Promueven una mezquita frente al centro comercial Los Arcos

Tres representantes —sevillanos— que hablan en nombre de inversores solventes de Emiratos Árabes se han puesto en contacto con la Gerencia de Urbanismo en las últimas semanas con la idea de conocer los pormenores de los terrenos escogidos para levantar este centro cultural y el proceso para obtener la pertinente licencia de obras municipal. Y qué limitaciones existen en la zona señalada para construir. En realidad, ya habían contactado hace varios años y volvieron a intentarlo el año pasado, aunque con menos fondos. Ahora han vuelto a escena pero con un respaldo financiero mucho más importante con el que consideran que el proyecto puede tener éxito: diez millones de euros. Que en los tiempos que corren no es una cifra baladí.

Pretenden hacer esta fuerte inversión para urbanizar una parcela en el Polígono Carretera Amarilla, justo enfrente al centro comercial Los Arcos, en la esquina entre la Avenida de Andalucía y la Ronda del Tamarguillo. Allí han quedado ahora varios solares muy amplios expeditos tras derribarse las antiguas naves y los propietarios de los suelos tienen interés en venderlos. Como pretendientes, un grupo del Golfo Pérsico que se mueve en la capital andaluza con varios representantes cualificados que han hablado ya con los responsables municipales. En esos contactos se ha hablado de un centro cultural con biblioteca y sala de exposiciones, no mencionándose en ningún momento una mezquita. Pero en el seno del Gobierno local los recelos no pueden ocultarse ante la posibilidad de que el complejo acabe incluyendo el templo islámico. Pero en ningún momento se expuso ese extremo y tampoco se ha llegado a «descubrir» quiénes están detrás de la operación.

Este nuevo grupo inversor (al menos de quienes dan la cara por los compradores) pretenden comprar el solar, presentar el proyecto y comenzar a construir cuanto antes en estos suelos al este de la ciudad, que son de carácter privado. En el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Sevilla, la zona donde pretenden levantar el centro cultural árabe está catalogada como SIPS (de Interés Público y Social) y posee un plan especial de reforma interior pendiente de definir del todo una vez se han derribado las naves industriales que había.