El cierre de seis bares no acalla el ruido en torno a la Alfalfa

El cierre de seis bares que incumplían la normativa en el entorno de la Alfalfa la semana pasada ha sido valorado positivamente por los vecinos de la zona, si bien señalan que «están a verlas venir» porque, «la situación ha mejorado mucho pero el ruido persiste y no se garantiza el derecho al descanso de los residentes».

La portavoz de la plataforma Alfalfa Degradada, Silvia de Carrión, aclara que los vecinos no tienen nada en contra de los bares sino del ruido, proceda de donde proceda, y no oculta, como ya hiciera en otras ocasiones, que no dudarán en acudir a los tribunales para poder descansar.

Por su parte, Pepe Periáñez, residente afectado y miembro de la referida plataforma, también confirma que la situación de la zona está más controlada y que la presencia policial disuade a los que hacen botellona pero también se queja de que no se multe a los que alborotan y gritan a altas horas de la noche por las estrechas calles de ese barrio del centro histórico que amanecen llenas de suciedad, basuras y excrementos de las pandillas de jóvenes.

Los empresarios de la hostelería afirman que son los primeros interesados en que se cumpla la legalidad. El presidente de la patronal sevillana, Pedro Sáchez-Cuerda, declara que la botellona espanta a los clientes de los bares tradicionales de la zona y que «nosotros sufrimos, como los vecinos, las consecuencias» de la movida.

Los citados negocios han sido sancionados con multas de entre 600 y 3.000 euros y el cierre del establecimiento de uno a dos meses.

Ello se ha debido a que han vendido alcohol para su consumo fuera del local, han sobrepasado el horario de cierre y realizado actividades que no contemplaban la licencia otorgada.

Entre esos locales figuran La Carbonería, Berlín, La Espuela, El Cubanito y La Rebotica.