2002/Crítica, Antony Beevor
«Creta», de Antony Beevor
Un relato centrado en la perspectiva británica del desembarco paracaidista alemán. La feroz batalla concluyó con la captura para el Eje de una isla clave en el Mediterráneo
2002/Crítica, Antony Beevor/
Beevor narra en esta obra la actuación británica y de las fuerzas de la Commonwealth en Grecia y Creta en 1941 y, en menor medida, de la resistencia a los alemanes durante la ocupación de la isla. El relato se centra en el lado británico, con algunas algunas pinceladas sobre el bando alemán. Y a pesar del elevado número de unidades involucradas, el escritor tiene la habilidad de mantenerlas en la mente del lector, de tal manera que hay pocas dificultades en el seguimiento de las acciones en los cuatro puntos de aterrizaje, separadas pero simultáneas. Bernard Freyberg, el comandante de las fuerzas aliadas, emerge como una figura trágica, casi un héroe homérico, lamentablemente fuera de su contexto ideal. Los alemanes, por el contrario, quedan en un segundo plano, que los convierte en meros comparsas.
La parte referente a la resistencia se torna demasiado corta y se refiere a unos personajes muy concretos, olvidando la auténtica realidad de la situación tras la batalla. Por momentos, el relato se torna novelesco y la imagen que resulta es la de una película del más rancio y propagandístico Hollywood de los años cuarenta, distorsionando los hechos de forma descarada.
Tras escribir sus obras más populares sobre las batallas de Stalingrado y Berlín, de gran éxito comercial en muchos países, Beevor pareció haber cambiado su estilo, para empeorarlo, al menos desde mi punto de vista. Su libro más que decepcionante sobre la Guerra Civil española es la muestra más clara de ello, aunque con el posterior sobre Normandía volvió en cierto modo a su estilo inicial.
Siendo una de las pocas obras publicadas sobre la guerra en Creta, ésta que comentamos, a pesar de sus aparentes pretensiones, constituye una decepción. La narración carece de fluidez y hay demasiadas digresiones, comentarios sin importancia que hacen que el lector se pierda y olvide el eje fundamental del relato y de la operación en sí. Buena parte del texto debería ir como apéndices o simplemente no existir, pues los detalles totalmente accesorios sobre aspectos secundarios de la vida de algunos de los personajes descritos son, como mínimo, superfluos. Los mapas constituyen otra decepción, con lo que resulta difícil para el lector medio seguir el curso de la batalla.
Finalmente, es de destacar el descarado sesgo que el autor introduce en la historia, dando una imagen totalmente desvirtuada de la campaña que, afortunadamente, obras posteriores publicadas en nuestro país han tratado de mostrar de forma más objetiva y próxima a la realidad.