Archidiócesis de Sevilla

Saiz Meneses: el arzobispo de las periferias

El nuevo prelado hispalense ha marcado en dos días su programa episcopal: los mayores, los pobres, la comunicación y las hermandades

El arzobispo de Sevilla, en un encuentro con los medios de comunicación Manuel Gómez
Javier Macías

Javier Macías

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Llega puntual, con una sonrisa que se le nota por encima de la mascarilla y bajo las gafas. Saluda con el codo a todos. Es tan expresivo que, de entrada, rompe cualquier barrera institucional . Se le nota abrumado . No en vano, dice que paseó el sábado por la noche por el Centro camino de un restaurante y que todos con quienes se cruzó le reconocieron y le dieron la enhorabuena. Así es Sevilla, probablemente la gran ciudad española donde más peso tenga el arzobispo. Y aquí hay dos formas afrontarlo: con alegría o con miedo. José Ángel Saiz Meneses ha escogido la primera. Está feliz . Su carácter afable y jovial casa con el sevillano, sin necesidad de alharacas folklóricas ni tópicos innecesarios. Sabe a dónde llega y tiene claro su programa . Lo ha dejado claro desde el principio: las periferias.

Es un arzobispo que responde abiertamente a la doctrina del Papa Francisco. Un pastor que ha hecho parroquia y que se ha visto en la necesidad de encontrar la altura necesaria para evangelizar y hacer apostolado en un lugar como Cataluña , con un conflicto social inmenso que está inserto dentro incluso de los muros eclesiásticos. Sabe que no se puede ser equidistante, sino elevarse para encontrar el mejor camino posible para tender puentes. Por eso, al llegar a Sevilla, lo primero que ha hecho ha sido irse a las Tres Mil Viviendas , el barrio con los índices de pobreza más altos de España y que es el reto principal de la sociedad.

Hace suya una frase que Benedicto XVI le dijo a un hombre que le hacía ver que en el arrabal que estaba visitando el Papa en ese momento no había futuro. «Él le contestó que Cristo nació en las periferias del imperio romano, no en la ciudad de Roma, ni siquiera en Jerusalén. Por eso, ahora hay que llevar a Cristo hasta esos lugares alejados», comenta el nuevo arzobispo. Y, entre esos lugares alejados, también son periferia los curas viejos, los pies encallecidos de la Iglesia. La visita del domingo a la Casa Sacerdotal, donde están los sacerdotes venerables, es un claro mensaje a la sociedad: lo primero que hay que mirar es a los mayores, que han sufrido más que nadie la pandemia y que a veces están tan solos como aquellos barrios del cinturón metropolitano donde la pobreza se desborda.

Este martes, el arzobispo de Sevilla ha indicado otro punto programático imprescindible en el que será su ministerio, manteniendo un encuentro con los medios de comunicación . Ha sido una conversación informal para darse a conocer y aprender él mismo cuál es el pulso de la opinión pública sobre la Iglesia. Saiz sabe que la comunicación es imprescindible para evangelizar en pleno siglo XXI. «Nuestro Señor hablaba con parábolas y, hoy, los medios y las redes sociales son muy importantes para presentar a Cristo». Por eso tiene un perfil en Twitter , que se ha multiplicado de seguidores desde que se conoció su nombramiento. No tiene Instagram, ni Facebook, ni TikTok… pero las conoce todas. Está en el mundo y sabe lo importante que es conectar con el pueblo al que va a pastorear, pero sin exhibicionismos ni narcisismos.

Lo primero que hizo cuando llegó fue postrarse ante la Virgen de los Reyes, un símbolo de su servicio a la ciudad. Protocolariamente ha tenido la oportunidad de saludar al Rey, en el acto de la medalla del lunes, y este martes ha mantenido también un encuentro con el presidente de la Junta de Andalucía . Sabe lo importante que es mantener una relación correcta con las instituciones políticas, pero siempre desde ese plano elevado que la experiencia le ha dado en Cataluña. El mismo domingo se fue a ver a los ancianos de la Casa Sacerdotal y a las Tres Mil Viviendas. Se ha visto con los periodistas en un plano cercano y fuera de micros. Y, después, comenzará la visita pastoral.

El primer destino será la basílica del Gran Poder , este mismo martes, para visitar al Señor de Sevilla, una hermandad que cumple con ese primer pilar que marcará su episcopado: romper barreras e ir a las periferias. Esta semana visitará también la Macarena y la Esperanza de Triana . Aunque no conoce la Semana Santa, sabe bien del peso específico que tienen en la diócesis y, de hecho, el primer consejo que le dio su antecesor es que debe aprender a quererlas y valorarlas. Y así lo hará. De hecho, está con ganas de abrir la veda a las procesiones , pero mantiene la prudencia necesaria en consonancia con la situación sanitaria.

«A ver si pronto podemos salir a la calle» . Así lo dice en referencia al culto público este nuevo prelado de las periferias y cercano, místico pero en el mundo, jovial y culto. Y sobre todo un pastor que tiene puesta sus esperanzas en Sevilla.

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