anulando o aprobando nuevos permisos.

En 2009, el gobierno socialista de Rodríguez Zapatero aprobaba la Ley Ómnibus para la liberalización de determinados sectores siguiendo directrices europeas, entre ellas la del taxi. Esa ley se retocó en 2015, restringiendo de nuevo el número de permisos a una licencia para vehículo con conductor por cada 30 de taxistas . Sin embargo, en el periodo que medió entre ambas normativas hubo un aluvión de petición de licencias de VTC, que en muchos casos están siendo autorizadas ahora por los tribunales.

Vigilancia en el Real

Al problema legal se suma el choque entre un modelo tradicional que se revela insuficiente para dar respuesta a la demanda que se genera en la ciudad en determinados momentos del año, como la Feria de Abril, y unas empresas tecnológicas que han dinamitado el mercado con precios más competitivos . Los primeros acusan de competencia desleal a los segundos y los VTC denuncian agresiones y amenazas por parte de los taxistas. El ataque de Castilblanco les ha cargado de razones a estas empresas.

Por ahora, la única intervención municipal en un conflicto que lleva meses dando avisos serios ha sido la creación de una unidad policial específica para la vigilancia de los puntos calientes donde se estaban produciendo los enfrentamientos. En concreto en el aeropuerto y en Santa Justa. El Ayuntamiento destinó a una veintena de agentes de la Policía Local. Fuentes policiales confirmaron a ABC que en realidad esta dotación la componen 14 agentes que se presentaron voluntarios.

Tres vehículos con seis agentes trabajan por turnos. Tras el incendio de Castilblanco, han mandado a una de las tres patrullas a vigilar las inmediaciones del Real . Conductores de Cabify denuncian amenazas y coacciones en los accesos a la Feria, donde dicen que les han complicado la recogida de clientes.

Parte del colectivo de taxistas no descarta que el incendio lo hubiera provocado la propia empresa afectada

Otras dos asociaciones del taxi condenaron ayer el incendio, desvinculándose de los autores. Si bien una de ellas, Élite Taxi, apuntaba a la posibilidad de que el fuego hubiera sido provocado por la empresa afectada. Ven «muy sospechoso» que «los vehículos estuvieran a 36 kilómetros de Sevilla a una hora de máxima demanda», señalaban en un comunicado lanzado en redes.«Estos hechos ya nos resultan conocidos de algo. En 2004, tanto en Barcelona como en Marbella, dos empresas fueron descubiertas por incendiar sus vehículos, por cierto bastante viejos, para manchar la imagen de un sector honrado y público al que estaban haciendo competencia desleal».

Otra de las asociaciones más combativas, Solidaridad del Taxi , tachaba de «canallada» lo ocurrido y se desmarcaba por completo de esa línea de actuación. «Los instrumentos de los taxistas no son otros que fotografiar o grabar en vídeo las situaciones de intrusismo para denunciarlas y nada más», decía su presidente, Enrique Filgueras.

No se van a Madrid

De los 20 coches que enviaron desde Madrid para reforzar el servicio que ofrece Cabify en Sevilla se salvaron de la quema once. Aunque desde la Unión Nacional de Autoturismos (Unauto) se informó que los coches regresarían a Madrid, finalmente se decidió ayer por la tarde que se va a mantener el refuerzo para lo que queda de Feria. Responsables de las empresas propietarias de los vehículos que trabajan para Cabify mantuvieron una reunión con los 24 conductores que habían venido de la capital y decidieron seguir en Sevilla con los once coches que están operativos.

Por la mañana, la Guardia Civil completaba la recogida de pruebas en el alojamiento rural de Castilblanco donde prendieron fuego a los coches. Los especialistas en incendios de la IV Zona analizaron los vehículos que según los testigos salieron ardiendo por la parte delantera. Se sospecha que les rociaron gasolina y encendieron la mecha.

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