Calle de la Feria de Abril de Sevilla 2022

Manuel Jiménez «Chicuelo»

Ésta es la historia de uno de los quince toreros con calle en el Real de la Feria de Sevilla

Feria de Abril de Sevilla 2022: Todo lo que hay que saber

Manuel Jiménez Moreno «Chicuelo» ABC

Jesús Bayort

Limitar la carrera de Chicuelo únicamente como el inventor de las chicuelinas sería tan injusto como irrespetuoso con la verdad y la historia de la tauromaquia. Manuel Jiménez Moreno fue el creador de lo que se ha conocido como la escuela sevillana. Fue él quien aunó el toreo en redondo de Gallito y la colocación y quietud de Belmonte para implementar el toreo actual de nuestros días. Esto provoca que sea desmesurado la atribución al Pasmo de Triana de ser el «padre del toreo moderno». Manolete bebió de su fuente y toreros de la talla de los Bienvenida, los Vázquez, Manolo González, Diego Puerta o Paco Camino son reminiscencias suyas. Además de todo esto, dejó como aportación propia el pase de la firma y el de costadillo .

Durante este 2019 se está conmemorando el centenario de su alternativa, exactamente sucedió el 28 de septiembre de 1919 , un hito que han denominado como el « Año Chicuelo », y para el que han programado una serie de jornadas culturales como las vividas en el Aula Taurina de la Maestranza o la polémica ilustración del cartel anunciador de la temporada. Durante el presente curso también se cumplirá otra efeméride: el 21 de julio hará una década de la colocación del monumento del diestro junto a las esculturas de la « Niña de los Peines » y Manolo Caracol en la Alameda de Hércules.

Nació en la calle Betis el 15 de abril de 1902, aunque cuarenta días después se muda a la calle Escoberos, desembocadura de la Ancha de la Feria. Hijo del torero de mismo nombre y apodo, quedó huérfano a los cinco años, por lo que su tío « Zocato » se convirtió en su maestro y mentor. Contó, como es lógico por ser casi contemporáneos y por la cercanía de sus hogares, con la amistad de los Gallo, siendo un absoluto admirador de José. « Gallito era mi pasión . Cuando él hablaba conmigo se me subía la sangre a la cara».

Con sólo dos temporadas como novillero, aunque con una hoja de servicios avalada por las dos orejas en su presentación en Sevilla , tomó la alternativa en la Real Maestranza de Caballería. Siendo una hito histórico para el toreo al doctorarse ese mismo día dos toreros en la capital hispalense: Chicuelo en la Maestranza y Juan Luis de la Rosa en la Monumental.

Manolete, Pepe Bienvenida, Chicuelo, Antonio Bienvenida, Pepe Luis y Nicanor Villalta

La chicuelina la descubrió en el Café París de la Campana . Así lo recuerda el periodista Isaac Escalera en muchodeporte.com en un extracto sacado de la revista Dígame en 1943: «Habíamos toreado en Valencia Varelito, Granero y yo. Los dos tuvieron un éxito muy grande. En un tercio de quites, al poner en suerte un toro (el de Granero), para no tener que salir por pies, porque era muy pegajoso, di unos cuantos giros en la cara de la res a la fuerza, porque además una rasgadura del capote hizo que éste se quedase enganchado en los adornos de mi traje. Olvidé por completo este pequeño incidente, hasta que a los pocos días vi al « Rerre » en un café girar en una silla , explicándoles a unos amigos los lances que yo, sin saberlo, había dado. En la primera corrida lo intenté, salieron bien y ahí tiene usted la historia de la chicuelina ».

México le aportó el plus necesario para ejecutar el toreo que había visto aquí a Joselito y Belmonte . El toro azteca, con ese punto de mansedumbre, requería que la muleta se quedara colocada en la cara del animal a la finalización de cada pase para que no huyera. Así aparece, por primera vez en la historia de la tauromaquia, el toreo en línea recta , acabando así con los ángulos de Gallito y las circunferencias de Belmonte.

Ese toreo que había podido hacer en México le venía barruntando en su cabeza hasta que se encontró en la Monumental de Madrid con el toro Corchaito . El 24 de mayo de 1928 cambió el rumbo de la tauromaquia. El de Graciliano Pérez Tabernero le recordaba en sus embestidas al mexicano, y aquello fue desarrollándose de tal manera que el público le pedía la oreja cuando aún toreaba con la muleta. Pese a los cuatro pinchazos desorejó al toro, aunque el resultado fuese lo de menos. El toreo que interpretó Chicuelo valía más que, como diría aquel, «unos simples despojos».

Unos meses antes de aquel hito, el 10 de noviembre de 1927, contrajo matrimonio con la coplista cordobesa Dolores Castro Ruiz, « Dora la Cordobesita ». Con ella vivió en el número 76 (ahora 89) de la Alameda de Hércules , casa que se había comprado justo después de tomar la alternativa y que en la actualidad sigue perteneciendo a la familia. Allí nacieron sus sietes hijos , de los que dos fueron toreros : Manuel y Rafael, el primero novillero y el segundo matador de toros. Ambos estuvieron a posteriori en el escalafón de plata.

Los números de Chicuelo son apabullantes: 100 tardes en Sevilla (dos en la Monumental), donde llegó a cortar cuatro rabos y, pese a ello, aseguró que « nunca pude estar a gusto con un toro en Sevilla»; 78 actuaciones en Madrid y 94 en Barcelona. Con el torero que más tardes compartió fue con Juan Belmonte (57), una más que con Rafael el Gallo . De su ídolo Gallito sólo pudo disfrutar en seis corridas y un festival.

Su última corrida de toros fue en Utrera el 1 de noviembre de 1951, lidiando toros de Concha y Sierra junto a Juan de Dios Pareja Obregón y la alternativa de Juan Doblado. Después toreó dos festivales más en Sevilla en el año 1952 en homenajes al Montepío de Policía y a Rafael el Gallo. Falleció el 31 de octubre de 1967 .

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