Un ambicioso proyecto prevé rehabilitar el viejo cine Trajano en Sevilla
La Justicia dictó que la sala debe protegerse y mantener su carácter público, como el Lloréns
De la misma manera que ocurrió con el Lloréns , el litigio abierto durante años con el antiguo cine Trajano terminó de dilucidarse hace unos meses en favor de la conservación del edificio regionalista diseñado en 1922 por Aníbal González y protegido. Una sentencia de noviembre de 2019 del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) que adelantó entonces ABC desestimaba el recurso interpuesto por la empresa propietaria del edificio hasta el año pasado, Flamenco Hotel S.A, contra el acuerdo del pleno del Ayuntamiento de Sevilla que excluyó a esta finca del cambio de calificación aprobado para otros antiguos cines del centro, que les devolvió la condición de «residencial en Centro Histórico». Pasó con el Alameda, el Cervantes y el Avenida.
Para el Trajano, sus anteriores propietarios querían lo mismo, obtener el uso residencial para convertir el inmueble entero en un hotel , pero en este caso ocurrió lo contrario, de forma que quedó protegido y se mantiene su catalogación urbanística de «Servicio de Interés Público y Social» (SIPS) de tipo sociocultural preponderante. Esto obliga a mantener usos públicos, aunque no exclusivamente, ya que permite un 20% de uso coadyuvante.
En mayo de 2019, Flamenco Hotel, no obstante, ya había vendido el inmueble al empresario Emilio Castillejos, responsable de Ocean Falcon, que quiere dar al mismo un uso hotelero en una de las zonas del mismo, en las que su función original también fue residencial. Eso sí, la mayor parte mantendría el uso público y social , como dicta la Justicia, y la iniciativa empresarial incluye reflotar la vieja sala de teatro, que tendría acceso desde la calle Amor de Dios con una pequeña recepción, mientras que la entrada para la zona hotelera se realizaría por la calle Trajano. Esto encajaría con la situación legal y urbanística, ratificada por la Justicia y que define la finca como SIPS de uso sociocultural, que debe ser el preponderante para este edificio pero que permite el citado 20% de uso coadyuvante, en el que se intentaría encajar el hotelero en este caso concreto para rentabilizar el proyecto.
Castillejos ya manifestó en su día que no le preocupa en absoluto que el antiguo cine Trajano sea inscrito en el catálogo de BIC o adquiera mayor protección, puesto que su plan para este edificio encajaría perfectamente con su conservación , como ya hiciera en otros edificios históricos que su sociedad adquirió. El nuevo dueño del inmueble anunció que restauraría «con total respeto a las leyes de patrimonio nacional y andaluza».
El conocido como Cine Trajano, antes Salón de Variedades Lido, es un inmueble de una indudable calidad arquitectónica diseñado en los años 20 por el famoso arquitecto Aníbal González. «Ejemplifica los patrones del regionalismo, evidentes en especial en sus rasgos compositivos y estilísticos, y en el trazado y ejecución material de sus fachadas y galerías del patio de la sala», llegó a subrayar la Asociación de Defensa del Patrimonio de Andalucía (Adepa) cuando se hizo campaña para defender su conservación. Desde hace más de quince años el edificio no ha tenido uso alguno y fue declarado en ruina el 30 diciembre de 2014. Poco después se incluyó en el registro municipal de solares abandonados, en el que está desde abril de 2015.
El antiguo cine, además, f ormará parte del catálogo de Bienes de Interés Cultural (BIC), ya que la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía está tramitando su protección. El Ayuntamiento llegó a notificar incluso a los antiguos propietarios, Flamenco Hotel, la venta forzosa del edificio por no cumplir con el deber de mantenimiento, como ocurrió con el inmueble de la plaza de la Encarnación donde después se abrió un hotel de cuatro estrellas.
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