Actos del orgullo gay, dietas... ¿En qué usa el Ayuntamiento de Sevilla el dinero del Alcázar?
La transferencia anual que hace el monumento al ICAS se está aplicando a gastos no incluidos en el presupuesto, en los que hay facturas variadas
Las transferencias de un millón de euros al año que el Real Alcázar de Sevilla lleva realizando al Instituto de la Cultura y las Artes ( ICAS ) desde 2015 han permitido a este organismo del Ayuntamiento tapar todas sus deudas en este mandato, ya que el dinero nunca se ha destinado en su totalidad al fin estipulado en el convenio que regula este trasvase desde el monumento a la Plaza Nueva.
Según ha podido saber ABC de fuentes municipales solventes, el ICAS ha aplicado con esa cantidad el principio de «caja única» , de manera que de los seis millones de euros transferidos en estos años sólo se han invertido en el objeto conveniado —promoción del Antiquarium de la Encarnación, el Castillo de San Jorge y el Museo de la Cerámica de Triana — algo menos de 800.000 euros. Los otros 5,2 millones se han usado para pagar facturas de todo tipo, en muchos casos para asuntos que no estaban presupuestados, entre los que se encuentran los contratos sin expediente aprobados por el ICAS que obligaron al gobierno municipal a presentar un reconocimiento de deuda de casi un millón de euros para poder tapar este agujero.
Entre estas facturas, a las que ha tenido acceso este periódico, hay gastos muy variopintos que van desde la contratación de la Terremoto de Alcorcón como pregonera del Orgullo Gay en 2016 (4.114 euros) a la compra de material escénico para poder abrir la Sala Turina . Se trata de contrataciones realizadas sin seguir el procedimiento legal vigente, es decir, sin la preceptiva solicitud de ofertas y la elaboración de un expediente avalado por funcionarios municipales.
Estos gastos, acordados por el ICAS para solucionar situaciones no previstas, se han ido sufragando con reconocimientos de crédito, pero no han sido necesarias modificaciones presupuestarias porque el ente cultural disponía de efectivo gracias a las transferencias del Alcázar , que han servido para sacar de diversos apuros al Instituto de la Cultura.
El gobierno municipal asegura , tras ser consultado por ABC, que «el convenio firmado en el año 2014 por la corporación anterior con el Real Alcázar de Sevilla no era un convenio finalista , es decir, sólo contemplaba que la partida transferida (un millón de euros) se destinaría a promoción del Museo de la Cerámica, el Castillo de San Jorge y el Antiquiarium, pero no especificando exactamente el destino ». Además, sostiene que las facturas incluidas en el expediente de este convenio «corresponden a facturas emitidas para estos tres edificios en actuaciones concretas de promoción y en inversiones, sin contar con los gastos que generan estos espacios y que salen del presupuesto de ingresos del ICAS, en el que se incluyen las transferencias del Ayuntamiento y también del Real Alcázar».
Desde Cultura inciden, igualmente, en que «se ha aprobado un nuevo convenio con el ICAS el pasado julio en el seno del Patronato del Real Alcázar que contempla un aumento de los espacios museísticos y patrimoniales en los que se realizan inversiones municipales por parte de la Gerencia de Urbanismo y el ICAS (por ejemplo, Santa Clara y Fábrica de Artillería ) y ampara también actividades culturales», una ampliación del acuerdo para la que «se ha contado lógicamente con el Interventor y el Secretario, y así pasó y se aprobó por el Patronato». En definitiva, el gobierno cree que la situación está arreglada porque el nuevo acuerdo «trata de concretar actuaciones frente al convenio generalista que existía hasta ahora».
Sin embargo, dicho convenio dice literalmente: «Con el objeto de colaborar en la difusión del Antiquarium, Castillo de San Jorge y Museo de la Cerámica de Triana como espacios patrimoniales de la ciudad y para su inclusión en las rutas turísticas , el Patronato del Real Alcázar se obliga a transferir la cantidad de 1,5 euros por cada entrada general vendida al Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla (ICAS) hasta el límite máximo anual de 1.000.000 euros ».
El objeto del acuerdo es claro, aunque el gobierno municipal lo pone en duda, cosa que le he permitido gastar más de cinco millones en otras actividades que nada tienen que ver con el fin citado, como el alquiler de material audiovisual para la Sala Turina, diversos conciertos en los distritos, los conductores oficiales del Festival de Cine, las comidas de los participantes en este certamen, el transporte de exposiciones , el diseño y maquetación de catálogos y hojas de sala del proyecto «Feminart» (arte feminista) o el mapping de Navidad de San Telmo en 2016.
También destacan gastos como la contratación de la Terremoto de Alcorcón como pregonera del Orgullo Gay o el diseño del cartel de esta cabalgata en 2016. A este respecto, el gobierno admite esta práctica y argumenta que «el ICAS tiene multitud de actividades culturales financiadas con su presupuesto de ingresos , desde la Bienal hasta el FEST, pasando por el Año Murillo o las actividades de todos los espacios escénicos municipales», no sóló las del Orgullo Gay.
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