Calle de la Feria de Abril de Sevilla

Juan Belmonte

El «Pasmo de Triana» pertene a la gloriosa lista de toreros con calle en el Real de la Feria de Sevilla

Feria de Abril de Sevilla 2022: Todo lo que hay que saber

Juan Belmonte, mientras le colocan la castañeta. Imagen que ilustrado la portada de su biografía

Jesús Bayort

Chaves Nogales mitificó a un torero revolucionario que le debe gran parte de su fama actual a la magnífica biografía con tintes novelescos que se denominó « Juan Belmonte, matador de toros ». Considerado como uno de los mejores periodistas españoles de todos los tiempos, Chaves Nogales, que no había sido aficionado ni pisó jamás una plaza de toros, q uería retratar a la Sevilla de los años veinte y para ello utilizó la figura del « Pasmo de Triana ». Fue así como se forjó la leyenda del torero.

De Belmonte se ha dicho que es el « padre del toreo moderno », aunque decir eso es faltar a la verdad y a la importancia de otra serie de toreros cruciales: Belmonte comenzó a cruzarse al pitón contrario, Gallito trajo el toreo en redondo, Chicuelo aunó ambas destrezas y Manolete implementó de manera más consecutiva esas nuevas artes taurómacas.

Nacido en el número 72 de la calle Ancha de la Feria , Juan Belmonte (1892-1962) conoció el mundo a través de la famosa calle del Casco Histórico de Sevilla, donde su padre trabajaba en una t ienda de quincalla de propiedad familiar, que se ampliaba los jueves con un puesto en el tradicional mercadillo. El zaguán de su casa fue su primer burladero para observar atónito el tumulto que se originaba aquellos días.

La familia se mudó a la calle Castilla , donde al poco tiempo su madre falleció. Él aún no había cumplido su primera década. Instalados en la otra orilla del Guadalquivir, su padre montó una tiendecita en el mercado de Triana . Este lugar propició que encontrara el toreo a tan temprana edad: en la plaza del Altozano , donde veía a los chavales que jugaban a ser toreros y conoció al banderillero que le marcó definitivamente, Calderón , de la cuadrilla de Antonio Montes, quien hizo de panegirista de Belmonte hasta que se dio a conocer.

Con el veneno taurino dentro de su sangre, Belmonte empezó a recorrer las tres leguas que había desde Triana hasta los campos de Tablada , donde con un poco de suerte, y con la dificultad de tener que cruzar el río a nado y tener que evitar a los guardas, encontraba alguna vaca a la que poder robarle unos muletazos.

Con una hoja de servicios cargada de escapadas furtivas y actuaciones en capeas de la provincia, Juan Belmonte se presentó como novillero en Elvas (Portugal) para sustituir a Montes II, y así se fue como se anunció por primera vez.

Debutó en la Maestranza en 1910 en una novillada sin picadores junto a Antonio García «Bombita IV» y «Pilín». Se lidiaron reses de D. Carlos Vázquez. Belmonte fue llevados a hombros por sus amigos y primeros partidarios hasta Triana, sin percatarse nadie de que iba herido en una pierna .

Un año después llegó uno de los primeros hitos del diestro, que se desesperó tras sentirse incapaz de matar a una auténtica alimaña, y así lo relató en «Juan Belmonte, matador de toros»: «Entré a matar cien veces, me cogió el toro quince o veinte , y cuando la paciencia del público y del presidente se agotaban y sonaron los clarines para que salieran los mansos, estaba el toro tan vivo como al empezar la lidia» […] «sobreponiéndome al agotamiento me planté de un salto ante el toro, y sin muleta ni estoque, que para nada me servían, me hinqué ante él de rodillas y le desafié frenético:

—¡ Mátame, ladrón, mátame

Tras aquel fracaso todo se le volvió en contra : los amigos y partidarios le dieron de lado. Ante tales adversidades se tuvo que poner a trabajar como peón en la corta que se construía en el Guadalquivir para desviar su curso, hasta que volvió a tener una nueva oportunidad taurina: una novillada en Valencia, que el joven torero no dejó escapar y que lo volvió a catapultar. Reflejo de lo que fue el belmontismo, una lucha furiosa entre entusiastas y detractores . Tomó la alternativa en 1913 en Madrid de manos de « Machaquito », que se cortó la coleta ese mismo día.

Como no podía ser de otra manera en aquella época, el torero se rodeó de intelectuales: tras su apoteósico primer triunfo en Madrid -aquel en que pegó cinco verónicas sin enmendarse, y que un galeno acabó diagnosticando que fueron motivadas por la acumulación de sueño que arrastraba- coincidió en el Café de Fornos con Julio Romero de Torres, Valle Inclán, Pérez de Ayala, Enrique de Mesa y Sebastián Miranda ; con los que acabó entablando una larga y profunda amistad. «Empezó para mí la difícil gimnasia mental de pasarme horas y horas oyendo hablar de cosas que no entendía» […] «El esfuerzo de comprensión que tuve que hacer fue grandioso. Venir de robar naranjas por las huertas de los alrededores de Sevilla a sentarme en aquel cenáculo artistas glorisosos, que discutían abstrusos problemas de filosofía o estética, era una transición demasiado brusca, y yo procuraba extremar mi discreción».

En 1914 comenzó la fuerte rivalidad con Joselito , que él mismo consideró como la «rivalidad entre gallistas y belmontistas». Una dualidad que se mantuvo hasta la trágica tarde de Talavera en mayo de 1920, en la que el toro Bailaor arrancó la vida para darle la gloria al rey de los toreros.

Juan jamás fue el mismo sin la compañía/rivalidad de José. Dos años después de la pérdida de Gallito se retiró de los ruedos y no volvió hasta 1924, actuando en esta campaña como rejoneador . Continuó a pie hasta el estallido de la Guerra Civil.

Fue en 1962, dos años después de la pérdida de su amigo Rafael «el Gallo» -al que estuvo manteniendo económicamente en sus últimos tiempos-, cuando el Pasmo de Triana arrancó el motor de la luz de Gómez Cardeña , se vistió de corto, y sentado en su habitual sillón de lectura apretó el gatillo de la pistola que tantos años le acompañó en su cartuchera. Chaves Nogales ya le había dado el aura de mito años antes.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación