«De pequeña sólo me llevaban un ratito. Las mejores fueron a partir de los 15 años»
Cuando era niña estrenaba cada año un traje de flamenca hecho por su abuela. Ahora los diseña y hace ella
La abogada y diseñadora Lourdes Montes es de las que disfruta de la Feria intensamente. No siempre ha sido así. Recuerda que de pequeña sus padres la llevaban al real apenas un ratito, la hacían una foto con los tíos y los abuelos -su abuelo solía a montar a caballo y recuerda alguna foto con él- y vuelta para casa.
Cuando ya tenía siete u ocho años, iba a la caseta del Círculo de Labradores y allí con sus amigos y amigas, normalmente hijos de los amigos de sus padres, disfrutaba de la música, de las actuaciones de los payasos, participaba en el concurso de sevillanas... pero cuando llegaba las ocho de la tarde era la hora de vuelta y recuerda que esperaba en la cola del taxi con su tata para volver a casa. Además, cuenta que durante unos años su familia se trasladó a vivir a Madrid y hubo ferias a las que ni siquiera pudieron venir.
Fue a partir de los 15 años cuando Lourdes recuerda haber empezado a disfrutar de la Feria a lo grande. «Iba todos los días, por la mañana, por la tarde y por la noche. Por la mañana íbamos vestidas de flamenca y a eso de las nueve de la noche nos volvíamos a casa pero para prepararnos y volver de nuevo a la Feria, ya vestidas de noche. Hoy lo pienso y no podría, sería incapaz de hacer eso, creo que si vuelvo de la Feria me quedo en casa, no tendría fuerzas para volver. De aquella época, recuerdo que tenía un traje de lino blanco con una sola tiranta que me encantaba, me parecía que estaba estupenda», comenta con la sonrisa en la voz y recordando una de sus mejores ferias. Entonces también montaba en la grupa del caballo de algún amigo.
La vida le llevó luego a disfrutar del real con su marido, el torero Francisco Rivera «Paquirri». El año pasado, debido al embarazo de su hija Carmen, limitó bastante sus visitas al real y por eso esta Feria tiene ganas de disfrutarla a tope. No llevará a la niña a la Feria porque con tan sólo siete meses es muy pequeña para que aguante el jaleo de las casetas, pero ella ha empezado muy pronto a disfrutarla. El domingo fue madrina honor de la XXXI Exhibición de Enganches de la Real Maestranza , que le ha hecho revivir la primera vez que participó en ella en un coche de caballos junto a una amiga.
En el real vive intensamente cada momento de la fiesta y se acompasa a ella. Eso supone que depende de cómo se presente, así se va moviendo de una caseta de amigos a otra o se queda en una durante horas en una. Si está a gusto, señala, es capaz de quedarse hasta por la mañana en la Feria.
Para Lourdes Montes, la Feria va a asociada también a los trajes de flamenca . Podía disfrutar de estrenar uno cada año porque su abuela se los hacía y recuerda que se pasaba meses pensando en cómo sería el que llevaría para la próxima Feria. Se resiste a dar sus trajes y los conserva todos. «Para mí son pequeñas obras de arte», explica. Hoy, ya como diseñadora de moda, confiesa ser «muy tradicional» en los trajes de flamenca. «Innovo lo justo», dice, porque le gusta conservar la esencia. Y si tiene que elegir alguna diseñadora de trajes de flamenca, se decanta por los modelos de Rocío Peralta .
Para esta Feria se ha hecho un traje de hilo blanco largo y con bolillos malva, largo. «Hasta ahora nunca se ha puesto un traje de flamenca corto, aunque -advierte- no lo descarto».