en marzo
Sevilla conocerá con Singularity University aplicaciones casi de ciencia ficción
Se trabaja en la impresión de carne, diagnósticos de salud con dispositivos móviles y coches sin conductor que se «comunicarán» con los semáforos
Sevilla será sede entre el 12 y el 14 de marzo de 2015 de «Singularity University Summit», una institución académica de Silicon Valley (EE.UU.) impulsada por la Nasa y Google, dedicada a facilitar el desarrollo de las tecnologías. El encuentro esta auspiciado por la Fundación Goñi y Rey, y reunirá en Sevilla a más de 700 empresarios e investigadores de diversas áreas de investigación: robótica, tecnologías de la comunicación, biotecnología, energía, seguridad o inteligencia artificial.
Aunque habrá que esperar a marzo para ver las últimas novedades, durante la presentación ayer del encuentro en la Real Maestranza, se apuntaron algunos de los últimos avances tecnológicos que dan fe de que en pocos años será de lo más normal el uso de aplicaciones que hasta ahora nos parecían de película de ciencia ficción.
David Roberts, director del programa de Postgrado de Singularity University, explicó por ejemplo las muchas aplicaciones que podría llegar a tener la impresora en 3D, «cuando hablamos de impresión pensamos en papel, pero en 3D no importa el material» y de hecho se está estudiando cómo imprimir carne y otros alimentos.
También hay ya robots, como Buster, que pueden ser programados para realizar movimientos mecánicos con sus brazos por alguien que no sea especialista que cuestan unos 25.000 dólares, el sueldo de muchos trabajadores durante un año, y otros que vuelan y se utilizan tanto para jugar y percibir las sensaciones a través de la máquina como inspeccionar un puente. Además, los estudios en biotecnología han evolucionado tanto que harán posible bajarse una aplicación y saber nuestro estado de salud.
Muchos de esos inventos tendrán repercusión, explicó Roberts, en el proceso productivo, por ejemplo en el caso de la impresora en 3D, si podemos usar cualquier material y lo podemos imprimir no necesitaremos que nos lo envíen y eso afectará directamente a Correos. También la medicina se tendrá que adecuar a los diagnósticos a través de los dispositivos móviles y lo mismo pasará con el sector educativo.
Antonio Conde, directivo de Cisco System, habla del internet de las cosas, donde la evolución en la transmisión de datos generará una gran cantidad de información que podrá trasnmitirse a través de dispositivos móviles o de sensores en la ropa. En poco tiempo habrá 50.000 millones de dispositivos inteligentes en todo el mundial.
Esa gran cantidad de datos generará una serie de negocios con unas expectativas desconocidas y una serie de aplicaciones que nos sorprenderán, aunque algunas ya se aplican, sobre todo en las fábricas, las ciudades inteligentes o smart cities y el transporte. En los dos primeros casos, apuntó Conde, hay tecnologías de gestión de energías que han hecho que un organismo público, con sólo dejar en espera el sistema eléctrico haya ahorrado un 60% en consumo, aunque la media no se espera que supere el 30%.
También hay aplicaciones que permiten optimizar el uso de los aparcamientos entre un 20 y un 30% o la carga de pasajeros en el transporte público, coches automáticos (sin conductor) que van a poder conectase con los sistemas de semáforos para elegir la vía menos congestionada y hasta contenedores de residuos que avisarán de que están llenos y ayudarán a optimizar recursos. ¿Ciencia ficción? Parece que una realidad más cercana de lo que podríamos imaginar.