El asesor de IU detenido por Alaya se encargó de las obras en la casa de Torrijos
Ruiz Carmona, implicado en el caso Fitonovo y representante de una empresa que obtuvo 1,7 millones del Ayuntamiento, gestionaba las licencias
El ex primer teniente de alcalde y portavoz de IU en el Ayuntamiento de Sevilla, Antonio Rodrigo Torrijos, hizo una obra en su vivienda del barrio de Santa Cruz en la primavera de 2008 que fue gestionada de manera directa por su asesor municipal Antonio Miguel Ruiz Carmona, detenido en la operación Enredadera que ha dirigido la juez Alaya por el supuesto cobro de mordidas a la empresa Fitonovo a cambio de contratos municipales.
Así consta en una documentación del registro del Ayuntamiento a la que ha tenido acceso ABC. Se trata de la solicitud de obra menor en el domicilio de Torrijos presentada en Urbanismo a comienzos del año 2008. En ella aparece como solicitante el veterano comunista, también imputado en la Enredadera por delitos de fraude y cohecho, y como representante ante la administración pública consta Antonio Miguel Ruiz Carmona.
La vinculación de este asesor del primer teniente de alcalde, que tenía el puesto de subjefe de gabinete, con el sector de la construcción era conocida por todos en el partido y por eso a nadie llamó la atención este hecho entonces. Ruiz Carmona, además, representó a la empresa Gestiona Ecosostenibilidad, de la que entregó tarjetas de visita con el número de teléfono que había adquirido al ingresar en el Ayuntamiento.
Y se da la circunstancia de que esta empresa consiguió contratos directos de las delegaciones gobernadas por IU por un importe total de 1,7 millones de euros entre 2007 y 2011. Además, en 2010 gestionó la obra de la sede de IU en Amate. Los nexos entre Ayuntamiento, empresas concesionarias y partido son a estas alturas innegables.
El caso Enredadera sigue bajo secreto de sumario, pero ya se sabe que Ruiz Carmona fue detenido por haber recibido supuestamente de Fitonovo, donde trabaja su hijo, 155.000 euros en comisiones ilegales.
Uno de los dueños de esta empresa, José Antonio González Baro, declaró ante la juez que después de haber inaugurado los once campos de césped que le fueron adjudicados con cargo al Plan E de Zapatero por parte del Ayuntamiento, Izquierda Unida le habría pedido, ante la cercanía de las elecciones de 2011, una colaboración económica. Según González Baro entregó 70.000 euros en una caja de zapatos a una persona de IU que no desveló.
Sin embargo, en la contabilidad «B» que llevaba el apoderado de Fitonovo y administrador de la filial Fiverde, Manuel Ángel Macedo, aparecería el recaudador. Y no sólo constaban estos 70.000 euros por los campos de césped, sino otros 85.000 que, según ha trascendido, estarían relacionados con las obras del pabellón de Ifni, en Heliópolis, que el Instituto Municipal de Deportes adjudicó a Fitonovo sin concurso pese a que la cantidad total ascendió a 554.000 euros. Estos supuestos pagos se hicieron en los años 2010 y 2011 a Ruiz Carmona.
Torrijos y José Manuel García, actual portavoz de IU, no constan en esa contabilidad «B». Pero la investigación de la UCO, cuyo tenor aún se desconoce, ha llevado a la juez a imputarlos e imponerles una fianza civil. La relación directa entre los políticos y la persona que supuestamente cobraba las comisiones ilegales podría ser la explicación. Y el comienzo de una larga instrucción en la que se dilucidará si las supuestas mordidas de Ruiz Carmona fueron puntuales o se trató de una práctica habitual.
En este contexto llama la atención que fueran Ruiz Carmona o la empresa que él representaba quienes se encargaran de gestionar las obras particulares del partido o del propio Torrijos y que esta sociedad fuera adjudicataria habitual de contratos menores por parte del gobierno de IU.
El propio Torrijos, como delegado del Distrito Sur, le adjudicó una decena de procedimientos negociados sin publicidad para actividades tan distintas como la colocación de juegos infantiles o el arreglo de aceras.
Fue además en las fechas en las que Ruiz Carmona se dirigió a Urbanismo como representante de su jefe para solicitar la licencia de obra menor en su casa. El nexo personal y profesional entre ambos es obvio. Otra cuestión será lo que la instrucción judicial de este caso, el tercero en el que está implicado Torrijos, acabe dando de sí.
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