Guía definitiva para elegir el mejor protector solar para tu piel
Hay una crema para cada tipo de piel, descubre cómo elegir la más indicada para cada persona
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Los imprescindibles para no quemarte con el sol
Con la llegada del verano, llegan las altas temperaturas y, a su vez, la exposición solar. Utilizar protección solar es fundamental durante todo el año pero, en verano, la exposición a los rayos solares aumenta y, con ello, el riesgo de sufrir quemaduras y molestias.
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Para elegir el mejor producto de protección solar conviene conocer previamente algunos conceptos relacionados con el sol y los productos de protección.
UVA y UVB
Debemos tener en cuenta una serie de indicadores a la hora de elegir nuestro protector solar. En primer lugar, los rayos del sol se dividen en dos tipos: UVA y UVB.
Los rayos UVA están presentes todos los días del año , incluso en días nublados y representan el 95% de los rayos ultravioletas. Son persistentes y capaces de atravesar nubes, vidrio y, por supuesto, la epidermis (nuestra piel) donde penetran muy profundo y pueden llegar a las células de la dermis y producir daños a largo plazo: fotoenvejecimiento (formación de arrugas), intolerancia o alergia al sol (enrojecimiento, erupción), trastornos de la pigmentación (manchas oscuras) y desarrollo de cáncer de piel.
Por otro lado, los rayos UVB representan apenas el 5% de los rayos ultravioletas que llegan a la Tierra . A diferencia de los rayos UVA, los rayos UVB no traspasan las nubes y el vidrio, pero si la epidermis. Son los encargados del bronceado y de las quemaduras de sol y cánceres de piel.
El factor de protección solar o FPS
El SPF o FPS (Sun protection factor o Factor de protección solar) indica el número de veces por el que se multiplica el tiempo que se puede permanecer al sol sin quemarse. Protege la piel de los rayos UVB, mencionados anteriormente. Sin embargo, aunque no se queme, la piel sufre igualmente y debemos tomar el sol con precaución. Existen diferentes factores de protección:
Protección baja (factores de 6 a 10)
Protección media (factores de 15 a 25)
Protección alta (factores de 30 a 50)
Protección muy alta (más de 50)
En función de tu tipo de piel y tu tendencia a quemarte, la protección debe ser de un factor u otro. Como mínimo , cualquier persona debe utilizar un producto con índice de protección 15 .
Debemos tener en cuenta que hay que echarse una capa generosa y uniforme de crema para que la protección sea efectiva. Como referencia aproximada, una cantidad similar a una pelota de golf sería suficiente para todo el cuerpo .
Protección contra los rayos UVA: El sistema de PPD
La protección contra los rayos UVA tiene su propio sistema de protección: PPD o Índice de Oscurecimiento Pigmentario. Mide la capacidad de producir pigmentación duradera o inmediata en la piel. Al igual que con el FPS, un PPD más alto implica una protección más duradera contra los efectos nocivos de los rayos UVA.
Fototipo de piel
Otro de los factores a tener en cuenta a la hora de elegir crema solar es nuestro fototipo de piel. El fototipo es una clasificación que refleja cómo reacciona tu piel al sol. Hay seis tipos:
Fototipo I : personas con piel muy blanca o lechosa, propia de los pelirrojos. Frecuentemente, presentan pecas. Se queman y no se broncean.
Fototipo II : personas con piel clara y muchas pecas. Siempre se quema.
Fototipo III: personas con piel clara-oscura, se quema a veces y siempre se bronce (bronceado medio)
Fototipo IV: personas con piel oscura, nunca se quema y siempre se broncea (bronceado oscuro)
Fototipo V: piel marrón, nunca se quema, siempre se broncea (bronceado muy oscuro), sin pecas.
Fototipo VI : piel negra, nunca se quema, sin pecas.
Para los fototipos I, II y III se recomienda usar protecciones altas (50+) y en fototipos IV, V y VI es adecuado el uso de protecciones medias (30+).
¿Cómo elegir el mejor protector solar?
Para mantenerse a salvo del sol, necesitamos un protector solar que combine la protección de los rayos UVA y UVB. Además, teniendo en cuenta tu fototipo de piel, si tienes piel, cabello y ojos claros, utiliza una protección alta o muy alta (FPS 30-50+). Por el contrario, si tienes piel oscura, puedes usar un factor de protección más bajo. En caso de tener piel sensible, alergia al sol o algún problema relacionado con tu piel, es conveniente que consultes con tu médico dermatólogo o farmacéutico antes de comprar cualquier producto.
Algunos consejos para cuidar tu piel en verano
Una vez elegido el protector solar idóneo para nuestra piel , hay otra serie de recomendaciones que debes seguir para mantener tu piel protegida y sana:
Aplica el protector solar en todo el cuerpo 30 minutos antes de salir es lo ideal . De esta forma, la piel absorberá mejor el producto y la protección será más efectiva.
Evita las horas más dañinas de sol: desde las 12:00 hasta las 16:00 horas. Durante este lapso, los rayos de sol inciden de manera más directa sobre la piel.
En caso de que estés en la playa o la piscina, repite la aplicación de protección solar cada vez que te des un baño . Además, cada media hora es conveniente volver a aplicar el producto.
Exponte al sol de manera progresiva: las primeras exposiciones deben hacerse de forma gradual en periodos de 10, 15 y 20 minutos. Asimismo, no es recomendable tomar el sol durante más de media hora al día.
Usa sombrero y gafas de sol: los ojos es una parte muy sensible de nuestro cuerpo y debemos protegerlos de los rayos solares . Utiliza sombreros para proteger tu cabeza y cabello.
Calma tu piel tras la exposición solar: para compensar el daño que sufre la piel al exponerse al sol, es recomendable recurrir a un producto aftersun para calmar, hidratar y regenerar nuestra piel.
Proteger tu piel de la exposición solar debe ser una prioridad durante todo el año pero, especialmente, en verano. A la hora de elegir una crema solar, consulta con tu médico o farmacéutico y sigue sus recomendaciones.