proyectos de tele medicina en el virgen del rocío
Es vital que sepa los síntomas del ictus
La teconología y la coordianción entre hospitales y el 061 ayudan a combatir la enfermedad
La tele medicina está consiguiendo logros impensables hace años para ganarle la batalla a una enfermedad que cada día tiene más prevalencia.Trombosis, embolia, hemorragia cerebral, congestión o infarto, son expresiones coloquiales que definen un ictus, una grave enfermedad que representa la segunda causa de muerte y primera de invalidez en España, y que va en aumento pues tiene más incidencia a partir de los 65 años y cada día la población es más longeva.
El ictus se produce cuando uno de los vasos sanguíneos del cerebro se obstruye por un coágulo o trombo, o se rompe y se origina una hemorragia, de tal forma que no llega la sangre a las células del cerebro que mueren al no recibir los nutrientes necesarios.
La comunidad científica no oculta su preocupación por la prevalencia de esta enfermedad y de sus secuelas invalidantes pero tampoco oculta los logros que se están consiguiendo con ayuda de la investigación, la tecnología y los magníficos profesionales que hay en España, como el doctor Joan Montaner que está impulsando y colaborando con los proyectos que en Sevilla llevan a cabo el equipo de María Dolores Jiménez, directora de la Unidad de Gestión Clínica de Neurociencias de los hospitales Virgen del Rocío y Virgen Macarena y directora del Plan Andaluz de Ictus en estrecha coordinación con Carlos Parra, jefe de sección de Innovación Tecnológica de dichos centros y AuxiliadoraCaballero, médico de emergencias del 061.
Dice Jiménez que en Sevilla el índice de fallecimientos por ictus es de 54 por cada 100.000 habitantes cifra que la sitúa en un enclave de elevada mortalidad por lo que los expertos no han escatimado medios desde hace cerca de dos décadas en investigar para combatir la enfermedad y sus efectos.
Hace 15 años, por ejemplo, no se contaba con tratamientos para la fase aguda como la fibrinólisis intravenosa, un trobolítico que demuestra su eficacia en las primeras cuatro horas y media.
Debido a ello, a ese margen de actuación, a este equipo le quedaba claro que era preciso activar todos los mecanismos para que el paciente llegara lo antes posible a ese tratamiento en caso de que fuera candidato.
Así, conjuntamente con la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias (Epes) se iniciaron proyectos para acortar los tiempos. A partir de 2010 se perfeccionó la identificación a través de las llamadas al 061 de pacientes con ictus de tal forma que se activaba un código ictus que ponía en marcha todo el dispositivo para llegar al tratamiento adecuado.
Pero entonces era y sigue siendo imprescindible la identificación de que el paciente está teniendo los síntomas de la enfermedad. El código ictus también se activa en la puerta de urgencias y cuando los sanitarios lo detectan, la gente corre porque esas cuatro horas y medias son vitales.
Uno de los proyectos más significativos que se desarrolló a partir de 2005 fue el del neurólogo on line que está en presencia física en el Virgen del Rocío pero de forma virtual en otros centro de forma que está viendo al paciente y tomando decisiones.
Pero la telemedicina también ha llegado a los equipos de emergencia del 061 — este es el segundo proyecto de dicho equipo— que desde que recoge al paciente ya está actuando y mandando información al hospital y en un futuro inmediato podrá entrar en las casas con una tablet a través de la cual el equipo que está en el centro sanitario se mete en el domicilio para ver todo lo que está sucediendo. Sería como llevar el hospital a casa.
Todo esto que dicho así parece sencillo necesita de unas tecnologías precisas. Por ejemplo, que en una videoconferencia no haya distorsiones o que los datos no se alteren porque alguien haya desenchufado un ordenador o que la cobertura de los móviles sea total, además de una disciplina casi militar entre los profesionales que forman el dispositivo.
Por eso la investigación y el perfeccionamiento de los sistemas es un reto constante dado que los problemas técnicos dificultan la atención.
Ahora este equipo de expertos ha recibido financiación para desarrollar un proyecto durante dos años de la convocatoria de desarrollo tecnológico en salud, del instituto de investigación Carlos III, en el que también participan investigadores del Hospital de San Juan de Dios de Bormujos.
El objetivo del nuevo proyecto que se va a poner en marcha es desarrollar una plataforma tecnológica capaz de dar soporte a un plan integrado de atención al ictus en esta fase aguda esencial, que pueda exportarse al resto de España.
Para reconocer si tiene un ictus ha de tener en cuenta la debilidad de la cara: un lado no se mueve tan bien como el otro. Si intenta sonreir, hablar o enseñar los dientes, la boca se tuerce.
También la caída de una extremidad, es decir, que un brazo no se mueve o se cae al intentar el paciente mantener elevados los dos, con parálisis o debilidad de uno de ellos o una pierna.
El trastorno del lenguaje también hay que tenerlo en cuenta. El paciente no pronuncia bien las palabras o no puede hablar.
¿Qué hacer, entonces? Ante la presencia de uno o más de estos síntomas llame al 061 o acuda inmediatamente al hospital y no olvide que prevenir es lo mejor.
Las enfermedades del corazón las arritmias, la hipertensión, la diabetes, el tabaquismo, la obesidad... son factores de riesgo.