Agredidos dos funcionarios de la cárcel Sevilla I al reducir a un preso reincidente en conductas violentas

El centro penitenciario Sevilla I , en Mairena del Alcor, tuvo este pasado domingo un episodio de violencia, cuando uno de sus presos agredió y lesionó a dos funcionarios . Uno de ellos sufrió fractura en un pie, mientras que el otro se saldó con una lesión ligamentosa en la rodilla. Los hechos se produjeron sobre las dos de la tarde, cuando el compañero de celda del preso (que responde a las iniciales de A. C.) pidió ayuda ante las agresiones que estaba recibiendo.

La llamada fue atendida con urgencia por los funcionarios, que se encontraron con la agresividad del interno, atacando con patadas y puñetazos mientras profería insultos y amenazas . Los funcionarios, completamente desprotegidos, tuvieron que pedir ayuda para poder reducirlo. El jefe de servicio se personó con más funcionarios y entonces pudieron acabar con los ataques del preso.

Los dos trabajadores tuvieron que ser atendidos en el hospital tras ser tratados por el personal sanitario del centro. No es el primer incidente que protagoniza A. C. en el Módulo 2 de la prisión, en la Unidad de Preventivos. En los últimos meses ha sido aislado siete veces por su comportamiento violento y sus agresiones, ante las que los funcionarios están indefensos.

Desde el sindicadto del Csif, denuncian la precariedad y la falta de medios a la que se enfrentan los trabajadores de prisiones como la causa principal de estos ataques. «Hay un desamparo total. No tenemos material para protegernos: lo único que llevamos encima es un bolígrafo », explica Claudio Esteban, coordinador del Csif.

Esteban denuncia la falta de personal como otro de los motivos para reflejar la inseguridad que viven los trabajadores en las prisiones, así como «la supresión del límite de edad» para optar a las plazas. «Tenemos poco personal y encima envejecido, más cerca de la jubilación », asegura, con todo lo que conlleva para la seguridad de los trabajadores y el descanso (o la falta de este) del personal.

Lamenta también el abandono que hay por parte de la Secretaría General y que se dé más prioridad a gastar «de 18.000 a 20.000 euros por prisión para llenar las piscinas , con su correspondiente mantenimiento», pero no puedan disponer ni de pistolas taser.