Tribunales
Absuelven a un sevillano acusado de tocamientos a su hija pequeña
El tribunal de la Audiencia de Sevilla encargado de juzgar este caso expone que tras la celebración de la vista oral y escuchar todos los testimonios, incluidos el de la madre y denunciante, alberga «serias dudas» sobre los hechos
Un tribunal de la Audiencia de Sevilla ha absuelto a A.J.G., un varón de 45 años, quien se sentó en el banquillo tras ser denunciado por su exmujer acusado de presuntos tocamientos y conductas exhibicionistas ante la hija que ambos tienen en común, cuando ésta tenía cinco años. Los tres magistrados, en la sentencia, expresan que después de la celebración de la vista oral y escuchados todos los testimonios albergan «serias dudas» respecto a que la conducta del acusado fuese constitutiva de un delito de abusos sexuales sobre su hija.
El acusado y la denunciante se separaron en 2015 . Fruto del matrimonio nació una hija cuatro años antes. En virtud de sentencia judicial de julio de 2016 se estableció un régimen de estancia, visitas y comunicación con el padre de dos días intersemanales y fines de semana alternos, bajo la supervisión de la abuela paterna.
Pero en marzo de 2017 un juzgado de la capital acordó la prohibición de que el encausado se acercara a su hija, a su domicilio, o centro escolar y su comunicación personal. También se acordó la supresión del régimen de visitas .
Eran las consecuencias de las denuncias de la exmujer por abusos sobre su hija, algo que durante el juicio no ha quedado probado. « No ha quedado probado que el acusado, tanto antes de su separación como con posterioridad a la misma con motivo del ejercicio del régimen de visitas, efectuara tocamientos en las partes íntimas de la menor, así como que le exhibiera sus partes». Así lo expone la Audiencia de Sevilla en la sentencia, facilitada a este periódico por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía.
La Fiscalía pedía cinco años de cárcel
Por los presuntos abusos, la Fiscalía le pedía cinco años de cárcel . La vista oral, celebrado el pasado mes de junio, estuvo marcada por los minuciosos interrogatorios de la fiscal y la abogada de la acusación. El investigado negó todos los hechos.
Sobre A.J.G. pesan varias denuncias por exhibicionismo a adultos, antes los que se masturbaba. Todas ellas pendientes de ser juzgadas. Según el acusado, este trastorno está «tratado y curado» por profesionales.
El tribunal expone en su fallo que el relato de la menor , que se pudo escuchar en el juicio como prueba preconstituida (grabada con profesionales antes de la vista oral), no es fluido, espontáneo ni hilvanado . Contó lo que había narrado previamente a su profesora, que su padre se portaba mal porque su madre le decía que hiciera algo y no lo hacía.
El relato «no incluye tocamientos directos , sino por encima, sin que describa que su padre le quitara la ropa, le exhibiera sus partes y se tocara, como pretenden las acusaciones», explican los magistrados.
La primera denuncia de la madre contra su exmarido fue en juio de 2015. Nueve días después el juzgado acordaba el sobreseimiento provisional de la misma. La causa se reabrió en enero de 2017 tras recibirse una comunicación del Virgen del Rocío po r la visita de la menor al hospital por presuntos abusos sexuales .
Ni los médicos ni Adima
El forense entonces no detecta signos de violencia . El informe médico tampoco refleja lesiones derivadas de malos tratos o abusos. La madre presentó denuncia el mismo mes de enero, después de conocer que la hija había verbalizado los tocamientos a una profesora.
También constan dos informes en la causa elaborados por los profesionales de la asociación Adima en los que no se recogen que la niña sea víctima de abusos.
Por todo el tribunal concluye que, tras las sospechas de la existencia de abusos y la formulación de las denuncias por la madre, la menor fue explorada y reconocida en dos fechas diferentes, con un intervalo de casi un año y medio entre ambas, por cuatro profesionales de la medicina , sin que ninguno de ellos haya detectado evidencia de la existencia de los abusos , y asimismo ha sido objeto de estudio por dos equipos diferentes de Adima en fechas también distantes entre sí (2015 y 2017), llegando a la misma conclusión respecto a la falta de confirmación de la sospecha inicial de la existencia de abusos sexuales en la menor.
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