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Cuidar los pies en verano: tarea vital en niños y adultos
El doctor Manuel Pereira Domínguez, director de la Unidad de Biomecánica Pediátrica Especializada del Hospital Viamed Santa Ángela de la Cruz, explica su importancia
La poca actividad y sedentarismo producido por el confinamiento al que la población ha estado sometida a causa de la crisis del nuevo coronavirus Covid-19, junto a la llegada del verano y con ella el cambio de calzado y de hábitos , exponen la importancia de mantener una buena salud en los pies , sujeción de nuestro cuerpo.
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El Hospital Viamed Santa Ángela de la Cruz cuenta en sus instalaciones con la 1ª Unidad de Biomecánica Pediátrica Especializada a nivel hospitalario de Andalucía. «Siempre se nos ha vinculado con la Biomecánica Deportiva y Adulta, especialidades que también ejercemos a diario y disfrutamos por vocación, pero en los últimos años hemos apostado por la prevención y por tanto, por los pies de los niños en edad de desarrollo», afirma su director y cabeza visible del proyecto, el Dr. Manuel Pereira Domínguez .
En sus más de 15 años de ejercicio profesional, el Dr. Pereira posee una base de datos sin precedentes, que lo aúpan como uno de los mayores expertos en Biomecánica a nivel internacional, convirtiéndolo así en ponente habitual en Congresos Internacionales y en asesor de empresas relacionadas con el deporte, la prevención infantil y el calzado. Ha analizado más de 180.000 huellas de pies , de las cuales más de la mitad pertenecen a niños en edad de desarrollo.
A pesar de haber hecho miles de estudios biomecánicos en los últimos años, lamenta que esta sea una cifra insignificante, pues como le gusta afirmar: «todo el mundo debería hacerse un estudio biomecánico al menos una vez en la vida ». El objetivo no es otro que conocer cómo se comporta nuestro organismo cuando estamos de pie, ya sea en movimiento o parados y cómo podemos sacarle más partido a nuestro cuerpo, ya sea para prevenir lesiones, corregir las ya existentes o mejorar el rendimiento para un óptimo desarrollo en edad infantil o deportivo en edades más adultas. Y afirma: «no hay edades que limiten el poder ser estudiados y analizados. Todo individuo tiene margen de mejora , tenga la edad que tenga».
Doctor, llega el calor y siempre nos coge desprevenidos. ¿Alguna recomendación al respecto para el cuidado de nuestros pies?
Los pies llevan meses «encerrados» en el calzado y de repente los «liberamos». Medidas como evitar el exceso de sudoración mediante calzados transpirables, cambio frecuente de calcetines o uso de productos que colaboren en contener la humedad y el calor como caldo de cultivo para hongos y otras infecciones de la piel, se antojan esenciales para una buena salud de nuestros pies. Debemos hidratarlos con cremas específicas . La piel de las plantas de los pies supera con creces el grosor de otras zonas corporales, por lo que es importante el uso de cremas propias para ello. Por ejemplo, la piel de los pómulos es aproximadamente 50 veces más fina que la de la planta del pie, por lo que evidentemente el uso de cremas faciales para la sequedad en los talones no es lo más recomendable. La capacidad de adaptación del organismo en ocasiones es excepcional, pero los pies son una estructura de carga directa y sufren más los cambios. Máxime cuando pasamos de estar calzados a descalzos y en terreros diferentes a los habituales.
¿Por qué lo comenta? ¿Acaso no es bueno caminar descalzo por la playa?
Debemos desmitificar la frase de «andar descalzo por la playa es magnífico» . Depende para qué y para quién. Por ejemplo: personas con acortamiento de toda su cadena muscular posterior (gemelos, sóleos, isquiotibiales, etc), personas con metatarsalgias (dolor en la planta del pie justo por detrás de la base de los dedos, que aumenta con el uso de tacones o calzados de suela fina o dura), personas con desadaptación a impactos de repetición asociados a problemas de rodilla, cadera o espalda, difícilmente toleren caminar descalzos por la playa distancias medias-largas.
Andar por arena seca estimula la musculatura intrínseca del pie en su acción como estabilizadores de la marcha, lo cual es positivo sobre todo en determinados procesos de recuperación y readaptación de lesiones siempre y cuando sean supervisados por un profesional. Pero por otro lado, la absorción de impactos de dicho terreno se antoja excesiva , generando un incremento de los tiempos de contactos del pie en el suelo, un hundimiento excesivo del talón al caminar con aumento de la contracción excéntrica del tríceps sural (T.Aquiles y músculos implicados) sobre todo en la fase de medioapoyo (2º Rocker del pie) y por tanto induce a pesadez en las piernas y sobrecargas de fascia plantar, miembros inferiores y espalda. A ello se une que rara vez paseamos por una playa totalmente plana, siempre hay cierto desnivel en el terreno.
-¿Y caminar por el agua descalzo, es aconsejable?
Dependerá de cada caso en particular, pero sí me gustaría aclarar que caminar con una profundidad de agua superior al tobillo e inferior a la cadera es, por regla general, sumamente lesivo . Lo único que conseguimos es, dependiendo de la velocidad de la marcha, movilizar en palancas distales pesos superiores a los que estamos acostumbrados, sobrecargando mecánicamente músculos tan imprescindibles como el psoas ilíaco, glúteos o isquiotibiales. Es cierto que el agua fría sienta genial en los pies y tobillos, pero para eso no es necesario caminar. Y si queremos caminar, con el agua a la altura de las caderas o del pecho (dependiendo del peso que queramos soportar) para evitar grandes impactos.
Siempre se puede trabajar la fuerza muscular aumentando las velocidades de desplazamiento de los brazos y las piernas, pero sin forzar músculos y articulaciones innecesariamente. Como frase para que no se nos olvide: «camina siempre sin salpicar a nadie» lo que implicará que lo hagas sobre menos de 3cm de profundidad o sobre la altura de tus caderas hacia arriba. Además el resto de veraneantes que estén secos en ese momento, también te lo agradecerán.
Háblenos del calzado. ¿Qué recomienda en niños y en adultos para los meses de verano?
Algunas de las características son comunes para ambos grupos de población: calzado que se adapte bien a la anatomía del pie , ligero, transpirable, de materiales naturales y flexible, preferentemente cerrado, semidescubierto o al menos que aporte estabilidad y seguridad en la marcha. En niños es importante que sea fácil de calzar y ajustar mediante velcros, elásticos o cordones. Evitar hebillas o materiales pequeños que se desprendan en niños menores de 3 años, para evitar atragantamientos en caso de mordiscos. Con suela antideslizante, gruesa y a ser posible, con el mismo Drop (diferencia de altura de la suela a nivel del talón y del antepié) que usamos habitualmente. Por ejemplo, no tiene sentido que durante el invierno o meses de actividad laboral utilicemos calzados con un Drop 12 (12mm más de altura de suela en talón que en antepié) y en verano pasemos súbitamente a dar largos paseos con un calzado totalmente plano, ya sea unas manoletinas, espartos, sandalias o simplemente ir descalzo. Ni qué decir tiene si el calzado habitual es de tacón superior a 5cm. Afortunadamente la moda de utilizar calzado deportivo ha aportado mucho bienestar en este sentido.
¿Algún calzado que desaconseje?
Bueno, es una pregunta controvertida, pues queremos lo mejor para nuestros pacientes sin perjudicar a fabricantes y diseñadores de calzados. Pero sin duda, calzados de materiales sintéticos o excesivamente rígidos, de hormas estrechas, modelos tipo manoletinas, sandalias de suela excesivamente planas, finas y duras o chanclas de dedos tipo chinelos, no son recomendables para un uso prolongado . Una de las preguntas más frecuentes que nos hacen en consulta es precisamente qué tipo de calzado recomendaríamos para su caso concreto, lo que denota el interés de la población en general por este aspecto y la demanda que existe de estudios científicos-clínicos que avalen y respalden nuestros consejos. Esto es algo que se ha desarrollado bastante en el ámbito deportivo en los últimos tiempos, pero que presumo también evolucionará a corto-medio plazo en el ámbito infantil y adulto en general, dado el interés de todas las partes.
¿Algún consejo en los cambios invierno-verano a nivel corporal?
Por favor, tengan cuidado con la práctica compulsiva de actividad física. Aplicar un término que ahora está en boca de todos: una «desescalada» corporal. El pie y resto de estructuras deberían tener una pequeña fase de adaptación . Esto se ha puesto de manifiesto a la vuelta del confinamiento: nuestras consultas se han llenado de pacientes con cuadros de fascitis plantar, periostitis tibiales, tendinitis aquíleas, lumbalgias y todo tipo de patologías osteoarticulares y musculotendinosas: hay personas que no hacían deporte habitualmente y en pocas semanas han hecho más actividad física que en los últimos 5 años. Muchas de las actividades han sido frente al televisor y llenas de pequeños impactos de repetición . Esto unido a calzados inadecuados y una mala gestión de los impactos corporales ha favorecido la proliferación de lesiones .
Precisamente este hospital cuenta en Sevilla Este con la 1ª Unidad de Readaptación Funcional a nivel hospitalario basada en el concepto Biomecánica Funcional Global , que ayuda a nuestros pacientes a prevenir y corregir todas estas dolencias y les dota de herramientas terapéuticas fáciles de utilizar por sí mismos en casa, para evitar colapsar nuestras consultas . Es un espacio donde la Medicina, la Podología, la Fisioterapia y las Ciencias de la Actividad Física y el Deporte se ponen de acuerdo para crear sinergias en pos del paciente. Un porcentaje elevado de mis pacientes terminan acudiendo a este servicio por prescripción personal, pues en muchos casos se antoja imprescindible para el éxito terapéutico.
El motivo no es otro que conocer dónde está ubicado nuestro centro de gravedad , cómo se mueven las distintas estructuras mientras estamos de pie o caminamos y qué repercusiones tendrá este y otros fenómenos en el comportamiento de los músculos, articulaciones, huesos y restos de tejidos blandos que conforman el organismo en nuestras actividades de la vida diaria. En definitiva: «el movimiento es vida, y nosotros lo analizamos» .