Acusado por su familia de estafar a su tía de 90 años a la que cuidaba

J. P. S., natural de Sevilla y de 50 años de edad, llevaba un tiempo encargándose de su tía nonagenaria, residente en Zaragoza. Pagaba sus facturas, gestionaba la ayuda que recibe a domicilio o le compraba ropa. Pero la familia de este sevillano veía intenciones más oscuras en esa relación y decidió denunciarlo, para demostrar que se estaba aprovechando de su anciana tía. Una sentencia de la Audiencia Provincial de Zaragoza absuelve ahora al sevillano y determina que la querella se interpuso «con fines poco nobles».

Según el abogado del sobrino, éste atendía correctamente a su tía y «le compraba ropa porque la que tenía estaba muy vieja, traía a la anciana a Sevilla durante las Navidades , le administraba sus bienes...». Añade incluso el bufete Osuna, que es el que ha llevado el caso, que su cliente no solo no se ha quedado con dinero de la anciana. Es que ha transferido dinero de su cuenta a la de la mujer para poder hacer frente a determinados gastos .

El letrado sí que reconoce que la mujer hizo un préstamo de dinero a su sobrino, pero, argumenta, éste empezó a devolverlo enseguida. También habla de obsequios: «A veces le hacía algún regalo en metálico en agradecimiento por lo bien que era atendida ». Pero niega que se aprovechase de su tía, como corrobora la sentencia de la Audiencia Provincial.

Según el letrado Fernando Osuna, el sobrino habría cumplido el «acuerdo» de atender a su tía , haciéndose cargo de la administración de sus cuentas y bienes. Sin embargo, determinados movimientos en la cartilla de la anciana no cree que los hiciera el acusado. Opina este letrado que la autonomía que tenía la mujer le permitía « salir de su casa y retirar dinero de su cuenta».

Por su parte, el sobrino se plantea ahora denunciar a quienes le han llevado a juicio por estos hechos y resarcir así «el daño que le han hecho», en palabras de su abogado.