PREGONERA TAURINA 2017

Araceli Guillaume-Alonso: «Soy de izquierdas y taurina. Hay que defender los toros sin complejos»

«Los toros no tienen que ser de derechas ni de izquierdas. En Francia hay cantidad de alcaldes comunistas y taurinos»

«Una buena promoción de la Fiesta sería abrir las plazas en el sexto toro para que todo el mundo pudiera entrar»

«La mejor subvención de los toros es que el público vaya a las corridas. Una plaza que se llena no hay quien la cierre»

Araceli Guillaume-Gil IGNACIO GIL

M. J. PEREIRA

Araceli Guillaume-Alonso (Baracaldo, 1947), doctora en Filología Hispánica por Universidad de la Sorbona, se convertirá este año en la segunda mujer que pronuncie un pregón taurino en la Maestranza de Sevilla, después de Esperanza Aguirre. Catedrática emérita de Historia y Civilización de España Moderna en La Sorbona, no sólo es una experta en historia taurina, sino que está empeñada en divulgar la Fiesta en congresos y la Universidad. De hecho, su tesina versó sobre «La tauromaquia y su génesis» , «porque -dice- me di cuenta de que, salvo en raras excepciones, el mundo universitario español y francés no se ocupa de toros, de la Fiesta y de su historia. De hecho, la historia taurina está en manos de aficionados». A su juicio, «los toros son un tema muy intelectual en sí porque es una manera de vivir, de concebir la vida y porque es el espectáculo de masas más antiguo del mundo occidental. Eso hay que decírselo a los estudiantes universitarios».

-¿La afición taurina le viene de familia?

-No. La mía era una familia española de Bilbao que de vez en cuando iba a los toros. Yo no era taurina en absoluto. No estaba a favor ni en contra de los toros. Había visto corridas en la televisión pero no había ido a ninguna. Me aficioné gracias a mi marido, cuyos padres eran unos franceses que venían mucho a España de vacaciones y a los toros. De hecho, mi marido y sus padres tenían abono en Bilbao desde el año 1958. Vamos, que no tuve elección porque desde que nos hicimos novios en 1967 no he dejado de ir a los toros.

-Veo que ha transmitido su afición a los toros a sus hijos y nietos. ¿No hay ningún antitaurino en la familia?

-No hay ningún disidente (risas) ni creo que lo haya. Tengo tres hijas y tres yernos aficionados a los toros, y ocho nietos, de los cuales ya van a los toros siete. Mis hijos y nietos empezaron a ir a los toros con tres o cuatro años, según el carácter del niño.

-¿Es amiga de toreros?

-Yo creo que nunca se es amigo de los toreros, salvo que seas un amigo de la infancia, y por eso nunca me atrevería a decir que soy amiga de toreros. Conozco a muchos toreros y trato con alguno de ellos, los admiro a todos. Tengo mucho respeto por ellos y sé que algunos me aprecian. Cuando vienen a París sistemáticamente les paseo por la ciudad. Podría escribir un libro sobre el descubrimiento de París por los toreros a los que les he enseñado la ciudad, como José María Manzanares padre, El Viti, César Rincón, Joselito, Manuel Escribano, Roca Rey, Javier Jiménez... son tantos que sería difícil acordarme

-Será la segunda mujer que pronuncie unl pregón taurino en la Real Maestranza, después de Esperanza Aguirre. ¿Cómo será su pregón?

-Será el pregón de una historiadora pero tendrá una parte emocional porque tengo una relación con Sevilla muy sentimental. De hecho, es una de las ciudades que más me gustan junto con Venecia.

-¿Hará una defensa de la Fiesta frente a los antitaurinos?

-No quiero dar demasiada importancia a los antitaurinos. Siempre que me invitan a un congreso de historia moderna, intento colocar un tema taurino porque me interesa hablar de toros con la gente que no habla de toros. Es que los toros tienen que estar en la vida, en lo cotidiano, porque de lo contrario pasarán a ser una cosa marginal. De momento, el trabajo de los intelectuales consiste no tanto en luchar contra los antitaurinos como en transmitir lo que es la Fiesta.

«El gestor de la plaza de Barcelona no quiere dar toros porque no quiere implicarse personalmente»

-El Tribunal Supremo falló contra la supresión de los toros en Cataluña pero la alcaldesa, Ada Colau, se niega a acatar la sentencia.

-¿Qué vamos a pensar de la alcaldesa si el propio gestor de la plaza de toros, la familia Balañá, no quiere dar toros porque no quiere implicarse personalmente?

-¿Es quizá miedo a represalías en otros de sus negocios, como los cines o teatros?

-Naturalmente, es falta de valor. Balañá no es un hombre valiente, vive en la sociedad catalana y no quiere implicarse.

-¿Los toros en Barcelona están heridos de muerte o simplemente ha sido un pinchazo?

-Los toros están heridos de muerte en Cataluña. Veo esa plaza muy condenada porque ya hacía mucho tiempo que le costaba llenarse, salvo que vaya José Tomás. Nadie cierra una plaza de toros sin logra llenarla con 20.000 personas. Una plaza de toros vacía se cierra fácilmente pero una plaza de toros llena no hay quien la cierre. También es verdad que las plazas de toros son muy grandes y a veces hay 5.000 personas, un cuarto de aforo, pero para cualquier espectáculo sería mucha gente. Tampoco los estadios de fútbol se llenan y nadie se queja de ello.

-Víctor Barrios murió en el coso taurino en Teruel con 29 años. Los antitarunios se burlaron de él y lo acusaron de torturador. Él decía que los toros más que defenderlos hay que enseñarlos.

-Exacto. Siempre hay que hablar de toros porque así los toros están en la vida. Hay que hablar de toros sin complejos. El mundo universitario francés no tiene ningún complejo, tiene otra manera de ver los toros.

Araceli Guillaume-Alonso ya dio un pregón taurino en Almería ABC

-¿Eso explica que Francia protegiera los toros antes de que España los declarara en 2013 Patrimonio Cultural de España?

-Sí. En las zonas de Francia donde hay corridas de toros se defienden con uñas y dientes. Hay en Francia una actitud muy defensiva hacia los toros. Yo formé parte del grupo de siete intelectuales que trabajamos de forma clandestina en Francia durante un año para redactar el proyecto que permitió inscribir los toros como patrimonio cultural inmaterial de Francia. Los antitaurinos y los periodistas se enteraron del proyecto cuando ya estaba en el Parlamento.

-¿Se podrá llevar a la Unesco la declaración de los toros como patrimonio inmaterial de la humanidad, como ocurrió con el flamenco?

-Eso sería lo ideal, aunque es difícil dadas las situación actual. Para eso tendríamos que trabajar varios países con el mismo sigilo con el que lo hicimos en Francia. ¿Por qué tardó tanto España en proteger los toros? Fue porque se dio mucha publicidad a lo que se iba a hacer antes de empezar pero en Francia cogimos a los antitaurinos por sorpresa.

-Usted anima a defender la Fiesta sin complejos pero un niño enfermo de cáncer dijo que quería ser torero y hubo antitaurinos que le desearon la muerte.

-Los animalistas son gente que prefiere a los animales antes que al ser humano. Los antitaurinos no sólo no quieren corridas de toros, sino que no comamos carne, que seamos veganos. No es un problema taurino, sino de relación del hombre con el animal. Como dice el filósofo Francis Wolff, no se puede ver el animal como entidad absoluta porque no es lo mismo una cucaracha que mi perro, no es lo mismo un mosquito que un león. El toro se cría para la lidia y si no hay lidia no hay toro. Es un problema existencialista para el toro.

«Los animalistas son gente que prefiere a los animales antes que al ser humano»

-El único que defiende la Fiesta abiertamente es el PP, aunque hay muchos políticos de izquierdas taurinos.

-Tampoco veo yo que el PP defienda tanto los toros. De boca para fuera lo hará pero en los hechos sólo son dos o tres los que los defienden. Tengo que recordar que la transferencia de los toros del Ministerio del Interior a Cultura lo hizo Rubalcaba. El PP ha tardado mucho en defender a los toros. Creo que la clase política española no quiere pronunciarse sobre los toros y no hablo sólo de partidos antitaurinos como Podemos, sino de partidos clásicos, como el PP, el PSOE o IU.

-¿Se están politizando los toros?  ¿Los toros son de derechas o de izquierdas?

-En Francia no se han politizado los toros. El problema de España con los toros es un problema de complejo de la izquierda. Hay que hablar de los toros sin complejo. Yo, por ejemplo, soy de izquierdas y taurina. En Francia eso es algo normal. Hay cantidad de alcaldes comunistas que son taurinos. No veo por qué los toros tienen que ser de derechas o de izquierdas. Francia ha tenido presidentes de la República aficionados a los toros y los taurinos son mayoría entre los candidatos a la elecciones.

Nacida en Baracaldo, Aracelia Guillaume-Alonso vivió en Bilbao hasta los 18 años IGNACIO GIL

-¿Se convertirán los toros en un espectáculo para minorías?

-A largo plazo los antitaurinos no van a ganar. Es verdad que ahora se está defendiendo mejor la Fiesta que hace cuatro o cinco años. Pero no olvidemos que las corridas de toros siempre han tenido detractores, al menos desde el siglo XVI, según Cossio. Es decir, siempre hubo antitaurinos. La Fiesta nunca fue unánimemente aceptada. Ha pasado por mejor y peores épocas. Ha habido momentos que ha estado prohibida 30 años en una ciudad y después volvió. Laqs corridas de toros es algo lo suficientemente profundo y fuerte para tener en sí misma la capacidad de movilizar a un núcleo de personas que la llevarán hacia delante. Hasta ahora las corridas de toros han salido de todos los atolladeros pero es muy posible que en el futuro sea algo sólo de minorías. Los aficionados a los toros somos gente exquisita y lo digo con un complejo de superioridad absoluta. Es decir, somos capaces de tener una sensibilidad particular hacia un espectáculo que a primera vista es difícil, pero que supone una postura hacia la vida y la muerte muy particular que caracteriza a los taurinos.

-Dice Morante de la Puebla que si no es artístico el toreo no tiene defensa ni continuidad.

-El toreo es una forma de arte diferente, una expresión artística de la vida y la muerte, de la lucha contra la dificultad, de sobreponerse a las emociones... el toreo son muchas cosas pero siempre tiene una dimensión artística, incluso en los toreros menos artísticos.

«Los toros de hoy no son menos bravos. Si no fuera por el avance de la cirugía, muchos toreros habrían muerto»

-Hace años, el toro era un animal fiero y lo primero que tenía que hacer el torero era dominar sus dificultades y después crear una faena artística. A través de la selección genética se ha buscado un nuevo tipo de toro que permita otro tipo de faena. ¿Qué toro le gusta más: el de antes o el de ahora?

-No estoy nada de acuerdo con eso. El toro es tan difícil y complicado ahora como antes. Lo que hoy exigimos al torero no se podía hacer antes. Hoy el toro se ha seleccionado para que tenga más calidad en la embestida, para que sea más bravo, para que dure más tiempo, porque hoy exigimos a los toreros más intensidad. Por otra parte, no creo que los toros de hoy hieran menos que los de antes porque hemos visto la muerte reciente de toreros y muchos reciben heridas tremendas. De no haber avanzado tanto la cirugía, muchos de los toreros heridos ahora habrían fallecido, como murió Manolete. De hecho, si no fuera por esa cirugía tan avanzada no tendríamos ni a Manuel Escribano, ni a José Tomás, ni a Morante....

-¿Le gustan los toreros tremendistas o artistas?

-No acepto mucho esa separación. A mí me gustan los toreros buenos, a como a todo el mundo. Hay dos clases de toreros: los que torean de verdad y los que se alivian. A me gustan los toreros profundos, independiente de su expresión corporal. Me encantan José Tomás, Paco Ureña , el Juli....

-¿Deberían estar los toros subvencionados, como la ópera, el teatro o el cine?

-Vistas las dificultades actuales para que sobreviva la Fiesta, lo mejor es que no esté subvencionado. La mejor subvención de los toros es que el público vaya a las plazas. Aquí el que manda es el público porque para que la Fiesta viva tiene que haber toros, toreros y público.

-Pero las entradas de toros son un artículo de lujo al alcance de pocos.

-Absolutamente. Hay cosas que cosas que las plazas de toros deberían hacer, sobre todo cuando no se llenan porque una plaza vacía es muy triste. Podríamos hacer como las plazas de toros de Francia, que abren en el sexto toro, el que corresponde a los toreros más noveles, para que todo el mundo pueda entrar. Es una propaganda extraordinaria ver un toro en directo. Otra promoción buena sería ver los toros en televisiones públicas pero para eso hace falta un poco voluntad por parte de los que mandan.

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