Sevilla

Las academias amenazan con pedir que Sevilla deje de ser Patrimonio Mundial

Unesco apercibe a Muñoz por carecer de los planes de protección para el entorno de la Catedral y el Alcázar

El gobierno local acordó en diciembre que los redactaría en 15 meses pero no ha reunido a la comisión ni una sola vez

El entorno de la Catedral, el Alcázar y el Archivo de Indias no cuenta con un plan de protección J. M. Serrano
Javier Macías

Javier Macías

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El gobierno municipal ha incumplido en los últimos siete meses el acuerdo plenario que alcanzaron todas las fuerzas políticas el pasado mes de noviembre por el que el Ayuntamiento se comprometía a redactar los planes sectoriales de protección del entorno declarado Patrimonio Mundial en un plazo máximo de 15 meses. El pacto que firmó casi de forma obligada el PSOE tras la exigencia común de PP, Cs, Vox y Adelante Sevilla suponía la creación de una comisión que se debía reunir cada dos meses para darle forma al documento exigido por la Unesco y del que carece la ciudad desde que se declaró la Catedral y el Alcázar en los años 80. Sin embargo, estas sesiones no se han convocado ni una sola vez , cuando debían ir ya por la cuarta.

La Asociación en Defensa del Patrimonio (Adepa) se ha reunido con todos los grupos políticos de la oposición en el Ayuntamiento para exigirle de nuevo al alcalde, Antonio Muñoz , que cumpla con lo acordado después de que el informe de Icomos, publicado ayer por ABC, apercibiera al gobierno municipal por la carencia de estos planes de protección del entorno. Tanto es así que, según informó el portavoz de Adepa, Joaquín Egea , si pasados los 15 meses preceptivos no están listos estos documentos que determinan los criterios de intervención y cuidado de la zona de amortiguamiento junto a la Catedral y el Alcázar, pedirán a la Unesco que se suspenda la declaración de Patrimonio Mundial. Para ello, además, reunirá a las reales academias y a asociaciones como Hispania Nostra -la que muestra los monumentos que se encuentran en la ‘Lista Roja’ por peligro de conservación- o al grupo de arquitectos de la Universidad Complutense de Madrid con el que trabajó de la mano en su batalla legal para que el proyecto de las Atarazanas fuera respetuoso con los valores del monumento.

Este acuerdo de diciembre también contemplaba la homologación de todos los sectores que cuentan con plan especial de protección en el casco histórico a la sentencia del Tribunal Supremo de 2014, en el mismo plazo de 15 meses. Y, por otro lado, se comprometía también a que se revisaran los compromisos con la Unesco para la zona de respeto y la de amortiguamiento y, a su vez, el acuerdo con este organismo internacional para evitar que vuelvan a surgir problemas como los que se suscitaron con el proyecto del rascacielos de César Pelli.

El primer paso a seguir será en un próximo Pleno municipal en este mes de junio en el que la oposición registrará preguntas para convertirlo en un monográfico en el que se instará al gobierno de Muñoz a cumplir con las promesas con el patrimonio. Partidos como Izquierda Unida y Vox irán por una vez de la mano para cuestionar sobre los planes sectoriales y el incumplimiento del acuerdo de diciembre de 2021.

Aparte de por la proyección de la zona declarada Patrimonio Mundial, Participa Sevilla preguntará al gobierno sobre la situación de la Venta de los Gatos, que está en un estado de abandono indignante; y, Ciudadanos,, por el pavimento de la Plaza Nueva -al que se le ha echado un producto para evitar los resbalones pero dejando una imagen estéticamente decadente- y por la recuperación del Puente de Hierro como pasarela a la altura de Altadis.

El PP, asimismo, llevará directamente al Pleno el informe de Icomos sobre la Torre de la Plata y el aparcamiento, que lo registrará como pregunta y también como proposición.

Las elecciones como límite

Adepa, que se ha movido en todo este asunto de la mano del resto de grupos municipales y de las reales academias sevillanas, pretende que el Ayuntamiento demuestra si tiene «voluntad política» para evitar que vuelva a sobrevolar el riesgo de que la declaración de la Unesco pase a estar en peligro. «Esto es un problema relativamente fácil de resolver, pero hay que ponerse a ello. Icomos ya lo ha recordado en su informe», señaló el arquitecto José García-Tapial, que es uno de los impulsores de la iniciativa junto al aparejador y ex director-conservador del Alcázar José María Cabeza. Este último se lamentó de que la imagen que está ofreciendo la ciudad ante la Unesco no sólo afecta a la Catedral, al Alcázar y al Archivo de Indias, sino también a las candidaturas de Itálica -que está ya en la lista indicativa del Ministerio- y de Carmona -que está empezando el camino-.

Por todo ello, tienen claro que estos próximos meses son fundamentales para que los planes sectoriales se desarrollen antes de las elecciones municipales de mayo de 2023. «A esta Corporación le quedan meses y luego vendrá otra que tardará otros meses en aterrizar, lo que generará un ‘interregno’ que retrasaría su desarrollo», señaló García-Tapial.

Fuentes del gobierno municipal explican que la Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente sigue avanzando en la elaboración de los planes especiales sectoriales y que su objetivo es «la rigurosidad técnica y jurídica». El más avanzado en la actualidad es el del sector de la Encarnación, que iniciará próximamente su tramitación administrativa para su aprobación. Mientras tanto, defienden que el hecho de que una zona del conjunto histórico de la ciudad no tenga un plan especial aprobado «no supone en ningún momento una desprotección del entorno ; al contrario, esta zona pasa a estar protegida por la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía. El trámite hay que completarlo, por supuesto, pero eso no significa desprotección, puesto que cualquier licencia tiene en todo momento su supervisión».

El problema de la falta de protección del entorno de la zona declarada por la Unesco está afectando ya de forma visible, como ha ocurrido con el aparcamiento de la Torre de la Plata o con edificios como el situado al lado, ocupado ahora por una conocida hamburguesería. Son cerca de 40 años los que lleva el Ayuntamiento incumpliendo sistemáticamente el compromiso, desde que en 1985 se aprobó la ley por la cual se obligaba a desarrollar estos planes. En 1995, se aprobó la división en sectores y se redactó el primero, que fue el de la zona de San Luis.

Ya en 2012, siendo alcalde Juan Ignacio Zoido, para salvar la distinción patrimonial de Sevilla se acordó con la Unesco que se desarrollaría un plan de protección específico para la zona de amortiguamiento de la Catedral y el Alcázar, que no se ha cumplido.

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