Daniel Bilbao: «Si hay una ciudad, por artistas y patrimonio, donde cobra su sentido una Facultad de Bellas Artes, ésa es Sevilla»

 -Sevilla siempre ha destacado por sus artistas y por su patrimonio.

-Si hay una ciudad en la que tenga sentido una carrera como Bellas Artes, ésa es Sevilla, tanto en lo creativo como en lo patrimonial. Tiene y mantiene una cantera impresionante de artistas. De los años 90 hacia acá los artistas que han salido de la Facultad de Bellas Artes de Sevilla ponen los pelos de punta. Y muchos ya están en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo y en otros museos contemporáneos. Y hay mucha gente joven que está saliendo con mucha formación en nuevas tecnologías. Respecto al patrimonio, tenemos una red patrimonial para que puedan hacer prácticas nuestros alumnos y que incluyen el Arzobispado, la Catedral y el Archivo de Indias,

-¿La tecnología y las humanidades son complementarias?

-Hay muchas conexiones entre el arte y la tecnología. El arte digital y el analógico convergen. Me gusta recordarles a los alumnos que aprenden en la universidad gracias al esfuerzo de toda la sociedad. Y que deben adquirir un compromiso moral con ese esfuerzo siendo honrados en su trabajo y devolviendo parte de todo eso a la sociedad. Una universidad tiene un claro componente académico pero sin valor humano no tiene sentido. Las humanidades nos ayudan a a desarrollar nuestro pensamiento crítico y a no convertirnos en números. Un buen pintor no debe ser una mala persona.

-¿Y en la facultad se enseña a ser buena persona?

-Enseñamos a ser trabajadores, solidarios con los compañeros y enseñamos a trabajar en equipo. Aquí trabajamos con modelos y debemos considerarlos como unos más de nosotros. Ese compañerismo es básico.

-¿Qué le diría a una persona que sostiene que estos valores no son útiles?

-El ser humano tiene alma y las humanidades cubren esa necesidad. El arte siempre ayuda y no creo que haya nada más útil en el mundo que una buena persona. No podemos convertirnos en números.

-Las carreras de Humanidades tienen menos salidas laborales. 

-Sí, pero hay muchísimas ramificaciones. Y se puede trabajar en cualquier empresa. La mentalidad social ha cambiado y el campo de las Bellas Artes, contrariamente a lo que se suele pensar, es un campo muy abierto. Incluye no sólo la creación artística, también la docencia universitaria y no universitaria, la restauración del patrimonio o la apertura de tu propia academia. Tiene muchísima más proyección que antes.

-Los planes educativos están reduciendo la filosofía y otras asignaturas de humanidades.

-Eso me parece muy preocupante porque se va a reducir la masa gris.