Pascual Márquez

Han pasado casi ochenta años desde la muerte de Pascual Márquez ( Villamanrique , 1914-Madrid, 1941) y los manriqueños aún siguen venerando la figura del que posiblemente sea el único torero en la historia que debutó de luces, con picadores y en la Real Maestranza en el mismo día en que se catapultó como novillero. Un torero de Sevilla que no corrió la misma suerte en Madrid, pues contabilizaba sus comparecencias capitalinas con visitas a la enfermería, llegando a morir en la misma después de seis días de agonía tras una cornada en el pecho.

Se crió entre toros y vacas en la ganadería de José Moreno Santamaría (hoy Rufino Martín), con la que tomó la alternativa « Gallito » en la Maestranza dos años antes del nacimiento de Pascual. En la finca « La Marmoleja », en el término municipal de la Puebla del Río , su padre hacía las veces de conocedor del ganado bravo y es allí donde encuentra su vocación de torero.

El dueño de una finca contigua (« La Carolina ») le regala un becerro para que toree por primera vez en la plaza de toros de la Pañoleta . Continuó su preparación por las fincas de la provincia hasta que el 26 de mayo de 1935 realiza la épica de debutar de luces, con picadores y en la Real Maestranza de Sevilla. Por las constantes repeticiones se ve que no le fue nada mal. Un mes y medio después hizo su presentación en Madrid, de la que salió herido con un puntazo en la cara. Dos meses después volvió a Las Ventas y resultó herido de gravedad .

Su carrera fue excesivamente corta. Durante la Guerra Civil sirvió en Aviación , aprovechando la amistad con los jefes para ser incluido en algunos festivales benéficos. Tomó la alternativa en Sevilla de manos de Luis Fuentes Bejarano el 27 de mayo de 1937, justo dos años después de haber debutado en público.

Hasta el fin de la guerra no puedo confirmar en Madrid, haciéndolo el 26 de septiembre de 1940, volviendo a ser herido . Reapareció en el coso venteño el 18 de mayo de 194. Al recibir a su primer toro, un cinqueño de la ganadería de Concha y Sierra , le descubrió el aire en el segundo lance de recibo y el astado le propinó una cornada en el pecho que dejaba a la vista el corazón . La gravedad de la cornada le impidió que pudiera ser trasladado al hospital, por lo que estuvo seis días agonizando hasta que falleció .

En su pueblo también recibió los honores de formar parte del nomenclátor local, precisamente en la vía en la que vivió, que en su época se llamaba la calle Reina Amelia . Allí posee un busto que le rememora con una inscripción que dice «Al famoso torero Pascual Márquez 1914-1941, su pueblo agradecido . Villamanrique. 1983».