Sir Edmund Ironside estuvo al frente del Estado Mayor Imperial entre 1939 y 1940

Sir Edmund/Ironside/Jefe del Estado Mayor Imperial /Edimburgo, 6 de mayo de 1888-Londres, 22 de septiembre de 1959

Apodado irónicamente «El pequeño» debido a su fuerte complexión y altura, escocés de nacimiento y uno de los miembros más destacados del Ejército británico al principio de la guerra, el general ―posteriormente mariscal de campo― Edmund Ironside fue la cabeza del Estado Mayor Imperial en 1939 y 1940, que aglutinaba los recursos militares de las fuerzas de todo el Imperio. En ese puesto sustituyó a Lord Gort, nombrado comandante en jefe de la BEF, destino que el propio Ironside ambicionaba, pues se encontraba más a gusto en funciones de campo que administrativas.

Con un amplio bagaje como oficial de inteligencia en las Guerras Boer, durante la Primera Guerra Mundial destacó como un eficiente oficial de estado de mayor y al término de ésta realizó una extraordinaria labor al frente de las fuerzas de los aliados occidentales en Rusia. En este puesto destacó por su mando, en unas condiciones tanto ambientales como políticas y sociales muy difíciles, del pequeño contingente destacado en Rusia en apoyo de los contrarevolucionarios “blancos” hasta 1919.

Con posterioridad fue nombrado comandante de la Escuela Superior de la Guerra donde trabó contacto con el teórico militar e instructor J.F.C. Fuller, volviéndose partidario de sus teorías sobre la mecanización de los ejércitos y la guerra de blindados. Más tarde escaló puestos en el Estado Mayor del Ejército paulatinamente hasta llegar a su nombramiento ―no exento de cierto debate― como jefe del Estado Mayor Imperial. Tanto durante la campaña de Noruega ―de la que era decidido partidario― como durante los estadios iniciales de la Campaña de Francia en mayo de 1940, sus tensiones con los aliados franceses fueron en aumento. Tras la derrota aliada y la evacuación de Dunkerque, Ironside fue comisionado al mando de las fuerzas territoriales de la Home Defense, aunque fue relevado al poco tiempo, nombrado mariscal de campo y pasado al retiro, sin desempeñar ningún otro papel de relevancia durante la Guerra.

Archivo Fernández-Xesta.