Solidaridad
Una donación ofrecerá nutrientes para 6o enfermos renales durante 9 meses
Hay pacientes que se llevan a su casa la comida de la clínica para ellos o sus hijos en paro
La Obra Social la Caixa ha concedido una ayuda de 54.000 euros a la Asociación de Empresas Andaluzas de Nefrología (Aean) para que facilite alimentos a los pacientes sin recursos.
El acuerdo lo firmaron este viernes en la Unidad de Hemodiálisis de Montequinto los representantes de ambas entidades, Rafael Herrador, director territorial de CaixaBank en Andalucía Occidental;y María Luisa Mesa, presidenta de la Asociación de Empresas Andaluzas de Nefrología. También estuvo presente, José Soto, presidente de la Asociación para la Lucha contra las Enfermedades del Riñón.
Este proyecto tiene como fin la entrega de alimentos a los pacientes con insuficiencia renal crónica terminal que acuden diariamente a una de las 16 unidades de Hemodiálisis de las provincias de Cádiz, Huelva y Sevilla así como de la Ciudad Autónoma de Ceuta que se encuentran en su situación es de vulnerabilidad por marginación y pobreza. Se beneficiarán 60 pacientes durante 9 meses en los que se les proporcionará la alimentación con los nutrientes específicos compatibles con su enfermedad.
La falta de ingresos hasta para comer golpea a estos enfermos de riñón, que esperan un trasplante y dependen de que una máquina les limpie la sangre cada dos días, durante cinco horas. Así hay cientos de pacientes en Andalucía que ahora se están dando a conocer pero que han guardado silencio hasta que su otro padecimiento, el hambre, se descubrió el día en que se dieron cuenta en las clínicas de que se guardaban, mientras recibían el tratamiento, la comida que les servían para llevársela a su casa.
Marisa Mesa cuenta cómo «veíamos que les poníamos el desayuno, o el almuerzo o la cena y se guardaban el pan, los bocadillos y todo lo que podían hasta que les preguntamos que por qué hacían eso que si no querían comer que lo dijeran y no le serviamos nada. Entonces nos respondieron que era para ellos, para después, porque no tenían qué comer en la casa o que se lo llevaban a sus hijos o a los nietos porque estaban las familias en paro».
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