El Ayuntamiento pone fecha de cierre a La Raza y al bar Citroen
Les notifica que va a recuperar ambos edificios, que son de titularidad municipal, y plantea su cambio de uso, por lo que los actuales inquilinos no podrían optar a la nueva concesión
El plazo para solicitar una prórroga por la vía administrativa expira el próximo 18 de junio , una fecha que puede convertirse oficialmente en el parte de defunción de dos negocios de hostelería históricos: el restaurante La Raza y el bar Citroen . Los dos edificios que ocupan estos establecimientos son de propiedad municipal y el Ayuntamiento está decidido a recuperarlos porque, según los informes de Patrimonio , ya no se puede ampliar el periodo de cesión que tienen. La situación ha desembocado en un litigio que tardará en resolverse, pero si el gobierno municipal decide aplicar su criterio sin esperar a la resolución judicial, las horas de ambos negocios están contadas. Sería, por lo tanto, el capítulo final de dos bares que forman parte de la memoria de Sevilla desde mediados del pasado siglo, fecha en la que las empresas que explotan estos negocios se hicieron con ellos.
Las discrepancias se producen exactamente en este aspecto: el Ayuntamiento defiende ahora que ese suelo es demanial y, por lo tanto, los dos inmuebles tendrían que haber estado cedidos a través de una concesión administrativa . Pero el contrato que medió entre ambas partes desde su origen fue un alquiler de renta antigua . Esta situación expiró el 31 de diciembre de 2014 con la abolición de la Ley de Arrendamientos Urbanos , que acabó con todas las rentas antiguas. En ese momento, siendo alcalde JuanIgnacio Zoido, en La Raza quisieron actualizar la renta, pero el secretario del Ayuntamiento lo rechazó basándose en un informe de Patrimonio que aseguraba que ese edificio no se puede alquilar porque no es un bien patrimonial , sino demanial, es decir, de uso público puro, por lo que no se puede transferir más que con un convenio de concesión administrativa en las condiciones que imponga la administración pública titular del inmueble.
En 2014 se derogaron, concretamente, 44 rentas antiguas de edificios municipales , pero sólo seis de ellos han sufrido este cambio que ahora afecta al Citroen y a la Raza —también está incluido en esta lista el bar Paradas de Reina Mercedes—, por lo que las empresas que venían manteniendo estos negocios se han encontrado con una notificación de desalojo por parte del Ayuntamiento a pesar de que el procedimiento ha sido declarado nulo tres veces desde que se acabó el alquiler.
Patrimonio, en efecto, ha tenido que reiniciar el expediente hasta en tres ocasiones porque no ha cumplido en las dos anteriores con los requisitos legales imprescindibles para notificar el desahucio a los inquilinos. Sin embargo, la tercera ya está en su fase final y se le ha dado a los afectados hasta el 18 de junio para presentar alegaciones. En el caso de La Raza, que tiene contratados eventos en este espacio hasta el año 2018, se ha solicitado que al menos se respete esta cuestión, ya que el c ambio de calificación que ha hecho el Ayuntamiento sobre el inmueble le perjudica de manera sobrevenida, es decir, sin tiempo para planificar la salida. Pero, además, la empresa familiar que regenta este histórico restaurante del Parque de María Luisa desde 1954 ha planteado al actual delegado de Urbanismo, Antonio Muñoz, el mismo tratamiento para este establecimiento que tiene el hotel Alfonso XIII . Es decir, que se saque a concurso para que la concesión la gane el mejor postor, pero que se garantice que seguirá siendo un negocio de hostelería y que mantendrá los puestos de trabajo , que actualmente son 40 fijos en todo el grupo y 300 eventuales en la línea de cátering y en los eventos que sirve. En una reunión celebrada la semana pasada, los responsables municipales les aclararon que es posible incluso que cambie el uso de los inmuebles y se destine a otros fines. La incertidumbre sobre el futuro de estos dos negocios es, por tanto, absoluta. Y si no hay cambio de postura por parte del gobierno municipal en las próximas semanas, La Raza y el Citroen serán historia . Una historia que ha visto pasar por allí a grandes personalidades del último siglo y que alcanzó sus años más célebres cuando el antiguo pabellón de la Información de la Exposición del 29 era una caseta más de la Feria del Prado...
Conocidos por el caso Mercasevilla
La Raza es un negocio familiar que fundó en 1932 José Rodríguez Cala con una bodega de manzanillas, Barbiana. Después cogió el traspaso de la cervecería Babiera en la calle Sierpes y montó el célebre Los Corales . Y a mediados de siglo incorporó la Hostería del Prado y el restaurante del Parque de María Luisa, que es el buque insignia de este grupo hostelero. Sus herederos, cuatro nietos, han ido ampliando el negocio con otros establecimientos, pero saltaron a la fama a raíz del caso Mercasevilla . Los dos gestores de la cadena, Pedro Sánchez Cuerda y José Ignacio Rojas , grabaron la conversación en la que el director de la lonja, Fernando Mellet, y su segundo, Daniel Ponce, le pidieron 300.000 euros a cambio de una subvención de la Junta para montar una escuela de hostelería. La grabación fue después el origen de los ERE.