Antonio Luque

«El 20% de los negocios hosteleros no volverá a abrir por el impacto del virus»

Lleva veintinueve años en la hostelería, es presidente de la patronal sevillana y nunca vivió horas tan inciertas en su sector

Antonio Luque Abc

Félix Machuca

Son cifras aproximativas. Entiendo

En Sevilla y provincia hay unas 55.000 personas trabajando en la hostelería, pero si contamos el empleo indirecto que generamos, el número asciende a 80.000. De esa cifra calculamos que el 20 por ciento de los negocios no volverá abrir, lo que podría afectar a casi 20.000 asalariados.

El problema es que es un sector claramente dominado por pequeños y medianos empresarios, con poca capacidad de respuesta ante un golpe así.

La hostelería es un sector muy atomizado, con unos márgenes muy reducidos y existen muchísimos negocios que apenas llegan a fin de mes. Es imprescindible trabajar mucho y vender todos los días para conseguirlo.

La situación es esta: ustedes cierran sus locales, pero hay que seguir pagando facturas y alquileres. ¿Eso cómo se consigue?

Sólo se conseguirá con las medidas de la administración: inyectando liquidez a través de los préstamos ICO, aprobando rápidamente los ERTE, suprimiendo tasas y aplazando el pago de impuestos, cotizaciones de Seguridad Social y autónomos, arrendamientos, hipotecas y préstamos.

Lo de los alquileres imagino que debe ser lo más parecido a sentir una cuerda al cuello…

Sin ingresos es una losa imposible de aguantar. Por eso apelo, mientras el gobierno no tome otra decisión, a la sensatez de los caseros para que lleguen a acuerdos razonables con los hosteleros inquilinos.

Muchos de esos empresarios cuando puedan abrir, tendrán cargas de treinta o cuarenta mil euros. ¿Es asumible?

No es asumible. Repito, sin medidas rápidas, reales y eficaces se quedará mucha gente del sector por el camino: autónomos, empresas y empleados. Sería una tragedia que se puede evitar.

Entiendo, entonces, que en este momento, como en tantos otros escenarios de la vida española, se está redibujando un futuro que no tendrán muchos días de vinos y rosas durante años…

La incertidumbre es tremenda, nadie sabe realmente lo que va a ocurrir. Pero yo soy de naturaleza optimista, como la mayoría de los hosteleros, y pienso que, si se hacen las cosas bien, a la caída le puede seguir un rebote importante. Una salida en V. No es infrecuente que a una situación de crisis le responda una proyección económica en bonanza.

¿Las respuestas del gobierno central son realistas?

¿Las respuestas del gobierno central son realistas?

No, debe inyectar mucha más liquidez en el sistema, agilizar y simplificar los trámites, bajar impuestos y cotizaciones sociales, suspender los alquileres, hipotecas y préstamos, impuestos de suministros,…

Tampoco parece que sea muy realista que el Ayuntamiento siga cobrando la tasa de basura cuando no se genera ninguna por cierre…

Tenemos el compromiso del Ayuntamiento de que la va a eliminar, como ya ha hecho con las tasas de veladores.

La situación es tan imprevisible que no se pueden hacer cálculos de cuándo se podrá abrir de nuevo. Entre otras cosas, porque esa decisión es de los científicos y de Sanidad.

Esta incertidumbre nos mata. Imagínese con la cuenta de los ingresos a cero y la de los gastos corriendo. Pero tenemos la esperanza de que sea pronto, porque el comportamiento de los sevillanos está siendo ejemplar.

Y entiendo que cuando se pueda abrir la gente se medirá mucho e incluso, por un tiempo, las costumbres y la mentalidad cambien.

Dependerá de las instrucciones de las autoridades sanitarias, pero la gente tiene muchas ganas de salir, de volver a ver a sus amigos y familiares, de disfrutar de la ciudad, de sus costumbres y de sus bares.

Intento decirle que los bares y los restaurantes, que han sido siempre la segunda casa del sevillano, no volverán a ser lo que fueron hasta que se imponga la seguridad sanitaria.

Claro, poco a poco se conseguirá la normalidad, pero la salud es lo primero y habrá que estar con lo que decidan las autoridades. Los hosteleros seguiremos dando ejemplo de concienciación.

Le pregunto esto porque ustedes barajan la fecha de septiembre como una luz al fondo del túnel.

Aunque el virus es imprevisible, esperemos que sea antes por el bien de todos.

En casi 30 años en la hostelería ¿ha vivido usted un Domingo de Ramos tan triste como el de ayer?

El de 2003, que solo salió La Paz y se tuvo que refugiar. Fue el año en que La Bofetá fue la primera en hacer estación de penitencia. Ojalá el motivo hubiera sido el mismo.

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