Juan José Asenjo
El arzobispo de Sevilla entrega la medalla Ecclesia et Pontifice a Enrique Ybarra y Rafael Manzano
La Iglesia de Sevilla destaca «la trayectoria de servicio y entrega generosa» de los distinguidos
El arquitecto Rafael Manzano y el empresario Enrique Ybarra han sido homenajeados este viernes por su larga trayectoria de servicio y entrega generosa a la Iglesia en Sevilla. Como reconocimiento a su labor, monseñor Juan José Asenjo solicitó al Papa la medalla Pro Ecclesia et Pontifice para ellos, la mayor distinción que realiza la Iglesia Católica a los laicos, que se ha entregado a ambos este mediodía en el Palacio Arzobispal. Se trata de una cruz instituida por León XIII en 1888, con motivo de la celebración de sus cincuenta años de ordenación sacerdotal, que es conferida como premio a la fidelidad a la Iglesia y el servicio distinguido a la comunidad eclesial. La otra persona distinguida con la medalla es Patricio Rodríguez-Buzón y Calle , experto en arte religioso, que recibirá la medalla a las seis y media de la tarde en la iglesia colegial de Osuna, su localidad.
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Monseñor Asenjo destacó algunas de las razones por las que estos tres sevillanos recibirán en unos días la citada distinción papal. Ambos han pedido al Arzobispo que trasladara al Papa Francisco su gratitud por esta concesión , al tiempo que reafirmaban su compromiso de seguir sirviendo a la Iglesia allí donde se les solicitara. El secretario general, Isacio Siguero, ha dado lectura a una breve reseña biográfica de ambos, en la que destacaban sus servicios en distintos momentos a la Iglesia diocesana. En su alocución, el Arzobispo ha agradecido las trayectorias de ambos vinculadas a la Iglesia, en el ámbito arquitectónico y artístico en el caso de Manzano y desde la órbita empresarial en el de Ybarra.
De la arquitectura a la empresa
Por un lado, Rafael Manzano «es un arquitecto de gran prestigio tanto a nivel local, como nacional e internacional. Es un hombre piadosísimo, miembro de la Hermandad Sacramental del Sagrario de la Santa Iglesia Catedral de Sevilla, adorador nocturno ferviente, hombre de fe y de una honda experiencia de Dios». De él ha señalado que ha trabajado «prevalentemente» en la restauración de edificios históricos, sobre todo iglesias, en toda España y más concretamente en la provincia de Sevilla. Al respecto, «ha hecho siempre con gran generosidad y entrega». Además, Manzano es académico de Bellas Artes y en el año 2010 obtuvo el Premio Internacional Richard H. Driehaus Prize, máximo galardón mundial a la trayectoria de un arquitecto, considerado el Premio Nobel de la Arquitectura. También es catedrático de la Escuela Superior de Arquitectura y goza de gran fama como profesor cristiano entre su alumnado. «Durante los años de mi servicio a la Archidiócesis de Sevilla me ha asesorado en múltiples casos de forma absolutamente generosa y gratuita, exclusivamente por amor a Dios y a la Iglesia», ha resaltado Asenjo. Manzano ha recordado las jornadas de colaboración con los prelados sevillanos, desde el cardenal Bueno Monreal hasta monseñor Asenjo pasando por el cardenal Amigo, con quien colaboró durante los preparativos de la primera visita del papa San Juan Pablo II a Sevilla, «en el que fue -el 5 de noviembre de 1982- el día más importante de la ciudad de Sevilla», afirmó.
Por otra parte, el empresario sevillano Enrique Ybarra , propietario de la cadena autobuses turísticos City Sightseeing, implantada en la mayor parte de las capitales del mundo, «es también cristiano ferviente y ejemplar, casado, con una hija a la que ha transmitido la fe», ha explicado Asenjo. En esta línea, ha apuntado que son «múltiples sus obras de caridad con la Iglesia Diocesana y, en general, con los pobres. Siempre está disponible para ayudar a la Iglesia en sus necesidades», señaló. Otro dato destacable es que fue Ybarra quien adquirió un medallón de época visigótica (seguramente un pectoral de alguno de los obispos de la mitad del siglo VII, San Leandro o San Isidoro), hallado en las inmediaciones de la ciudad romana de Itálica. El empresario lo puso entonces a disposición de la archidiócesis para que figure en el museo catedralicio y encargó un buen número de reproducciones en oro, plata y cobre para que el arzobispo instituyera la medalla Pro Ecclesia Hispalense. Ybarra ha aprovechado su discurso de agradecimiento para recordar la figura de su padre, Ramón Ybarra , «de quien aprendí cuatro cosas que él consideraba esenciales: la fe, la familia, el respeto y el ejercicio de la caridad».
Este acto se ha desarrollado en un marco privilegiado, el Salón de los Cuadros del Arzobispado, «rodeado de arte y de belleza», ha apuntado Juan José Asenjo. Además, el Arzobispo ha recordado una reciente contribución de ambos al patrimonio y la historia de la Archidiócesis , al ceder a la misma un pectoral de bronce de gran interés arqueológico encontrado en las inmediaciones de Itálica, que debió pertenecer a un obispo de la época visigótica, en los tiempos en que rigieron sucesivamente la Archidiócesis los santos arzobispos Leandro e Isidoro. Ese pectoral ha servido para realizar las medallas Pro Ecclesia Hispalense que concede la Archidiócesis.