Los padres de los centros de Defensa retoman las protestas

Temen que la situación siga estancada y que por lo tanto empeore el estado de los centros en el que estudian sus hijos. Las madres y los padres de los antiguos colegios de Defensa retomaron hoy sus protestas, para reivindicar que se llegue a un acuerdo entre la Junta y el Ayuntamiento que garantice el mantenimiento de estos equipamientos.

Llevan ocho años soportando multitud de carencias y solventando los problemas como buenamente pueden, incluso realizando sorteos y recaudaciones para contar con dinero con el que poder comprar pintura para las fachadas. Aseguran que hay bombillas sin cambiar, que existen urinarios atascados y diferentes desperfectos que requieren una intervención inmediata. Además temen que ocurra lo mismo que el año anterior y que una vez que se acaben las clases vuelvan a cortarles suministros básicos, como el agua o la luz, debido a los impagos.

«Vamos a realizar distintas actividades para reivindicar lo que creemos que es justo, porque creemos que tenemos los mismo derechos que el resto de centros de la ciudad y merecemos que esta situación se solucione cuanto antes. No queremos que llegue otros curso y estemos como siempre», expuso la presidenta del ampa del Cecilio Pujazón, Gema Casal.

En la puerta de los cuatro colegios (tanto el Cecilio Pujazón como el Virgen del Carmen, el Vicente Tofiño y el Casal Carrillo) los padres se concentraron junto a sus hijos desde las nueve menos cinco hasta las nueve y cuarto de la mañana reclamando que las administraciones se sienten de una vez a negociar y tengan un diálogo fluido que permita avanzar para que estos equipamientos tengan cubiertas sus necesidades.

Aunque la protesta también sirvió para volver a mostrar el apoyo al Virgen del Carmen, la única escuela infantil que queda en San Fernando y que desde la Junta se ha tomado la determinación de cerrar. «El año pasado no hubo plaza para tres años y esta vez no hay ni para tres ni para cuatro, por lo que para el próximo año solo quedarán los de cinco años y una vez se vaya cerrará el centro. Creemos que funciona bien, que tiene demanda y que es viable por lo que exigimos que se mantenga abierto», tal y como explicó la representante del ampa del Virgen del Carmen Lola García.