El rincón de...
Agustín Villar: «La cartografía soviética de Sevilla y Andalucía tuvo que estar hecha por espías militares»
¿Sabían ustedes que la antigua URSS disponía de cartografía exacta de casi todo el mundo? También cartografiaron Sevilla, Córdoba, Granada, La Línea, Gibraltar
Los rusos cartografiaron el mundo . Los españoles del XVI hicieron lo mismo en el Nuevo Mundo. Por esa razón, Agustín Villar, apasionado del tema, ha escogido como rincón favorito en Sevilla la Plaza de la Contratación.
Tan vinculada a los cartógrafos y pilotos de la carrera de Indias. Nació en La Línea, se vino a Sevilla para licenciarse en Geografía y compartir, en la misma casa patio, las sevillanas del Pali que el trovador cantaba mientras estudiaba en aquel piso de estudiantes.
Es subdirector del Instituto de Estadísticas y Cartografía de Andalucía y le encanta la vela. Marinero en tierra llana, cuando va a su pueblo no le teme al vendaval que entra por la puerta del Estrecho. Lo que menos le gusta de la ciudad es su ombliguismo, aunque para eso está Cádiz que le echa una mano y la salva.
¿Exagero si digo que cartografiaron el rincón más alejado del planeta donde un hombre hubiera puesto sus pies?
Sin lugar a dudas. Lo hicieron con tanta insistencia que algunos murieron en el intento.
Hablamos de la URSS. De tiempos previos a su desintegración. ¿Qué cantidad de mapas geográficos tenían en sus archivos?
Millones de hojas cartográficas. Más que por números, se contaban por toneladas.
¿Hablamos del KGB o de algún ministerio?
No, no, no. Este era un tema vinculado al Estado Mayor soviético aunque como era frecuente en los estados socialistas había otros organismos haciendo lo mismo. Curiosamente, por el secretismo que rodeaba este trabajo militar, las cartografías realizadas por instituciones civiles, incluían errores conscientes.
Parece que todo se debió a una obsesión de Kruschev, el del zapatazo en la ONU…
Sí, sí. Fue con Kruschev cuando la factoría se puso a revienta calderas. Y así estuvieron hasta días antes de la caída de la URSS. Aunque todo comenzó con Stalin.
Al parecer todo aquel arsenal cartográfico se distribuyó en veintitantos puntos distintos de la URSS. ¿Cuántas referencias cartográficas llegaron a tener?
Podríamos hablar de millones de hojas cartográficas. Para hacernos una idea de su magnitud, Andalucía cabe en 2.700 hojas.
El caso es que con el cambio de régimen político en Rusia se llegó a vender todo.
Así es. Se llegó a vender hasta uranio en el mercado negro.
¿También se vendió su arsenal cartográfico?
No llegaron a controlar los depósitos cartográficos de las repúblicas independientes y éstas vendieron todo lo vendible. Muchas de estas hojas aparecieron en manos de marchantes cartográficos.
Esto es real. Los narcos colombianos preguntaron a las mafias rusas si vendían un submarino. Y le contestaron: ¿con misiles o sin misiles?
(Risas) Me lo creo.
La pregunta del millón es que si ese arsenal cartográfico no se realizó desde el cielo, ¿se hizo desde el suelo?
Necesariamente tenían que tener agentes en tierra porque hay detalles de la cartografía que sólo podían reflejarlos individuos sobre el terreno. Y me refiero a la capacidad de carga de un puente, la anchura de las carreteras y la identificación de usos militares.
¿Eso significa que, por ejemplo, los mapas de Sevilla, Córdoba, Granada y La Línea los hicieron profesionales al servicio de Moscú?
Claramente. O fueron rusos blancos reconvertidos o directamente espías militares.
Pues déjeme que le diga que el asunto se pone bueno para un personaje de Le Carré…
Sin dudas. Cuando te metes en este asunto te entran ganas de escribir una novela. No crea que no lo he pensado.
¿Alguna singularidad que resaltar en los mapas andaluces citados?
El de Sevilla es el más detallado, está realizado en dos hojas, a escala 1: 10.000, con gran número de calles rotuladas en cirílico. No se imagina usted lo evocador que es La Campana escrito en cirílico. Incluye hasta la obra de desviación del Guadaira. Nos lleva a pensar que para hacerlo hubo apoyo aéreo.
La consejería para la que usted trabaja se ha hecho con una serie de esos mapas. ¿Lo compraron en el mercado negro?
No, no, no. Son mapas cedidos por el Instituto Cartográfico catalán.
La Generalidad siempre tan atenta a la geografía, ¿verdad?
(Risas).
Una prima suya está casada con un ruso al que usted le pidió que le interpretara algunas anotaciones en cirílico de la cartografía. Se quedó helado cuando lo vio, creo.
Concretamente, me dijo con un profundo acento ruso: ¿de dónde has sacado esto «prrrrrimo»? Por manejar información secreta meten a la gente en la cárcel en mi país.
Cuando usted aspiró a la Alcaldía sevillana uno de los lemas que manejó fue la recuperación de la decencia. ¿Los rusos llegaron a detectarla en sus cartografías o sigue invisible?
(Risas) Se la dejaron en los borradores.
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