Coronavirus Sevilla

La ruina económica por la cancelación de la Feria de Abril de 2020

Para los sectores vinculados a la fiesta, 2020 será un año en blanco por lo que proyectan desde ahora medidas de prevención sanitaria para evitar que suceda otro tanto el año que viene

La portada de la Feria de Sevilla 2020 se está desmontando EFE

Javier Macías

La cancelación de las fiestas mayores de la ciudad en este 2020 por el coronavirus ha supuesto una ruina , sobre todo para aquellos sectores vinculados a la Feria de Abril . Hoy era la fecha prevista para el comienzo de esta celebración que es la principal actividad económica de Sevilla y que tiene un impacto que el Ayuntamiento cifra en 900 millones de euros , lo que supone el 3% del PIB local.

En primer lugar, de forma directa se ven afectadas las propias arcas municipales , que tendrán que devolver las tasas pagadas por las casetas, y que supone 1,9 millones de euros de pérdidas, así como el reintegro de los 2,3 millones aportados a través de las tasas de los feriantes. No obstante, si hay un sector que vive al cien por cien para esta fiesta es el de los feriantes (atracciones, puestos de alimentación y ocio) y del que dependen hasta 30.000 familias. Enrique Bañuls , representante de la asociación, explica a ABC que pese a que el Ayuntamiento devolverá esos 4,2 millones de euros, para el sector la Feria de Sevilla supone un 20% de los ingresos anuales, a los que se le suman después las otras fiestas de Andalucía. «Para nosotros la Feria supone una semana de trabajo efectiva y la temporada de ingresos dura seis meses, desde primavera hasta el otoño. Los otros seis meses son para el mantenimiento y adecuación de los materiales», indica. En el caso particular de Bañuls, que gestiona atracciones para adultos como el Ratón Vacilón o el Ala Delta, «no tener ingresos estos seis meses supone no tener ingresos en todo el año».

En cuanto al personal, su empresa ha tenido que hacer un ERTE a los fijos, pero no ha podido contratar a los temporeros, que es un personal especializado. Luego están las inversiones no amortizadas: «He invertido en una grúa nueva mediante un leasing y los créditos que pedimos al banco nos sirven para pagar las tasas. No sé si voy a salir de esto, porque las ayudas ICO dan para pagar las deudas y la Seguridad Social, pero no para comer».

A las pérdidas económicas directas se le suman las indirectas por la no presencia de la ciudad en los medios internacionales durante esta semana

La Asociación de Feriantes tiene la esperanza de que al menos las ferias del otoño puedan celebrarse. Para ello, están planteando una serie de protocolos de seguridad según las indicaciones que hagan las autoridades sanitarias. «Si no, vamos a estar 18 meses sin ingresos», sentencia Enrique Bañuls, que añade que «en la Calle del Infierno se pueden evitar las aglomeraciones y en las atracciones podemos poner cortinas desinfectantes o metacrilatos».

Otro gremio muy afectado son los caseteros , del que dependen 6.000 profesionales, que tendrán serios problemas para poder pagar el almacenaje. Los problemas son comunes también en las empresas que se encargan de la barra y la cocina de las casetas, o los grupos de música, así como los proveedores de bebidas y comidas. En este sentido, sociedades como González Byass venden en cada Feria de Abril más de medio millón de botellas, cifras similares a las de otras compañías como Barbadillo .

Entre otros proveedores se encuentra la empresa Calograf , encargada de la fabricación y venta de los farolillos , que apunta a la «ruina total» del sector, con unas pérdidas cifradas en 350.000 euros y del material ya fabricado y preparado para su distribución. Entre 300.000 y 400.000 farolillos que se han tenido que tirar o repartir mediante el «Lote balcón», un pack de 25 piezas para simular la Feria en los domicilios.

Los hosteleros

Para el sector de la hostelería en Sevilla, la Feria tiene una menor incidencia que la Semana Santa. Antonio Luque , el presidente de la patronal, indica a este periódico que «en esta fiesta el 80% son caseteros, no hosteleros», aunque recuerda que sí se verán afectados los restaurantes que están alrededor de la Plaza de Toros o junto a los monumentos. «La primavera supone un 40% de la facturación del año. En concreto, la Semana Santa, de los 400 millones de impacto económico, el 30 o 40% es para la hostelería; en la Feria, de 800 millones repercute un 10% a los bares y restaurantes», afirma. Luque añade que esta crisis va a suponer la pérdida de unos 1.000 y 1.500 establecimientos en la provincia. «Lo perdido no volverá, y luego vendrán las restricciones», concluye.

Por otro lado, para los hoteleros , la Semana Santa y la Feria suponen entre un 30% de la facturación anual. Manuel Cornax , el presidente de la asociación, augura que el impacto «va a ser inmenso». Cornax recuerda que, a diferencia de la Semana Santa, la Feria atrae a un cliente no sólo de ocio sino también profesional, «proveedores a los que se les agasaja para estrechar lazos con empresas y que dejan mucho dinero».

La patronal se están preparando para lanzarse al mercado con «un producto seguro» : «Modificar las formas de hacer el check-in, los buffés, el aforo en ascensores, las cocinas o incluir sanitarios contra el coronavirus, con protocolos de actuación». Cornax recuerda que las pérdidas no sólo son directas: «Perder una Feria es perder la presencia en los medios de comunicación nacionales e internacionales».

El sector de la moda

En cuanto al sector de la moda, la suspensión de la Feria acarrea una ruina económica sin precedentes. La firma Lina vive «con gran preocupación» estas semanas. Así lo reconoce Mila , que afirma que el 80% de la facturación anual va desde marzo hasta que acaba la Feria. «Habíamos hecho la inversión inicial para presentar la nueva colección, pero no ha dado tiempo a que las clientas puedan venir. Todo esta parado y la colección, guardada. El año que viene no sé qué haremos», indica. En este sentido, se pregunta qué van a hacer con los complementos que tienen. «Esto no se recupera y, si abrimos la tienda, ¿qué vamos a vender? No compensa. Nuestra tienda está enfocada al turismo que viene para la Feria y, si no hay visitantes...».

Una de las empresas proveedoras de la moda flamenca es Florsali . Su dueño, Valentín Moreno , afirma que «el sector nuestro se ha caído de lleno. Es un año que vamos a pasar en blanco y no hay ninguna solución». De la Feria de Abril depende el 90% de su facturación anual y, aunque los complementos de este año ya están entregados, «la crisis no habrá que esperarla para el año que viene puesto que los clientes no pueden hacerse cargo de las deudas. Esto es una cadena, y seguramente necesitemos una ayuda para poder subsistir». Respecto a un segundo año sin Feria, cree que «supondría el cierre de la actividad, después de 34 años».

No sólo la moda femenina se verá afectada. Para masculina, la primavera es la temporada alta. Javier Sobrino cree que la Feria «es la época más fuerte, la gente se viste para el real, en Semana Santa se aguanta un poco más la ropa del invierno. Y después vienen las bodas y las primeras comuniones...».

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