MasterChef

Adrienne, la sevillana que pasó de capitana a expulsada de «MasterChef» por un increíble despiste

La joven, nacida en Bélgica pero afincada en Sevilla, ha colgado el delantal en esta segunda semana de programa por un lapsus que ha pagado demasiado caro

Adrienne, en «MasterChef» ABC

M.J.L.

Segunda semana de «MasterChef» , el reality de fogones ya más que consolidado de La 1. Adrienne , la joven belga, afincada en Sevilla, tuvo que abandonar las cocinas al tener un despiste en la prueba de eliminación. De haberse convertido en una de las mejores del concurso al principio, y en la capitana en la prueba de exteriores, un lapsus la llevó directamente a ser expulsada del programa, a lo no coger el plato principal que le fue asignado.

La primera prueba consistía en elaborar un plato que hablara ellos y que les representara tintando alimentos blancos con especies como cúrcuma, polvo de espinaca o pimentón dulce. Como invitada especial contaban con la ganadora de la última edición de «MasterChef Celebrity», Tamara Falcó . Arroz, calamares o bacalao fueron los platos más populares, sin embargo, Adrienne optó por un postre , algo arriesgado para esta primera prueba, pero que llegó a sorprender a los jueces. La historia versaba porque ella «se considera una chica muy dulce, aunque le daré un punto salado, porque tengo algo de gracia del Sur», advertía durante la ejecución de su plato. En ese «dulce contraste», como así llamó al plato, la joven mostraba los orígenes de su país, Bélgica, con el chocolate y un toque andaluz con una peineta dulce. «Me vine a España por un sevillano que conocí de Erasmus. Luego me casé con otro sevillano, fue un matrimonio fallido y ahora estoy con otro sevillano, no me rindo. A ver si me dura un poco más. Estoy muy feliz». Los jueces admiraron ese postre tan original felicitando a la aspirant e . Consiguió estar entre los dos mejores, con lo que obtenía una ventaja respecto a sus compañeros.

En la prueba de exteriores, el equipo del programa se trasladó al pueblo malagueño de Frigiliana . Samantha Vallejo-Nágera apareció montada en una mula con la materia prima local: aguacates y miel de caña. La belga afincada en Sevilla fue la primera capitana, con un equipo en el que se eligieron entre ellos considerándose los «más débiles». Ambos grupos debían demostrar sus habilidades bajo la lluvia. Al equipo rojo, capitaneado por Rosa, le tocó pulpo a la brasa y el postre, una panacotta; mientras que el de Adrienne debía cocinar rape en tempura, aguacate a la sal y pipirrana de verduras , junto con otro plato de presa ibérica . Lo dieron todo en los fogones, sobre todo el equipo azul que ya contaba de antemano con la beneplácito de Saray y un toque de romero, para que saliera lo malo y entrara lo bueno. La joven cordobesa tuvo un encontronazo con Jose Mari argumentando que no tenía que mandarle a ella , y que solo escuchaba a su capitana. El equipo azul tuvo serios problemas en la elaboración de sus platos, cuando el caos inundó la cocina y la desorganización pasaba factura . El tiempo jugó bastante en su contra y los nervios de los concursantes estallaban una y otra vez. En este sentido, el equipo azul fue directamente a la prueba de expulsión. «Innumerables fallos», contaba Jordi. «Te ha faltado carácter Adrienne», le espetaba el chef. Ivan reprochó a los jueces sus críticas, al no estar de acuerdo con ellos, al igual que Saray.

Ya en la eliminación, los concursantes aún ponían en duda la decisión de los jueces. «Nos disteis mucha caña con la carne, yo la probé y me gustó. No tengo el paladar tan repulido como ustedes, lo siento», seguía comentando Saray. El invitado especial fue el chef del mar, Ángel León , con una prueba un tanto especial. Debían elaborar un plato con lo que normalmente tiramos del pescado, las vísceras: ojos de besugo, hígado de rape, escamas de salmonete, cabeza de atún, espinas de boquerón, tripas de bacalao o las huevas de sepia. Alberto fue el encargado de repartir los productos entre sus compañeros.

La sevillana en un despiste no cogió el producto principal, el hígado de rape , a pesar de que Samantha lo dijo varias veces. Sin el producto, tuvo que improvisar entre fogones, para lo que elaboró una pasta con setas. Mónica le dijo a su compañera que no lo tenía que coger primero, confundiendo a la sevillana. Las lágrimas de Mónica ante la situación corrían por sus mejillas, por lo que se desconcentró también en esta prueba tan decisiva. Finalmente, el plato de Adrienne para intentar salvar la prueba no convenció a los jueces, a parte de no contar con el elemento principal, siendo una de las expulsadas. Por otra parte, el plato de Mónica era «imposible de comer», según los chefs , por lo que se convirtió en la segunda eliminada del segundo programa. «Una experiencia maravillosa, aunque muy corta», comentaba la sevillana.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación