Movilidad
Atrapada en su casa de Sevilla desde 2013 por falta de ascensor
Mari Carmen Suero vive en un tercer piso sin elevador. No puede bajar al a calle porque está en una silla de ruedas
Mari Carmen Suero Álvarez de 64 años de edad, no sale de su casa desde 2013 . Y todo porque vive en un tercero y no tiene ascensor. No por la dolencia de su pierna, «pues yo me bandeo para salir a la calle si tuviera un ascensor», sino porque en el bloque de José Sarabia, en el Cerro del Águila, no hay nada ni nadie que la ayude a bajar a la calle.
Ella vive sola con la ayuda a domicilio de apenas dos horas diarias y está operada del tobillo derecho después de romperse la pelvis tras otra caída y someterse a la preceptiva intervención quirúrgica.
Mari Carmen recibe a ABC en su silla de ruedas en su salón, donde prácticamente vive. Todo lo tiene dispuesto para su avío y comodidad. En una esquina del salón tiene la cama, rodeada de estampas de santos en la pared, con sábanas del Betis. Junto a la cama hay una mesa cuadrada con hule también del equipo verdiblanco. Encima de la mesa tiene comida para ella, para su perrita, gasas, paños, botellas, una taza, medicinas , bolsas de plásticos con sus pertenencias... Todo a mano porque salir de la cama es para ella un calvario. A los pies, dos andadores, un ventilador, un gran televisor y la ventana que da a la calle con su toldo de rayas verdes, que es lo más parecido a la estética bética que encontró. Cuenta que en la comunidad de propietarios se debatió en su día el problema del ascensor y, le dijeron, que «no se puede poner».
A falta de ascensor, hace cinco años que no pisa la calle. Solo ha salido con los servicios sanitarios para hacer rehabilitación , de modo que la Sevilla que conoció «no se yo si estará igual». Si ahora pudiera salir dice que iría a misa.
La línea 1 del metro no lo conoce y tampoco estuvo en la Expo 92 pues debió permanecer esos meses en cama. «Dios quiera que en octubre pueda salir porque me van a poner un taco en la pierna para salvar el desnivel y ya, dice la médica, que podré andar», termina Mari Carmen.
Noticias relacionadas