Dónde encontrar los dulces de Cuaresma en Sevilla
Numerosos establecimientos ofrecen en este tiempos torrijas, pestiños, roscos fritos y otras variedades de elaboración propia
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1234567891011Dulcería Manu Jara
Los dulces de Cuaresma cobran especial relevancia en la Dulcería de Manu Jara, el prestigioso chef francés ahora afincado en Sevilla, concretamente en la calle Pureza. Pestiños elaborados con la receta tradicional pero que aparentemente no tienen la misma forma. Sin embargo, el sabor es inconfundible. Igualmente, las mini torrijas de vino con jalea de miel canela, servidas en una lata de conservas sorprende a propios y a extraños. Y remata con los buñuelos de Cuaresma con ingredientes como la harina, leche, anís, yema, canela molida, matalahúva, ralladura de limón y mantequilla. Todo un deleite.
Confitería Los Ángeles
En 1932 Francisco Vega Alfonso abrió una pequeña tortería en el barrio del Arenal que, con el paso de los años, pasó a ser lo que hoy conocemos como Confitería Los Ángeles, todo un clásico en la repostería sevillana. Y que también cuenta con establecimientos en la calle San Pablo y en Los Bermejales (Avenida de Finlandia). Como toda pastelería sevillana, sus dulces de Cuaresma son esenciales. La torrija de miel y la de azúcar y canela y, en menor cantidad, la bañada en chocolate. Francisco, uno de los maestros pasteleros de este establecimiento, también destaca como producto estrella los pestiños de miel, tanto grandes como pequeños y los buñuelos de Cuaresma, rellenos con crema rusa (crema pastelera con merengue). Como curiosidad, las torrijas están hasta el Viernes Santo ya partir del Viernes de Dolores se ponen a la venta los roscos fritos, las galletas fritas rellenas de crema y las empanadillas de cabello de ángel. Y durante la Semana Santa, la «poleá de agüela», que se vende a granel, o como se decía antiguamente, a cucharadas.
Restaurante Becerrita
Situado en la calle Recadero, Restaurante Becerrita, este establecimiento hostelero ha alcanzado fama tanto por su buena cocina, de la que lleva deleitando más de veinte años, como por su repostería. En este caso, la de Cuaresma es singular y tiene fama que traspasa los límites de la ciudad. Pestiños y torrijas elaborados con la receta tradicional, esto es, la miel porque como señala Jesús Becerra, «la clientela no nos deja cambiar». Eso sí, las torrijas pueden acompañarse, siempre que el comensal lo quiera, con helado de mantecado. Y una advertencia: sólo elaboran esos dulces en Cuaresma. Así que habrá que darse prisa…
Robles Laredo
Robles Laredo es de los establecimientos de Sevilla que hay que visitar en cualquier época del año. Laura Robles es quien comanda este lugar que supone toda una experiencia para los paladares en cuanto a cocina tradicional y tapas de ayer, de hoy y de siempre. Y junto a ello, su repostería artesanal, todo un deleite que cobra relevancia en cada Cuaresma con sus torrijas con vino moscatel elaboradas de la manera tradicional. También las torrijas de leche, rebozadas en azúcar y canela. Y no son ni las grandes ni las minitorrijas, sino un tamaño intermedio para que, según la propia Laura Robles, «quien se tome una quede satisfecho, o que quien quiera una segunda no le resulte demasiado». Los pestiños, bañados en miel, también tienen un tamaño más pequeño que los habituales y durante Semana Santa tienen su variedad rebozados en azúcar. Las torrijas sólo en Cuaresma y Semana Santa. Los pestiños tienen más duración y se suelen realizar «en cuanto llega el frío».
Heladería La Fiorentina
Torrijas y pestiños tradicionales… pero en helado. Ello es posible en la Heladería La Fiorentina (calle Zaragoza), donde llevan 16 años elaborando este suculento manjar de la Cuaresma sevillana pero en deliciosas tarrinas o coronando los típicos conos de barquillo. Se pueden degustar todo el año porque, como señalan sus responsables, «al turista que visita Sevilla en cualquier época del año le gusta probar sabores que en sus ciudades o países no encuentra». Y, ojo, tanto el helado de torrija como el de pestiño llevan los mismos ingredientes que estos dulces.
Confitería La Victoria
La Confitería La Victoria tiene sus raíces en la localidad onubense de Moguer. Allí, en el último cuarto de siglo del XIX comenzó su andadura. De una pequeña tienda fue aumentando y expandiéndose. Ahora lleva dos años en Sevilla, concretamente en San Pablo, 45. Dulces artesanos son la referencia de esta confitería. Y en Cuaresma y Semana Santa, como no podía ser de otra forma, podemos encontrar torrijas en sus más tradicionales variedades (de leche, de miel y de vino), pestiños, ligaíllos, rosquitos, piñonates e incluso hornazos. Eso sí, sólo en Cuaresma y Semana Santa. Porque cada dulce tiene su época, según declaran.
Confitería La Campana
Si hay una confitería que es santo y seña en Sevilla, ésa es La Campana, toda una institución en el arte de la repostería en la calle Sierpes. Borja Hernández Medina, cuarta generación de pasteleros/reposteros, señala que la torrija es la estrella en su establecimiento. Son de miel y bañadas en miel. No hay otra variedad. Y sólo en Cuaresma. En un día bueno (sábado o domingo) se pueden despachar hasta 1.000 torrijas. Pero no sólo de este manjar viven los clientes de La Campana. Los pestiños de miel, los nazarenos de chocolate y de caramelo, o los nazarenos «bomboneras» (rellenos de caramelos o bombones) completan una oferta cuaresmal con las «monas» de Pascua y las cocas de Cuaresma. Para echar un buen rato…
Suitcake. Tartas de autor
Novedosa es la propuesta de esta pastelería de diseño, Suitcake, tartas de autor, ubicada en la calle Presidente Cárdenas, 10, en pleno barrio de El Porvenir. En mayo harán dos años en los que se ofrece un concepto distinto de repostería, como señala Jorge, uno de los propietarios y chef, «mirando más hacia clientes de fuera. Hacemos repostería más al estilo americano e inglés. Y durante Cuaresma y Semana Santa no pueden faltar las torrijas. Eso sí, distintas radicalmente. Porque utilizan pan de barra (como antiguamente), que se baña en leche, nata, yema de huevo e incluso licor y luego pasada por azúcar y canela. En lugar de freírla se hace a la plancha, con lo que no hay aceite. Una vez fría, se le añade una crema de almendras tostadas que se carameliza. Y otra versión, con una capa de chocolate. Al igual que otras confiterías, estas torrijas estarán sólo en Cuaresma y hasta unos días después de Semana Santa.
Antigua Abacería de San Lorenzo
La Antigua Abacería San Lorenzo, en la calle Teodosio 62, hunde sus raíces en los antiguos puestos o tiendas donde se vendían al por menor, aceite, vinagre, legumbres, salazones… convirtiendo Ramón López de Tejada, su propietario, este establecimiento en un lugar donde poder degustar la tradicional cocina sevillana que se adapta a las distintas épocas del año y sus fiestas. Así, en Cuaresma, además de los platos propios de este tiempo (cocido de Cuaresma, garbanzos con bacalao, espinacas con garbanzos…) los dulces cuaresmales son parte fundamental: las torrijas de vino y miel de elaboración propia (su esposa es quien las hace), los pestiños y mini pestiños de Jerez, bañados en miel; los garrotes de Carrión (masa de rosco reliada), las «angüelas» y roscos de Alcalá de Guadaíra, borrachuelos de cidra y azúcar de Utrera, piñonates y rosas de miel de Aznalcóllar y el hornazo de Rociana. Las torrijas, además de en Cuaresma y Semana Santa, tienen una versión veraniega, puesto que la acompañan con helado de vainilla. Vamos, lo que es una «torrija de verano».
Convento de Santa Inés
En pleno corazón de Sevilla, en la calle Doña María Coronel, se erige el convento de Santa Inés, de las hermanas franciscanas clarisas y que fue fundado por Doña María Coronel en 1374. Sus dulces y bollería son famosos en toda Sevilla y elaboran especialidades en Navidad y, como no podía ser de otra forma, en Cuaresma. En este tiempo la estrella es el pestiño, frito y bañado en miel según la receta tradicional. Se ponen a la venta el Miércoles de Ceniza y están hasta el Lunes o Martes Santo, no más allá según explican desde el propio convento. La demanda es grande y acude gente única y exclusivamente para adquirirlo. Pero no dejen de probar los bollitos, uno de sus productos típicos durante todo el año, las magdalenas y los cortadillos de cidra. El torno está abierto de 9 a 13 horas y de 16 a 18.30 horas.
Confitería Los Angelitos
Tradición en la confitería Los Angelitos radicada en Santa María la Blanca, Alcaicería y Asunción, establecimientos desde los que sus propietarios deleitan durante todo el año con su repostería y bollería. Y llegado el Miércoles de Ceniza aparecen en sus vitrinas las torrijas y pestiños como principales argumentos cuaresmales. La torrija bañada en miel (con el pan elaborado en su propio obrador) y en sus modalidades de normal y minitorrija. Ésta, además aparece también bañada en chocolate bombón. Y otra variedad más, las de azúcar y canela. Los viernes de Cuaresma la oferta en mucho más amplia y pueden adquirirse los buñuelos rellenos de crema rusa (manga pastelera con merengue), los gañotes de miel y las abuelas de miel, una masa más fina que el pestiño, con miel y un toquecito de limón. Los pestiños también tienen la variedad de normales y minipestiños y se ofertan durante todo el año.