Alaya certifica que los implicados en la Enredadera cobraban para el PSOE e IU

Entre 30.000 y 60.000 euros pagaba la trama de Fitonovo al PSOE para conseguir contratos en el Ayuntamiento de Sevilla de manera regular. Según indica la juez en el auto de imputación del que fuera delegado de Vía Pública, Manuel Gómez Lobo, aparecen indicaciones en la contabilidad B de la empresa con la anotación «Langostinos Maera» en las que se especifican los pagos, supuestamente realizados para el partido en comidas que mensualmente mantenían responsables de la compañía con el político mensualmente.

También certifica Alaya en el sumario que el asesor de Torrijos, Antonio Miguel Ruiz Carmona, cobró 155.000 euros en mordidas, según aparece en la contabilidad B, a cambio de contratos adjudicados por José Manuel García y Antonio Rodrigo Torrijos.

El levantamiento del secreto de sumario ha revelado otros detalles como el contenido de las conversaciones telefónicas en las que el cargo del PP que fue cesado por el alcalde, Juan Ignacio Zoido, nada más conocerse su imputación, Joaquín Peña, solicitaría a Fitonovo una «colaboración para la campaña» que no llegó a producirse porque estalló el caso.

También se desbroza el modelo de funcionamiento de esta empresa para generar dinero negro a través de varias decenas de «empresas instrumentales» que le hacían facturas falsas, de manera que con estas cantidades podían hacer frente a las comisiones ilegales, sobre todo en el Ayuntamiento de Sevilla, donde según el propio empresario, entre 2010 y 2011 centraron el 60 por ciento de su facturación.

Joaquín Peña, tras contactar con ABC, asegura que «nunca ha hablado telefónicamente con nadie de Fitonovo» y niega que «en sus años como concejal o como director general haya pedido a nadie "colaboración" para la campaña distinto de acudir como interventor a una mesa electoral o repartir publicidad»