El tranvía llega para volver a irse
Tras seis años de obra, el vehículo recorrerá la calle Real, que tras las pruebas se volverá a levantar para solucionar el problema de las losas que se rompen
Actualizado:San Fernando ha amanecido con el tranvía. Cientos de curiosos se acercan a ver este nuevo transporte público que ya se encuentra estacionado en la primera parada de La Ardila. Nadie quiere perderse este hito histórico. Está previsto que el lunes por la mañana se hagan comprobaciones para la electrificación y si todo va bien comenzarán las pruebas.
Hay quien lo tacha de hito histórico. Hay quien se lo toma con ironía y asegura que al menos irá a hacerse una foto por si no vuelven a verlo. Y los hay que ven el tranvía como una catástrofe en la que se evidenciará el caos del tráfico, el peligro para los peatones y la improvisación del proyecto.
Sea como fuere la realidad es que el tranvía ya está aquí en San Fernando. A pesar de la incertidumbre, llegó minutos antes de lo esperado. Pero la realidad también es que no ha llegado para quedarse, sino que se marchará en dos semanas y habrá que esperar hasta el mes de abril para volverlo a ver.
Y si es cierto que es un paso importante, también hay que recordar que la actuación se inició con la pretensión de que en 2010 ya estuviera en servicio. La nueva fecha fijada (tras 2012 y 2014) es 2016, es decir que hasta dentro de dos años no se verá si tenían razón los primeros, los segundos o los terceros.
Aunque es un punto crítico que sirve para valorar todo lo que se ha conseguido y lo que aún queda por conseguir. Por ejemplo en cuanto a los vehículos. El que está ya en San Fernando se trata de la primera unidad que llevaba más de un año inmerso en su proceso de homologación en Irún.
Allí permanece el segundo de los vehículos realizando test para completar esta fase. La homologación es precisa ya que en España no existe ningún sistema como el que se quiere implantar en la Bahía. Para conseguir este certificado que permite la circulación, dos vehículos deben superar diferentes pruebas. Entre ellas su funcionamiento en el trazado original.
Otras cuatro unidades están ya listas para ponerse en funcionamiento por lo que sólo queda por construirse una más para cerrar los siete previstos para el tranvía.
Final de obra
En lo que se refiere al trazado se estima que para finales de 2015 ya esté completo. El grueso se centra en Chiclana donde ya se ha ejecutado el 60% de este recorrido urbano. El problema es que el 40% que queda es el más problemático pues se trata de las calles comerciales.
En San Fernando, seis años después de que comenzaran las obras se volverá a levantar la calle Real para intentar poner una solución definitiva al levantamiento de losas. Está previsto fijar sus plazos con comerciantes, vecinos y Ayuntamiento, aunque lo más probable es que no se intensifiquen los trabajos hasta enero. El plazo es de cuatro meses, por lo que todo estaría listo para la segunda fase de pruebas en abril.
Todo ello cuando aún se espera que se firme el convenio para levantar la subestación precisa para garantizar el suministro de energía. Ya se ha anunciado que es algo inminente y de nuevo los plazos son ajustados pues la construcción es casi de dos años.
Algunas dudas
Además siguen sin definirse los acuerdos para la gestión de la infraestructura y de los propios vehículos. Es decir, se desconoce si Adif y Renfe se harán cargo de este sistema. Hay muchas incógnitas que resolver aún, aunque paso a paso se están consiguiendo superar. Eso sí, los plazos se han convertido en el gran inconveniente ya que se han superado con creces y los ciudadanos cada vez son más escépticos a la hora de creerse nuevas fechas.
También hay que destacar que a pesar de las molestias causadas durante las obras y los problemas en la ejecución de los trabajos, en San Fernando son ya pocos los que volverían a abrir la calle Real al tráfico. O al menos toda la vía. Otra cosa es que pase o no el tranvía, pero la calle ha ganado en espacio. Son muchas las terrazas que se aprovechan de esta situación y ya se considera una oportunidad turística.
Ahora bien tampoco se ha definido bien lo que ocurrirá con el tráfico. Se debe restringir aún más y uno de los sectores que se consideran más perjudicados es el de los taxistas. Ya se planificaron itinerarios alternativos y se suprimieron las paradas que estaban en Real, pero ante el retraso del tranvía se les volvió a dejar pasar por esta vía y se les colocó dos paradas que no saben lo que ocurrirá con ellas. Es lo que también pasará con la carga y descarga y el flujo de camiones para suministrar de productos los negocios.
Otro asunto a parte es el de la Semana Santa, puesto que la carrera oficial se sitúa en el centro de la calle Real, a ello hay que sumar los templos que se encuentran en esta arteria principal y el temor entre los cofrades por la tensión de las catenarias y los pasos, aunque se supone que todo está medido con el paso más alto de la ciudad.
En cuanto a la fiesta la propuesta que estaba sobre la mesa era la de cortar el servicio en las horas de la carrera oficial y poner lanzaderas, pero aún está por ver. Lo mismo ocurre con respecto al plan de seguridad y emergencias y el comprobar cómo se realizan actuaciones de salvamento con las catenarias, cuya tensión se debe cortar antes de intervenir.
Seis años después del inicio de las obras en Real al fin ha llegado el tranvía para verlo circular por San Fernando , pero no será hasta ocho años después del comienzo de la actuación cuando supuestamente se pueda poner en uso.