RELIGIÓN
«Ahora es la Iglesia la que está sirviendo al nacionalismo»
El periodista Serrano Oceja considera que el nacionalismo se ha convertido en una «religión de sustitución»
Experto en información religiosa y colaborador de ABC, José Francisco Serrano Oceja acaba de publicar «A la caza del voto católico» como aproximación intelectual a las motivaciones religiosas de los votantes españoles. En ese repaso no podían faltar críticas observaciones sobre el papel de los nacionalistas y la identidad cultural de las tradiciones religiosas.
En cuanto al nacionalismo, ¿qué papel juega en el catolicismo español? ¿No produce también una distorsión?
El problema del nacionalismo es convertir el nacionalismo en una religión de sustitución. En aquellos territorios donde el nacionalismo es muy fuerte, se ha convertido en una ideología que ha dado sentido a la vida de las personas , sobre todo de las nuevas generaciones. Uno de los fenómenos preocupantes de ese proceso de convertir el nacionalismo en religión es que el nacionalismo es el que está dando cobertura al catolicismo y no al revés. Lo que más me preocupa es el clero nacionalista.
Cuando resulta que esos territorios son los más fuertemente secularizados cuando históricamente eran de los más religiosos…
Un problema básico que indica que el nacionalismo es una ideología que no tiene bien digerida la relación entre religión y política porque instrumentaliza a la religión. El nacionalismo catalán y vasco nació íntimamente ligado al catolicismo como respuesta al liberalismo.
¡Esos eran los carlistas!
Pero a la larga se ha producido un cambio, se ha dado la vuelta a los términos y ahora es la Iglesia la que está sirviendo al nacionalismo .
Desde el lado opuesto, y es una reflexión muy personal, en Sevilla pasa algo parecido con la identidad colectiva, depositada en tradiciones religiosas muy asentadas, cuando la sociedad que avistamos será mucho más plural. ¿Cómo construir una identidad colectiva por encima de tradiciones religiosas muy asentadas, como aquí? Es algo que siempre me pregunto.
Uno de los grandes problemas que puede tener la fe. Pero para que las identidades culturales no instrumentalicen la fe, la única respuesta es la experiencia religiosa personal . Porque entonces da sentido a la identidad cultural de la fe. O trabajamos como prioridad una experiencia de encuentro con Jesucristo profunda de las personas o las identidades culturales instrumentalizarán la fe.
Exacto, se quedan como una cáscara de nuez, hermosas pero vacías.
Es una forma de desamortización cultural de lo católico .
Otro riesgo es el de considera la fe cuestión meramente privada que no puede tener trascendencia en la vida cotidiana, ¿cómo se sale de ese rincón?
Limitar la fe a la vida privada es crearnos una zona de confort que se hace, no tanto por las exigencias de la presión exterior, sino por la falta de una experiencia real de encuentro con Jesucristo . Creo que ésta es la clave . Si tienes esa experiencia religiosa auténtica, te va a llevar a salir de tu zona de confort y hacer una confesión pública de la fe . No tanto porque tengamos que dar razones de nuestra fe sino porque la propia dinámica de la experiencia te lleva a esa exigencia.