Biopsias cutáneas más rápidas y sin anestesia
La nueva herramienta reduce de media hora a menos de cinco minutos el tiempo de la intervención
La Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) y el Instituto de Investigación del Hospital Ramón y Cajal (IRYCIS) han patentado un nuevo dispositivo para realizar biopsias cutáneas. La nueva herramienta simplifica el instrumental y reduce de media hora a menos de cinco minutos el tiempo de la intervención, que se realiza sin necesidad de anestesia local ni personal muy especializado. De este modo, se acelera el diagnóstico de patologías como el cáncer de piel.
Actualmente la biopsia cutánea requiere cortar la base de la piel manualmente, retirarla con pinzas y suturar la incisión con uno o dos puntos. Gracias a este dispositivo automático bastará con hacer un «clic» para obtener la muestra, como explica Jesús Meneses, uno de los inventores de la UC3M.
Esta invención es una herramienta ergonómica «compacta y fácil de usar», explica Meneses, que hace posible obtener, solo con ella, una muestra de piel. El nuevo dispositivo es capaz de realizar de manera automática el corte y la extracción de la muestra de tejido con todas las especificaciones sanitarias establecidas por el Instituto Ramón y Cajal de Investigación Sanitaria IRYCIS, el centro con el que se ha solicitado de forma conjunta la patente.
Cáncer de piel
Este invento permitirá atender a un mayor número de pacientes, algo imprescindible en áreas saturadas como la dermatología, y detectar con mayor antelación patologías como el cáncer de piel. Así lo asegura Emiliano Grillo, dermatólogo del Hospital Ramón y Cajal e investigador clínico asociado del IRYCIS, quien identificó en su consulta la conveniencia de un instrumento como este. Su invento hará posible que en «una consulta saturada, como la de un dermatólogo, el paciente salga ya con su prueba diagnosticada y permitirá acelerar el tratamiento si es necesario».
El prototipo de este dispositivo ya está listo para realizar demostraciones y está protegido por solicitud de patente, como indica Cristina Castejón, investigadora del MAQLAB.
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