Demasiadas fechas para un mismo día

Si algo caracteriza tanto a Benito Mussolini como al régimen creado por él mismo es la desmesura. Desmesura en el gesto y en la palabra. En la hipérbole permanente con la que se retrata a sí mismo el Fascismo. Y un buen ejemplo de ello es la forma como se establecen las fechas en ese periodo de la historia italiana, en especial desde la conquista de Abisinia (Etiopía) . Tanto en los documentos oficiales como en la prensa, la fechación se atiene en esa época a tres criterios distintos, a veces yustapuestos.

De una parte, el año puede respetar o no el correspondiente a la Era Cristiana. En general la prensa lo señalaría, aunque bastantes publicaciones del régimen prescindían directamente de él para incluir sólo el de la Era Fascista . Esta última datación llegaría a ser declarada obligatoria, debiendo colocarse tras la fecha de la Era Cristiana con números romanos, generalmente seguidos de las iniciales E. F., pero con frecuencia se prescindía de estas iniciales si no figuraba al lado la Era Cristiana .

Posteriormente también se hizo necesario señalar el Año Imperial , aunque para ello hubo más flexibilidad, haciéndose caso omiso de tal legislación por la mayor parte de la prensa . En las ocasiones en las que se utilizaba, podía anteponerse a la fecha.

El origen de las disposiciones con respeto a la datación se remontan al 9 de mayo de 1936. Ese día, desde el balcón del Palacio Venecia, en Roma, el propio Duce anunciaba el final de la guerra en Etiopía y proclamaba el renacimiento del imperio, asumiendo el rey de Italia, Vittorio Enmanuelle III , el título de emperador de Abisinia. Es en ese momento cuando se establece que, al indicar la fecha en los documentos oficiales y en los periódicos, se debe señalar el año de la Era Fascista (que se iniciaba oficialmente el 28 de octubre de 1922 ) y, unido a ello, se especifica que habrá de indicarse también el de la fundación del imperio. Así, por ejemplo, 1936 figuraría como Año 1936, XIV de la Era Fascista, I del Imperio.