El 3 de mayo, salvación o funeral de Mercasevilla

La disputa entre Ayuntamiento y Mercasa pone a la lonja al borde de la muerte

Acceso a Mercasevilla JESUS SPINOLA

ALBERTO GARCÍA REYES

El embrollo jurídico en el que andan enzarzados el Ayuntamiento y Mercasa para resolver quién es el titular de los suelos de la lonja y cómo se va a articular el futuro de la misma cuando caduque la concesión en 2021 ha ensombrecido el verdadero frente que tiene esta sociedad la próxima semana. El 3 de mayo hay que presentarle al juez un convenio con acreedores para el pago de la deuda. Si este acuerdo se presenta, Mercasevilla sobrevivirá. Si no, celebrará su funeral, todos los empleados irán al paro y la ciudad dejará de tener un centro logístico de distribución alimentaria.

Por lo tanto, esa fecha es la primera que hay que salvar y apenas quedan unos días para conseguir el pacto, que todavía está en el aire. La deuda es de 22,5 millones de euros gracias a la quita del diez por ciento que concedió Sando , el principal acreedor. En teoría, esta cantidad tienen que abonarla los socios de la compañía en su parte alícuota.

Es decir, el Ayuntamiento tiene que pagar un 51 por ciento, Mercasa un 48 y los mayoristas de frutas un 0,16. Sin embargo, la sociedad estatal ha puesto como condición para el pago de su parte la garantía del Ayuntamiento de que la concesión de la lonja tendrá vida indefinida y no caducará en tres años.

Y el gobierno de Juan Espadas ha mostrado su disposición a firmar esta opción, pero no puede hacerlo hasta que compre las acciones de los mayoristas de frutas, ya que el secretario municipal indica que es condición indispensable para este acuerdo que el mercado sea cien por cien público.

Obviamente, la compra o expropiación de las acciones de los fruteros no puede articularse de aquí a la próxima semana, por lo que el Ayuntamiento no puede garantizar a Mercasa lo que le pide. Por contra, el interventor municipal entiende que el pago de la deuda no puede tener condiciones, ya que se trata de una losa generada siendo Mercasa accionista, por lo que tiene la obligación de pagarla.

Y en medio de esta disputa, que hay que resolver antes del 3 de mayo obligatoriamente si se quiere evitar la muerte de Mercasevilla, se ha producido la disputa por la futura venta de los suelos en el caso de que la deuda tuviera que ser afrontada en solitario por el Ayuntamiento. Desde el gobierno se insiste en que no es la primera opción de Espadas, que prefiere mantener el matrimonio con el holding estatal de mercados de abastos , pero que ante la condición impuesta por Mercasa imposible de cumplir por el Ayuntamiento en el plazo que queda para presentar el convenio de acreedores, se ha visto obligado a estudiar otra alternativa.

No obstante, los reproches mutuos son cada vez más visibles. Desde Madrid se recuerda a Espadas que la prórroga de la concesión ya se ha aprobado en otras ciudades como Madrid o Zaragoza. Y el gobierno socialista de Sevilla sostiene que en los últimos once años Mercasa no ha aportado ni uno solo de los 150 clientes que actualmente tiene Mercasevilla, por lo que incluso podría no interesarle como socio.

Lo cierto es que la situación es límite. Mercasa celebró ayer un consejo de administración en el que trató el caso de Sevilla y apostó por intentar llegar a un acuerdo inmediato para salvar la lonja. Pero todo depende de lo que ocurra en el consejo del propio Merca mañana, en el que se tiene que llegar a un pacto para elaborar el convenio con los acreedores. En las próximas horas, Mercasevilla se juega la vida . Literalmente.

El 3 de mayo, salvación o funeral de Mercasevilla

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