Feria de Abril de Sevilla 2019
De paseo por el real: El calor no puede con la Feria
Las altas temperaturas no desanimaron a los fieles del Real, que fueron llenando sus calles conforme caía el sol
![Antonio López, Pedro Plasencia, Rafael Gavilán, Álvaro García-Carranza, Pablo Plasencia y Javier Blasco](https://s1.abcstatics.com/media/sevilla/2019/05/11/s/bolitos-feria-viernes-kLND--1248x698@abc.jpg)
Las apacibles temperaturas que habían respetado la fiesta grande de Sevilla se despidieron ayer para dibujar un viernes de Feria en el que el sol apretaba bastante y la sombra de los arboles, y el aire acondicionado de las casetas, se convertían en los mejores refugios.
El calor hizo que muchos retrasasen su llegada al Real hasta media tarde, cuando se respiraba, aún más si cabe, las ganas de apurar las últimas horas de la Feria de Sevilla 2019.
En Joselito El Gallo 165, Carola Radich hacía balance de una semana «de lo más animada». «Esta es una caseta familiar, propiedad de mi marido, y hemos disfrutado todos juntos , que es la esencia de la Feria», afirmaba mientras esperaba a dos amigas italianas a las que iba a recibir durante la tarde. «Al viernes le está costando arrancar debido al calor, esperemos que, conforme pase la tarde, se vayan llenando las casetas», comentaba.
Mientras, por las calles del Real paseaban en carruaje los Duques de Huéscar acompañados de varios amigos.
La «penúltima» comida
Cerca de allí, en «El Palomar», en Joselito El Gallo 125, un grupo de amigas conversaba animadamente mientras apuraban «la penúltima» comida de la semana de fiesta. Una de ellas era Ángeles Jiménez, que comentaba que aún sigue echando de menos el formato anterior de Feria, cuando comenzaba el lunes y acababa el domingo. «Tengo que reconocer que, ahora, se me hace muy larga , el cuerpo pide calma cuando va llegando el viernes», aseguraba . No obstante, afirmaba que «el sábado también visitaría el Real». «Esta Feria hay que cerrarla como se merece».
En esta caseta, cuyo nombre se debe a que los socios primigenios pertenencen a la familia Gonzáleza-Palomino, poseen el honor de tener a uno de los feriantes más longevos entre los suyos. Y es que, con 95 años, Rafael Silva va todos los días a la Feria acompañando a su familia . «Son ellos los que me traen», bromea, mientras el resto de socios comentaban divertidos que Rafael «no se perdía ni una jornada en la caseta».
Por allí, buscando la sombra de las lonas, estaban también Alejandro Romero que llevó un carruaje al Real junto a varios amigos. Entre ellos estaba Gaspar Vicinay. Bilbaíno de nacimiento, lleva años viniendo a la Feria de Sevilla. «Me he casado con una sevillana, así que ahora soy un amante más de esta fiesta» , aseguraba.
La visita de los Reyes de Holanda a la Feria , y lo acertado de los trajes de flamenca que lucieron Máxima de Holanda y sus tres hijas, fue uno de los principales temas de conversación durante las primeras horas de la tarde en el Real, donde las noticias vuelan en boca de aquellos que tienen por costumbre cambiar de caseta por cada ronda.
En Pascual Márquez 111 está una de las casetas con el nombre más curioso de todo el recinto, «Sin bautizar» . «La fundamos un grupo de amigos hace ya 28 años y, como a la hora de ponerle nombre, no nos poníamos de acuerdo, así que decidimos llamarla de esta forma tan original», relata. Tanto él como sus acompañantes reconocían que el viernes era, oficialmente, su último día de Feria.
«El sábado es demasiado, preferimos despedirnos hoy con buen sabor de boca», aseguraban en la caseta presidida por Diego Castro, donde muchos de los que ocupaban las mesas eran jóvenes . Las nuevas generaciones que, al igual que hicieron sus padres y abuelos, llevan por bandera la tradición de pasarlo bien y disfrutar entre amigos y familia.
Ambiente taurino
En Joselito El Gallo 57, Tertulia Los Cuarenta era uno de los rincones del Real más animados después de comer . Con un gran ambiente taurino, esta caseta es conocida por entregar el premio al mejor toro de la Feria del año anterior, además de por reunir a destacados nombres de la sociedad sevillana.
«Fue fundada en 1897 por cuarenta señores, de ahí su nombre», explicaba Marcos Núñez, que alternaba con varios amigos y destacaba «la gran calidad» del catering con el que han contado este año, principal novedad para los socios de esta caseta . «Hemos podido probar un salmorejo buenísimo, unas anchoas de muchísima calidad y un jamón de categoría», comentaba. Y es que, a medida que se va acercando el final de la Feria, la buena comida se agradece cada vez más.
Varios socios de Los Cuarenta, que agradecían la brisa que corrían en la puerta de la caseta, reconocían «las altas temperaturas» dictarían si hoy pisaban el Real o, por el contrario, daban por terminada la fiesta ayer , un viernes con sabor a final que, precisamente por eso, se vivió con muchas ganas.
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