Tribunales
La Audiencia de Sevilla deja en libertad a la banda del BMW dos meses después de su arresto
El tribunal entiende que no hay por ahora indicios solventes de pertenencia a organización criminal aunque admite que en el avance de la investigación sí podría determinarse
Otra vez en la calle. Ésa es la sensación que recorre en los ámbitos policiales tras conocerse la decisión de la Audiencia Provincial de Sevilla de dejar sin efecto la medida cautelar de prisión provisional para los cinco supuestos integrantes de la última versión de la banda del BMW . Bajo esa denominación han operado en los últimos años grupos de aluniceros que se dedican a robar vehículos para después empotrarlos contra los escaparates de los comercios. La cadena andaluza de perfumerías Aromas es una de sus víctimas predilectas; una empresa que ha sufrido cerca de un centenar de violentos asaltos en los últimos años y aún no ha visto a ninguno de los responsables condenados.
La Sección Primera estimó hace unos días el recurso presentado por cuatro de los cinco investigados contra la situación de prisión provisional que había acordado el juzgado de Instrucción nº 8, apoyado por la Fiscalía. La banda del BMW fue arrestada a mediados de noviembre y enviada a la cárcel el pasado 17 de noviembre. Por tanto, han quedado en libertad tras haber permanecido en prisión menos de dos meses. El quinto implicado, tras acordarse la puesta en libertad de los otros detenidos, solicitó la misma medida y también le fue concedida, según confirman a ABC fuentes policiales.
Entre los argumentos que esgrime la Audiencia en un auto al que ha tenido acceso este periódico es que a día de hoy no hay indicios solventes de que los detenidos conformen una organización criminal . El tribunal señala que el auto firmado por la juez de instrucción y recurrido por los investigados sólo incluye «una genérica mención en su razonamiento jurídico segundo a la posible participación de los recurrentes en otros hechos similares, pero sin precisar tampoco cuáles». Y es que la pertenencia a una banda conlleva una pena superior, «que podría sustentar» la prisión provisional, recuerda la Audiencia.
Estos aluniceros cayeron tras asaltar la tienda Aromas de la calle Andrés Segovia, robar dos vehículos y arremeter contra un agente durante la detención. Además, le imputaron conducción temeraria y pertenencia a organización criminal. A pesar de que el robo fue consumado, los ladrones fueron detenidos poco después por la Policía Local. La Audiencia considera, por tanto, que eso ha sido un delito en grado de tentativa, que llevaría aparejada una pena inferior que no justifica una prisión preventiva.
Los integrantes de este grupo tienen numerosos antecedentes policiales pero ninguno ha sido condenado. Destaca su cabecilla Alberto D. R., a quien le constan 21 arrestos
Sin embargo, el mismo tribunal que señala la falta de indicios para sostener que la banda del BMW es un grupo criminal , reconoce que hay una investigación en curso que apunta a la posibilidad de que estos delincuentes participaran en más robos. La Fiscalía, en su escrito en el que pidió el ingreso en prisión de estos aluniceros en noviembre señalaba que podrían haber cometido « media docena de asaltos» entre febrero y noviembre del año pasado, algunos ejecutados durante el pasado confinamiento.
«Grave quebranto al comercio»
La Audiencia señala también que si se apuntalan estos indicios de pertenencia a banda criminal «podrá valorarse en ese momento la trayectoria delictiva» de algunos de los investigados, aunque para entonces estén en libertad. Y es que la mayoría de ellos cuentan con numerosos antecedentes policiales, pero ninguno ha sido condenado aún. Destaca Alberto D. R. a quien le constan 21 arrestos y está considerado por la Policía el líder de este grupo.
En el auto, el tribunal de la Sección Primera admite que los hechos por los que están siendo investigados estos aluniceros son grave s y hace una mención a los efectos que soportan los comercios asaltados. «La sustracción forzada en el establecimiento requiere el apoderamiento previo de dos vehículos para desplazarse, violentar el escaparate y darse a la fuga, como además por el riesgo al que se somete a los Funcionarios que investigan estas conductas y a los usuarios en general de las vías públicas como consecuencia de la actitud adoptada al darse a la fuga con uno de esos vehículos a gran velocidad sin respetar las más elementales normas de circulación, sin perjuicio del grave quebranto económico que supone su posible reiteración en los centros de una misma empresa con el riesgo de poder provocar el cierre de alguno de ellos y la consiguiente pérdida de puestos de trabajo».
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