CONGRESO NACIONAL DE HOSPITALES Y GESTIÓN SANITARIA
«La automatización de la Medicina dejará al médico como validador, investigador y comunicador»
Ignacio Hernández Medrano dice que la Universidad debería haber cambiado hace 100 años
Neurólogo del Hospital Ramón y Cajal y fundador de dos empresas tecnológicas dedicadas a la aplicación de la inteligencia artificial a la Medicina y al impulso de la información genómica en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades, Ignacio Hernández Medrano ha participado en el 20 Congreso Nacional de Hospitales y Gestión Sanitaria promovido por Sedisa y Ande que se ha celebrado en Sevilla días atrás y que ayer se clausuró.
En su opinión las tecnologías exponenciales cambiarán no sólo la gestión sanitaria sino también la propia actuación de los profesionales médicos. El futuro de la medicina, como el del resto de sectores, estará marcado por el big data, la robótica y la automatización de procesos. Y en este futuro, el médico seguirá existiendo, pero será sobre todo comunicador e investigador.
En concreto, señala que las tecnologías exponenciales que van a cambiar la Medicina que hoy conocemos está en el mundo del big data, que permitirá acumular mucha información, y poder con eso generar algoritmos de precisión que ayuden al profesional a tratar de forma mucho más personalizada al paciente.
Luego, según señala, hay muchas otras tecnologías que van a converger, como la nanotecnología, la biología, la biotecnología, la genómica, sobre todo, y alguna más relacionada con el mundo del transporte y la logística. Y la gran revolución llegará por la convergencia de todas ellas.
«Las tecnologías de la información empoderarán al gestor para que pueda decidir de una forma menos intuitiva y más documentada, lo cual será muy útil para ahorrar y para mejorar la calidad. Y al profesional sanitario le permitirán ver lo que ahora no ve cuando tiene un paciente delante, pudiendo llegar a otros niveles de abstracción en la comprensión de la biología de sistemas de los pacientes que tiene delante. Por último, creo que será muy útil para ese profesional que hasta ahora ha estado bastante aislado de los principales hospitales y centros de conocimiento. Creo que la tecnología empoderará a todos los actores del sistema», declara.
Agrega que parte de lo que dice «ya está ocurriendo, sobre todo en Oncología, que son los que van por delante, y también en Inmunología» . «Los demás vamos un poco por detrás. Y no es un problema tecnológico, y tampoco de coste, porque las tecnologías de la información son muy baratas y tienen un retorno inmediato, no es como el desarrollo de una molécula, que tardas años en verle el retorno. Es un problema organizativo , y a veces de egos (no comparto mi base de datos porque es mía), algo que es muy antiguo, pero ahí sigue. Y luego hay otro problema, que es el miedo sobre la privacidad de los datos, pero cuando uno entiende cómo funciona, comprende también que esos reparos no tienen ningún sentido, pues se manejan datos agregados y no hay por tanto ninguna vulneración de la privacidad», manifiesta.
Respecto al peligro que corren los puestos de trabajo con las tecnologías asgeura que «el médico seguirá ahí, porque es necesario para la comunicación con el paciente», aunque «vamos a tener un médico que sobre todo será validador, comunicador e investigador».
En cuanto a los planes de estudios asegura que no están adaptados para lo que viene y que no sabe si habrá alguna Universidad que sea un poco más excepcional y lo esté haciendo.
«Pero en general yo diría que no se están enseñando nuevas capacidades, aunque no es algo nuevo, la Universidad ya debería haber cambiado hace 100 años y no lo ha hecho . Hay gente que piensa que lo que está ocurriendo no es para tanto, pero el día en que se produzca la convergencia de tecnologías se abrirá una brecha insalvable entre Internet y los ámbitos académicos», agrega.
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