«encuestas trampa»
Alertan de una red de delincuentes que estafa a adolescentes a las puertas del cine
En una falsa encuesta, se pide a los chavales datos con los que luego se llama a sus casas para avisar a los padres de «un problema». Y los hijos no responden al móvil al estar en el cine...
La Policía Nacional trabaja desde hace varias semanas tanto en prevención como en información de una estafa que han detectado en varios centros comerciales andaluces, básicamente de Cádiz y Sevilla. En los accesos a las salas de cine, algunas personas se dedican a realizar unas supuestas encuestas a adolescentes que llegan al lugar sin sus padres y a los que se les pregunta por la película que van a ver, el cine en general o gustos diversos, utilizando como señuelo un teórico sorteo.
Al realizarle la escuesta a los chavales, se les pide el nombre y el número de móvil, pero también la dirección y el número de teléfono fijo, el de casa. En paralelo, y discretamente, los malhechores anotan algunas características físicas o de la indumentaria del joven entrevistado, detalles que luego se utilizarán. Al despedirse del encuestado y darle las gracias, se le recuerda que debe apagar el móvil al entrar en la sala de cine para no molestar al resto de espectadores, y minutos después de iniciada la película, se llama al chico estafado en cuestión para comprobar si, efectivamente, tiene el móvil apagado.
Llamada a los padres
Una vez confirmado que el adolescente está incomunicado, los delincuentes llaman a su domicilio, del que han logrado el número en la «encuesta», alertando a los padres de «un problema» surgido con su hijo. Para convencer a los progenitores, estas personas echan mano de la descripción física del chaval o recuerdan la ropa que éste lleva. «Llame a su hijo si cree que le estoy mintiendo, llámelo...», se le indica a los padres dándole incluso el número de ese móvil. Al que los adultos llaman agitados, comprobando, además, que está apagado.
Ya en ese punto, los padres pueden entrar en una fase de pánico que es aprovechada por los maleantes: bien para instar a que salgan de casa a buscarlo a un punto concreto, dejando el domicilio vacío para poder ir a robar, bien, incluso, para plantear algún tipo de extorsión. Los investigadores tienen ya constancia de ambos casos, según pudo saber este periódico.
Ante esta alerta, la Policía está moviendo internamente y ya ha empezado a difundir, de hecho, escritos en los que se recomienda instruir a hijos y parientes para que no se responda a ninguna entrevista o investigación en las calles en las que haya que aportar datos personales como el domicilio o el teléfono; o también, de cara a los adolescentes, no apagar nunca el móvil y dejarlo en «modo silencio» en caso de que sea necesario -y en los cines, con el vibrador o la luz de aviso activados-.