Monseñor Amigo: «La gente piensa que has muerto, pero no sabe que vives en paz»
El cardenal emérito de Sevilla preside el funeral por la duquesa de Alba en la Catedral, a la que se ha referido con palabras del libro de la Sabiduría aludiendo a que «ha muerto en avanzada edad»

A las 12 horas de este viernes ha dado comienzo la misa de «corpore insepulto» por el eterno descanso de Cayetana Fitz-James Stuart, duquesa de Alba, fallecida en Sevilla a los 88 años este jueves.
La misa se celebra en la Catedral hispalense, concretamente en el Altar del Jubileo, y estará presidida por el cardenal arzobispo emérito de Sevilla, monseñor Carlos Amigo Vallejo, amigo personal de la Casa de Alba.
Junto al prelado, concelebran la eucaristía el arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo Pelegrina, quien ofició el jueves un responso en la capilla de la Casa de las Dueñas, y el sacerdote Ignacio Jiménez Sánchez-Dalp , confesor de la duquesa.
Fray Carlos Amigo ha dicho al inicio de su homilía que «la vejez venerable no se mide por los muchos días ni por el número de años, sino por una vida llena de nobleza y de bondad». Con estas palabras del libro de la Sabiduría se ha referido el arzobispo emérito de Sevilla al hecho de que la duquesa de Alba haya fallecido con muchos años, 88.
«Ha muerto la duquesa de Alba en avanzada edad», ha señalado el cardenal después de citar el Libro de Job y de decir que «la muerte es el último doblón que hay que pagar por el rescate de nuestra vida, atrapada por el pecado y la debilidad de lo humano».
Antes de celebrar la ceremonia religiosa, el cardenal se ha dirigido a los asistentes ante el Altar del Jubileo de la Catedral de Sevilla para decir que el motivo que los reunía hoy era «especialmente triste y doloroso» aunque ha advertido de que «la vida no termina junto al sepulcro» y se ha referido a la duquesa de Alba para decir que ya ha «completado su peregrinación».
Antes de comenzar la homilía, Carlos Amigo se ha dirigido al arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, para decirle que estaba «muy agradecido por cederle «la cátedra y el altar», y que ha oficiado el funeral por ser arzobispo emérito de Sevilla, además de cardenal y amigo de la duquesa.
En sus palabras, Amigo ha exclamado que «la gente piensa que has muerto, pero no sabe que vives en paz» y ha recordado la labor solidaria de la duquesa: «Ella sabía muy bien que de los pobres no se presume, a los pobres se les sirve y basta».
También ha recordado el cardenal su vinculación con la hermandad de Los Gitanos: «Por ti el Señor de la Salud ha llorado y sentido Angustias de su madre, que no puede perder a una hija que tantas lágrimas le ha costado». Por último, el cardenal ha sentenciado que la duquesa de Alba «ha pagado con su muerte el último doblón para conseguir la eterna vida con Dios».
Presencia de la Infanta
A esta misa de «corpore insepulto» asiste la Infanta Doña Elena , hermana de Su Majestad el Rey Don Felipe VI, por expreso deseo del Monarca, quien telefoneó personalmente a la familia de la duquesa este pasado jueves para testimoniar sus condolencias y las de la Casa Real por tan triste pérdida.
El féretro ha partido desde el Ayuntamiento de Sevilla, donde ha permanecido la capilla ardiente abierta hasta las 11 horas de este viernes y por la que han pasado para dar el pésame a la familia unos 80.000 sevillanos. Lo ha hecho ante una Plaza Nueva abarrotada de ciudadanos que han acudido a despedir a la duquesa y tras la salida de numerosos coches y furgonetas cargadas con coronas y ramos de flores, el vehículo con el féretro ha partido a las 11.55 horas de la Casa Consistorial. Así, ha recorrido la avenida de la Constitución hasta la Catedral, un recorrido en el que ha sido acompañado a pie por la familia de la duquesa y ante la expectación de cientos de ciudadanos.
Unas 2.000 sillas en la Catedral
La Catedral de Sevilla ha puesto unas 2.000 sillas en su interior para los sevillanos que quieran dar el último adiós a Cayetana de Alba. Al lugar ya han llegado centenares de sevillanos y curiosos, además de Carmen Tello y su esposo Curro Romero, que acompañarán a la familia mientras el que fuera Arzobispo de Sevilla entre 1982 y 2009 y amigo de la duquesa de Alba, Carlos Amigo Vallejo, celebra la misa en el Altar del Jubileo de la Catedral hispalense.
Para los familiares y allegados a la familia de Alba no directos, también se han dispuesto unas 60 sillas en el entorno más cercano al féretro de Cayetana de Alba. Está prevista la asistencia a la misa funeral de la Infanta Elena y el ministro de Defensa, Pedro Morenés, entre otras autoridades y personalidades.
Miles de sevillanos en la capilla ardiente
La misa funeral se celebra después de que decenas de miles de personas hayan visitado la capilla ardiente que se instaló desde ayer al mediodía en el salón Colón del Ayuntamiento de Sevilla.
Hasta las 21.00 horas de ayer jueves, el Ayuntamiento de Sevilla contabilizaba unas 70.000 visitas a la capilla ardiente de la aristócrata [ ver la galería de los rostros conocidos en la capilla ardiente ]. Entre ellas las protagonizadas por la presidenta de la Junta, Susana Díaz; la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo; el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo; o figuras del mundo del espectáculo y las tradiciones, como los artistas del dúo musical Los del Río o el torero Julio Aparicio.
El féretro de Cayetana Fitz-James Stuart ha estado instalado – hasta las 11.00 horas de este viernes – en el salón Colón, corazón de la Casa Grande hispalense y lugar habitual de celebración de los actos institucionales y los plenos, cubierto por la bandera de España y la de la Casa de Alba. Allí ha permanecido bajo dos lienzos que muestran las tallas de la Hermandad de los Gitanos, a la que la duquesa profesaba una intensa devoción y a la que, de hecho, pertenecía. Los priostes de la hermandad de los Gitanos, además, instalaron en torno al féretro los hachones rematados con cirios usados usualmente durante los cultos de la hermandad.
Las cenizas se quedarán en Sevilla y Madrid
Tras la misa en el primer templo de la ciudad, se procederá a la incineración de los restos mortales de doña Cayetana y, posteriormente, sus cenizas serán depositadas tanto a los pies del Señor de la Salud de Los Gitanos, en Sevilla, como en el panteón familiar de los Alba en Loeches (Madrid).
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