La Universidad cada vez es más competitiva y cada vez es más difícil para los estudiantes conseguir plaza en el grado que desean. Lo reconocía la pasada semana la vicerrectora de Estudiantes de la Universidad de Sevilla, Pastora Revuelta. Las cifras que maneja la Consejería de Conocimiento, Investigación y Universidad, que tiene las competencias en materia de universidades, hacen patente esta dificultad de los jóvenes. Es un fenómeno que cada vez afecta a más alumnos.
El pasado año sólo el 68,5 por ciento de los estudiantes de nuevo ingreso en primero de carrera logró entrar en el grado que había elegido en primera opción. El dato, extrapolable a Sevilla ya que la Junta de Andalucía no tiene aún los porcentajes provinciales, supone que el 31,5 por ciento de los alumnos que acabaron el Bachillerato no consigue estudiar lo que quiere. El porcentaje sube algo más cuando se suman las segundas opciones elegidas en la solicitud de matrícula. Es decir, las carreras que los chicos eligen como segunda posibilidad . En ese caso, uniendo la primera y la segunda opción, llega hasta el 83,7 por ciento los que pueden estudiar lo que quieren. Pero sigue habiendo un 16,3 por ciento que no logra entrar en ninguna de las dos carreras que pensaba hacer y que debe estudiar otra cosa.
En cifras, del pasado curso 2017/2018 (las de este año no estarán disponibles hasta que finalice el proceso de adjudicación), suponen que de total de 42.139 matrículas que hubo el pasado año en 1º curso de los grados, sólo 28.860 pudieron matricularse en la primera opción, otros 6.389 lo hicieron en la segunda. Fueron 13.279 estudiantes los que no pudieron cursar la carrera que querían. E stos números, que este curso serán similares o, si se modifican, lo harán al alza , ponen de manifiesto la existencia de un serio problema ya que, como reconocen desde la propia Universidad, cada vez los estudiantes se esfuerzan más, sacan las notas más altas, y sigue subiendo el listón. El resultado es que hay carreras en las que cada curso piden más nota de corte para entrar.
Las titulaciones más demandadas siguen siendo Medicina, Enfermería, Educación Primaria, Psicología, Derecho y Administración de Empresas por ese orden, según la Consejería de Conocimiento.
Medicina
Pero, aunque algunos grados, como el de Medicina sean además donde exigen notas muy altas, no siempre es así ya que hay otras titulaciones con notas de corte muy elevadas que luego no son tan demandadas. Sí es así en el caso de Medicina en Sevilla : el curso pasado hubo 5.800 solicitudes para un primer curso que ofreció 290 plazas. Algo que obliga a muchos estudiantes, con notas brillantes, a decantarse por otras titulaciones del área como Biomedicina o Bioquímica.
Algo similar ocurre en Derecho en la Universidad de Sevilla, una de las facultades que, por su prestigio y por las «salidas» que ofrece, sigue siendo de las titulaciones más buscadas. E l pasado año hubo 2.625 solicitudes para 480 plazas . Son sólo dos ejemplos de muchas carreras que no son accesibles para todos y que hacen que algunos jóvenes ven «frustradas» sus aspiraciones.
ABC ha hablado con varios chicos y chicas que, después de haber estudiado un Bachillerato con notas muy altas, se ven obligados a repetir la Selectividad. O en muchos casos a matricularse en otras facultades, unos con la intención de intentarlo de nuevo al año siguiente, o buscar una opción similar a su vocación. La palabra que todos repiten es «frustración». Por no conseguirlo después de dos años de Bachillerato y por tener que jugarse en un examen de Selectividad su futuro.Así es el sistema universitario.