Una devoción que cruza España para llegar a San Lorenzo

El consejero de la Presidencia de Castilla y León, Jesús Julio Carnero, ha jurado como nuevo hermano del Gran Poder, tras pasar dos meses ingresado en la UCI a causa del Covid

Jesús Julio Carnero delante de la basílica del Gran Poder Raúl Doblado

Jesús Bayort

Sevilla

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De Valladolid a la Basílica de San Lorenzo, empujado por la fe. Por cuarenta y tres años de fe y devoción, que son los que lleva el consejero de la Presidencia de la Junta de Castilla y León, Jesús Julio Carnero, encomendándose al Señor del Gran Poder. Una vinculación que arraigó en el dolor de su orfandad, cuando tenía 15 años. Tras la pérdida paterna visitó Sevilla, y ahí reconoce que quedó marcado por la mirada del Señor. «Mi madre se esforzó por sacarnos de la tristeza a mi hermana y a mí, y nos trajo de viaje a Sevilla. Y fue un lugar concreto de la ciudad el que me ancló: San Lorenzo. En mi encuentro con el Gran Poder, en la mirada de sus ojos, me vi reflejado en su dolor», explica a este periódico Jesús Julio Carnero.

Desde aquella vez siempre se ha sentido acompañado por el Señor. Y nunca ha dejado atrás una estampa de su hechura que compró en su primera visita. «Nunca me ha abandonado, ni en los momentos felices ni en los momentos críticos». Recuerda que pasó más de dos meses ingresado en la UCI a causa del Covid. «Cuando me despertaron, después de treinta y cinco días dormido, ahí seguía estando la estampa conmigo. La estampa es la clave de todo. Es una relación íntima y especial».

Este viernes juró como hermano de la hermandad del Gran Poder. Su hermano mayor, Ignacio Soro, fue el encargado de entregarle la medalla. Un momento que asegura haber estado esperando «toda la vida». Finalmente lo ha hecho gracias a la vinculación con el actual adjunto al Defensor del Pueblo Andaluz, Jaime Raynaud, y el propietario de la Antigua Abacería de San Lorenzo, Ramón López de Tejada. «Ellos le han dado sentido a mi destino».

El consejero junto a Ignacio Soro, hermano mayor del Gran Poder Raúl Doblado

«Hay que pensar que, ante todo y sobre todo, somos personas y algunos tenemos la suerte de ser creyentes. En esa clave es en la que debemos poner el acento de que haya decidido hacerme hermano del Gran Poder. Hablamos de la vida, de la pasión de Cristo. Que en cada lugar la contamos de un modo distinto, aunque sea el mismo mensaje: pasión, muerte y resurrección. En Valladolid, Salamanca, Zamora o Medina de Rioseco lo contamos de una manera distinta a Sevilla, aunque el fondo sea el mismo».

Jesús Julio Carnero espera poder realizar próximamente la estación de penitencia durante una Madrugada. «Así lo quiso Dios, que nunca me abandonó». Tras superar sus momentos más delicados de salud, prometió venir a la capital hispalense para formalizar su adhesión a la cofradía de la Madrugada. Lo hizo hace un año, y ayer por fin juró como hermano. «Fue mi enfermedad la que me hizo fortalecerme, como creyente y como persona. En la vida está la muerte y en la muerte está la vida. Todo se lo debo a mi creencia, porque la fe lo es todo en esta vida. Gracias a Dios que soy creyente».

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