HEMEROTECA
Colección gráfica de ABC: la puerta de Jerez sin fuente y con obras del metro
La reposición de los «meones» vuelve a poner de actualidad los trabajos del metro durante los años 80 del pasado siglo
En mayo de 1980, la puerta de Jerez cambió radicalmente de fisonomía. Se levantó la fuente de la diosa Híspalis y se valló un perímetro para construir uno de los pozos de ataque de la línea 1 del Metro de Sevilla que conectaba en línea recta con la plaza Nueva y la Alameda. La Colección gráfica de ABC rememora aquellos años.
La ilustración es bastante explícita al respecto. Corresponde a 1985, cuando el Ayuntamiento presidido por Manuel del Valle ya había tomado la determinación de renunciar a la construcción del metro y la suspensión de las obras con aquel eslogan sobre fondo negro: «El metro, un túnel sin salida».
Para llegar a esa decisión que suponía abandonar el sueño que la ciudad acariciaba desde mediados de los años 70 del pasado siglo, se habían tenido en cuenta los daños estructurales en los edificios circundantes de la puerta de Jerez. Los andamios en la fachada del inmueble de La Equitativa, con el cartelón de obras de la antigua Dragados y Construcciones, con sus colores corporativos amarillo y azul marino, así lo atestiguan.
Todavía no se había presentado la restauración del palacio de Yanduri como sede del Banco Santander y lo primero que llama la atención es el tráfico rodado de entrada y salida del centro histórico. Los taxis todavía mantienen sus característicos colores tradicionales, negro y amarillo, como se aprecia en el vehículo que emboca la calle San Gregorio. Otro detalle de la época es el luminoso de Philips en la vertical de la casa Guardiola. Solo la parada de coches de punto permanece donde estaba en la entrada del hotel Alfonso XIII.
No fue hasta 1986 cuando el Ayuntamiento decidió tapar las obras del suburbano que permanecían como inmensos agujeros negros en los que se subsumía el progreso de Sevilla. Sin embargo, aún habría que esperar hasta mayo de 1987, en víspera de la campaña electoral de aquel año, para que la plaza recuperara su aspecto habitual . En total, seis años de obras.
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