DOS HERMANAS
Dos acusados del triple crimen fueron contratados para «darle un susto» al «Turco» por una deuda
En contra de la última versión del «Pollino», aseguran que dejaron a éste y a su mujer en la casa de Cerro Blanco con las tres víctimas aún con vida
El juicio con jurado que se está celebrando en la Audiencia de Sevilla contra Ricardo G.H., alias el « Pollino» , principal acusado del triple asesinato de Yilmaz Giraz, el «Turco»; su pareja Sandra Capitán y la hija de ésta de seis años, en una casa del barrio de Cerro Blanco en Dos Hermanas en septiembre de 2017, y seis acusados más, ha acogido este jueves el interrogatorio de los dos últimos implicados David R.H.P., alias «Tapita», y José Antonio M.B., quienes presuntamente fueron contratados para secuestrar, agredir y, si fuera necesario, asesinar a Yilmaz. Ambos han admitido que el «Pollino» acordó con ellos pagarles 1.500 euros a cada uno para darle «un susto a un amigo suyo de Valencia que le debía 20.000 euros» , pero niegan que ellos lo asesinaran, sólo lo redujeron y amarraron.
Al contrario, David y José Antonio han asegurado que dejaron a las tres víctimas aún con vida en la casa 168 de Cerro Blanco con el «Pollino» y su mujer Elisa, también acusada. Decidieron marcharse de allí cuando se enteraron por boca de Ricardo G.G., alias el «Cabo» y padre del «Pollino» de que «el amigo de Valencia», como así se refirió a Yilmaz Giraz el «Pollino» cuando les contrató para hacer este trabajo, venía con su mujer (Sandra) y una niña (Lucía).
Las declaraciones de David, la de éste mucho más extensa, y José Antonio, contradicen a la ofrecida ayer por el «Pollino», su mujer Elisa y Ricardo padre, quienes junto a su esposa, Joaquina, también acusada, conforman el clan de los «Cabos» .
El principal acusado se defendió diciendo que había alquilado la casa 168 de Cerro Blanco a David por ocho mil euros por los días 15 y 16 de septiembre , y que cuando fue a por las llaves había dentro « dos extranjeros, altos y fuertes, armados », que le amenazaron con matarlo a él y al clan y tirarlos a la fosa donde estaban los cadáveres de Yilmaz, Sandra y Lucia si no les hacía caso.
Además le obligaron a comprar el hormigón y echarlo para tapar el agujero con los cuerpos sin vida de los tres. Por su parte, Elisa dijo que estaba separada del «Pollino» y no sabía nada de sus asuntos, el «Cabo» declaró que estuvo en Sevilla con su hija aquel día y Joaquina, acusada como encubridora , manifestó al jurado que ella estaba trabajando como vendedora ambulante. Por supuesto, ninguno aceptó haber concertado un plan para secuestrar y asesinar a Yilmaz, Sandra y Lucía .
Sin embargo, tanto David como José Antonio han indicado este jueves ante el jurado que dejaron a las tres víctimas con vida en la casa cuando el «Cabo» los llevó a Sevilla tras hacer su trabajo, que era «sorprender, reducir y amarrar al señor de Valencia» . Según éstos, el «Pollino» ya se encargaría de hablar con su amigo, al que había invitado a su casa de Cerro Blanco con la excusa de celebrar su cumpleaños, para reclamarle el dinero.
Pero los dos presuntos sicarios también dejan en mal lugar la versión de Manuela M.O., la séptima acusada y la persona que presentó al «Pollino» y a su amigo David, quien aseguró ayer que ella nunca supo nada de ese «trabajo» . Hoy David ha dicho que estaba al tanto de todo , aunque ninguno de los tres (Él, José Antonio y Manuela) tiene nada que ver con los secuestros y asesinatos de estas tres personas.
El relato hasta los crímenes, según el «Tapita»
El «Tapita», según él mismo ha narrado en una declaración muy esperada tras el ataque frontal que recibió ayer por parte del «Pollino», recibió una llamada o mensaje de WhatsApp de Manuela, con quien tenía una relación «estrecha», durante la mañana del día 14 de septiembre en la que lo citaba en su casa de Palmete para hablar con él. Allí conoció al «Pollino» , quien le comentó, delante de la acusada, que «un señor de Valencia tenía una deuda de 20.000 euros con él y quería darle un susto para cobrar». « Sólo se habló de reducirlo e irnos », ha puntualizado David, que en en ese momento no respondió.
Manuela, al mediodía, le dijo a David que el «Pollino» le ofrecía 3.000 euros para él y para otro persona , que él tenía que buscar para garantizar el éxito del plan. David se lo tenía que pensar. Aún el día 14, pero ya de noche, volvieron a quedar en casa de Manuela para cerrar el acuerdo con Ricardo G.H., quien lo quería contratar desde un día antes de los asesinatos, pero David sólo aceptó quedar con el «Pollino» el mismo día 16 (sábado) a las 9.30 horas en la casa de Manuela y concretaron la necesidad de otra persona, que sería José Antonio, con quien habló David el viernes 15. Le dijo que había que cobrar una deuda, nada más, y quedaron a las nueve de la mañana en La Negrilla, donde ambos vivían.
Manuela, según David, estuvo presente en las dos reuniones en las que se habló de este trabajo. Ha admitido el «Tapita» que Manuela antes le había hecho otro encargo, por el que ambos fueron detenidos por un robo a una anciana en Carmona días antes de los crímenes de Dos Hermanas, aunque de esto no ha querido contar mucho más.
A las nueve de la mañana del día 16, cuando perdieron la vida Yilmaz, Sandra y Lucía en Dos Hermanas, David recogió en su coche a José Antonio y se dirigieron a Palmete. En casa de Manuela les esperaban Ricardo hijo y Ricardo padre en el coche de éstos. Los cuatro fueron a desayunar a Alcalá de Guadaíra . Allí, el «Cabo» le explicó más detalles a José Antonio: «reducir a un hombre que venía de Valencia para cobrarle 20.000 euros».
Ambos han negado que en las reuniones o conversaciones con los miembros del clan de los «Cabos» se hablara de agredir o asesinar a Yilmaz. De ser así, los dos contratados para hacer dicho trabajo han asegurado que se hubieran negado, así como de saber que a Cerro Blanco también iban Sandra y su hija.
De Alcalá a Cerro Blanco, donde llegaron pasadas las once de la mañana. Ellos dos tenían que esperar en la casa a la llegada de Yilmaz para sorprenderlo, agarrarlo y maniatarlo. A por «el señor de Valencia» fue Ricardo H.G. sobre las doce y media, mientras con David y José Antonio estarían en todo momento Ricardo padre y Elisa, a quien el «Pollino» presentó como su mujer, pese a que ella ayer dijo que estaban peleados desde meses antes.
Tanto José Antonio como David vieron que en el cuarto de baño había un agujero. La fosa donde fueron enterrados las víctimas, la pequeña aún con vida. Un problema con las tuberías fue la explicación que dio el «Pollino».
«Vaya ruina, viene con la mujer y la niña»
Las acusaciones, en su relato de los hechos, indican que los dos Ricardo y David y José Antonio fueron a la casa de Yilmaz a Bellavista para secuestrar a éste, incluso encañonándolo, y llevarlo al 168 de Cerro Blanco. Pero los dos acusados han negado que estuvieran durante esa mañana en Bellavista . No se separaron en ningún momento el uno del otro. Los dos decidieron apagar el móvil . Uno porque tenía a su hija mala, tenía poca batería y lo apagó para que el móvil le durara. El otro porque pensó que mientras hacía el trabajo no era conveniente recibir llamadas. Por eso el informe pericial sobre la ubicación de los terminales móviles es tan relevante en este caso.
En la casa no vieron armas. Elisa, asomada en la puerta, avisó de que había llegado su marido y «el señor de Valencia». Eran entre las 13,30 y las 13,40 horas. Ricardo padre dijo: « Vaya ruina, viene con la mujer y la niña ».
Ante esa sorpresa, según han declarado David y José Antonio, decidieron irse. Según José Antonio, David le dijo al «Cabo» que la mujer y la niña no entrasen, que las entretuviesen. Los dos sicarios aguardaban escondidos para cuando entrara Yilmaz sorprenderle. David lo agarró de las piernas y lo dejó caer, dando con la cara en el suelo. José Antonio le puso cinta americana en brazos y piernas . El «Pollino» le colocó una brida en las manos.
Ellos dicen que no lo golpearon a pesar de que el cuerpo de Yilmaz presenta multitud de lesiones. Lo dejaron con indefenso pero con vida. Entonces, el «Pollino» les dijo que su padre los esperaba para llevarlo a Palmete, que se fueran. Así fue. Al salir, según dicen los dos, vieron a Elisa con Sandra y la niña . Hoy no han dicho, como en la fase de instrucción, que Elisa actuó con agresividad con la menor, a la que golpeó, supuestamente.
«No podía imaginar lo que sucedió después. Jamás en la vida», ha dicho David, mientras José Antonio, en prisión provisional como todos los acuasdos, ha admitido, entre lágrimas, que no ha pedido su puesta en libertad porque «cometió un delito y tiene que pagar por ello».
Los días después, según el «Tapita»
David, en su extensa declaración, ha narrado qué pasó después del día 16 hasta hoy. A su llegada a Palmete, sobre las dos de la tarde, vio a Manuela en su casa, desde el balcón, y le comentó que a Cerro Blanco habían llegado una mujer y su hija y se habían marchado.
Por la noche, David regresó a Cerro Blanco «preocupado» por si el «Pollino» había cobrado la deuda y por si la familia de Yilmaz estaba bien. Aunque no llamó a la Policía. «Me quedé intranquilo» , aunque a la pregunta de la Fiscalía de si se hace responsable de lo que allí pasó no ha querido responder. Fuera no había nadie. Sí luz en el interior, pero no llamó. Según las acusaciones, el clan de los «Cabos» ya habían llamado a la cementera para rellenar de hormigón la fosa.
El día después estuvo con Manuela y el testigo protegido número uno , que junto a los otros cuatro, declara este viernes. Allí le recriminó a la acusada si conocía si Ricardo G.H. había cobrado la deuda o si tenía alguna noticia de él. Manuela dijo que no tenía su teléfono y que no sabía nada. A media mañana, recibió una llamada de este testigo protegido para preguntarle qué había pasado con Manuela y le explicó el trabajo que había tenido que hacer pero sin señalarle que aquel hombre, Ricardo G.H., era apodado el «Pollino».
David conoció por los medios las informaciones sobre la desaparición del «Turco, Sandra y Lucía» , pero no los relacionó con los hechos de Cerro Blanco. Los cadáveres fueron descubiertos el día 30 de septiembre.
Días más tardes, David se puso en contacto con este testigo protegido y le dice que quiere hablar con la familia por si tenía relación , aunque ha precisado que lo hace el propio testigo, aunque David no estaba delante. Fue un sábado por la noche. Le dijo que podía haber una pista sobre la localización de sus familiares en el barrio de Cerro Blanc o.
El día 28 de septiembre le volvió a llamar el testigo protegido número uno y conoció también al número dos, que se presenta como amigo del «Turco» y su familia. Le ofrecen dinero por que le dé información , pero David «no quería dinero», según ha asegurado. David les dice que si van a la Policía que lo avisen para acompañarlos.
Volvió a llamar al testigo protegido número uno para ir con él a Cerro Blanco para indicarle la casa. Fue un sábado por la tarde. Al día siguiente la Policía se persona en casa de David para «hablar de la desaparición» . Y le cuenta que le contrataron para reducir a un señor por una deuda.
« Me ofrecí a quedar con el Pollino y sacarle información », ha asegurado David. La Policía se negó. El día 30 entran los agentes en el 168 de Cerro Blanco. Se lo cuenta el testigo protegido número uno. «No me quería creer los asesinatos», ha añadido.
El 18 de octubre David fue detenido por detención ilegal y asesinato. Se enfrenta, como el «Pollino», el «Cabo», Elisa y José Antonio, a prisión permanente revisable . En sus conversaciones con los testigos protegidos o con los agentes no menciona a José Antonio porque no quería implicarlo: «Lo siento en el alma».
Aunque en una carta que dirigió a la familia de Sandra Capitán lo menciona por primera vez tras hablar con su abogado. José Antonio sabe que David lo iba a nombrar por terceras personas y se presenta ante la Policía Nacional. Fue detenido.
David sólo ha respondido a las preguntas de la Fiscalía, su defensa y el jurado. Pero las otras partes han leído las cuestiones que tenían preparadas. Así, Jesús Rojo, abogado del «Pollino», ha insinuado con sus preguntas que David ideó un plan para darle información sobre los hechos a la familia de Yilmaz Giraz, entre quien se encuentra Urfi Cetinkaya, el «paralítico», uno de los grandes capos de la heroína en Turquí a, ofrecía una millonaría recompensa. «¿Su intención fue informar a los turcos y no a la Policía?», ha sido una de las preguntas de Rojo.
Además de esta sospecha de chivatazo, la sesión de hoy también ha contado con otra sorpresa. David, a preguntas de su abogado, ha contado que en días pasados coincidió con Ricardo hijo y Ricardo padre en un traslado penitenciario. El «Cabo» dijo no conocerlo inicialmente, pero después le señaló que « tenía que exculparlo a él y a su nuera, Elisa ». Además, el «Pollino» le recriminó que se lo había contado a la Policía y al testigo protegido número uno y le pidió saber quien era éste: «con una llamada hago que no venga a declarar» .
De esta conversación, según David, hay una persona como testigo , cuyo nombre ha querido saber su abogado, pero el magistrado ha cortado el interrogatorio porque este hecho, que podría ser constitutivo de un delito de obstrucción a la Justicia , es distinto a lo que se juzga y habría que denunciarlo en el juzgado de guardia.
Este jueves también han declarado los familiares de las víctimas. Mañana lo harán los cinco testigos protegidos, dos de ellos, que tienen relación con los acusados, con fuertes medidas para garantizar su identidad. Lo harán por videoconferencia y con la voz distorsionada .
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