El Ayuntamiento asegura tener pruebas de que las obras del Alcázar son suyas

Patrimonio Nacional defiende que «La Virgen de los Mareantes» es de su propiedad y que no está bien conservada en el Cuarto del Almirante

«La Virgen de los Mareantes», al fondo, presidiendo una explicación teatralizada del Alcázar ROCÍO RUZ

ALBERTO GARCÍA REYES

El litigio abierto entre el Ayuntamiento de Sevilla y Patrimonio Nacional a cuenta de las obras de arte que se exponen en el Alcázar se solucionará con documentos, ya que el Ayuntamiento aseguró ayer a este periódico tener informes que prueban que las piezas cuya propiedad reclama Patrimonio son suyas desde 1931. Las que se muestran en el Ayuntamiento están catalogadas y, en efecto, pertenecen al organismo real, que a su vez las tiene cedidas en depósito. Sin embargo, las obras de los Reales Alcázares son objeto de una antigua disputa que no se ha podido aclarar en décadas. El Ayuntamiento reconoció ayer oficialmente, a través de su delegado de Hábitat Urbano, Antonio Muñoz, que Patrimonio Nacional ha solicitado llevarse «La Virgen de los Mareantes» con la intención de restaurar la pieza en Madrid, algo a lo que el Patronato del Alcázar se ha negado de manera rotunda. Pero ésta es sólo la última reclamación. Antes, Patrimonio pidió la obra para llevársela a sus Colecciones Reales con motivo de una exposición obteniendo la misma respuesta que ahora. Porque el conflicto de su titularidad lleva años sobre la mesa .

Todo parte del inventario que se hizo en 1931 para concretar la cesión del Alcázar a la ciudad por parte del Gobierno de la República. Ahí está el nudo gordiano de todo el problema. Patrimonio considera que en esa cesión no estaban incluidas las obras de arte que hay en el monumento y que, por lo tanto, todas ellas siguen siendo propiedad de la Casa Real . Y el Ayuntamiento entiende que aquella donación se produjo incluyendo todos los bienes inmuebles. Según la versión municipal, el acuerdo que se firmó con el gobierno de la República incluía todo el monumento a excepción del Cuarto Real Alto, que seguiría siendo propiedad de la Corona, y las 18 casas anexas a la muralla, que pasarían a ser del Estado. Durante esa operación se hizo un inventario detallado de todos los enseres que pasarían a ser de titularidad municipal. Y ese documento es clave para resolver este enigma.

Según las publicaciones que el propio Alcázar ha editado durante todos estos años sobre su historia, durante la cesión del monumento a la ciudad en abril de 1931 tres personas se encargaron de levantar acta de todo lo que pasaría a ser propiedad municipal: el entonces alcaide, un notario y un catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla . Fuentes del gobierno municipal aseguraron ayer a este periódico que el Alcázar tiene los documentos que prueban que todas las obras que había en el monumento en 1931 pasaron a ser de su propiedad. Y también confirmaron oficialmente que el pasado mes de octubre la gerente de Patrimonio le comunicó a la directora del Alcázar, Isabel Rodríguez , que «La Virgen de los Mareantes» no se encuentra en buen estado de conservación y que el Cuarto del Almirante no cumple los requisitos para exponer una obra de esa importancia, por lo que consideraba que había que llevarse el cuadro a Madrid para su restauración.

Por contra, Patrimonio asevera que no ha reclamado nunca de manera formal ese tríptico de Alejo Fernández , aunque insiste en que la propiedad es suya. Para defender esta posición esgrime su propio inventario. Pero el Ayuntamiento recalca que se trata de unas actas hechas a partir de los años ochenta que no concuerdan con las originales de 1931.

El director-conservador del Alcázar en aquella época, Alfonso Lasso de la Vega, fue el encargado de inventariar todos los bienes inmuebles junto con un notario y un historiador del Arte, que también tasó cada pieza. Ese documento es vital para deshacer esta polémica y el Ayuntamiento asegura que cuenta con él, aunque desde el gobierno municipal aclaran que no se entrará en ningún conflicto con Patrimonio Nacional y que, independientemente de la pugna por la titularidad de «La Virgen de los Mareantes», el cuadro no se moverá de Sevilla ni para ser restaurado, ya que esta labor la pueden hacer los expertos del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico «in situ».

En virtud de ese inventario unilateral de los años ochenta , el Ayuntamiento también asegura que Patrimonio se ha llevado ya varias cosas del Alcázar, pero el Patronato «no reconoce ese inventario porque considera que esas obras están indisolublemente ligadas al bien inmueble ». La posición municipal es inamovible y el propio delegado Antonio Muñoz la dejó clara ayer ante los medios: «No estamos de acuerdo con que ese cuadro forme parte de Patrimonio, es del Alcázar de Sevilla »

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