Intenta robar cable de cobre y sufre una descarga de 66.000 voltios en San Fernando

Pocas personas reciben una descarga de 66.000 voltios y pueden contarlo. R.F.P. de 25 años está entre ellos ya que solo presentó quemaduras en un brazo, por lo que tuvo que ser atendido por los servicios de emergencia, tras intentar robar cable de cobre del tendido eléctrico de San Fernando. La alarma la dieron los propios vecinos al quedarse sin luz y fueron los técnicos del servicio eléctrico que acudieron al transformador los que avisaron a la Policía Local y la ambulancia, al encontrarse al joven tendido en el suelo.

El pasado jueves R.F.P. se dirigió hasta este transformador situado dentro del espacio donde anteriormente estaba levantada la Fábrica de San Carlos. Estaba decidido a sustraer cable del suministro eléctrico al comprobar que los terrenos están actualmente en abandono y considerar que no estaba activo.

Pero resultó que sí y además ser parte del tendido general de la zona, motivo por el que tenía tan alto voltaje.

Para acceder hasta el cable, el joven perforó el suelo hasta hacer un boquete de más de un metro de profundidad, además de tener que hacerse paso por una capa inicial de hormigón de alrededor de 30 centímetros, por lo que no dudó en intentar hacerse con parte de la infraestructura tras el arduo trabajo que había realizado.

Fue entonces cuando recibió la descarga. Un total de 66.000 voltios recorrieron su cuerpo, causándole quemaduras en uno de sus brazos, y cortando de inmediato la luz en las casas del entorno. Los residentes fueron los que llamaron al servicio técnico que se encarga de la reparación en San Fernando Moneleg, cuyos técnicos la llegar al lugar se encontraron con el boquete y al individuo herido. Una vez fue llevdo por la ambulancia, los trabajadores se percataron de la alta tensión de cable y tuvieron que traspasar la incidencia a Sevillana Endesa, puesto que su capacidad para actuar tan solo llega a los 22.000 voltios.

Esta empresa tuvo que hacerse cargo de una reparación cuyos gastos fueron cifrados en unos 250.000 euros.